“Hipócritas”: el Papa habló de los políticos “que viven de una forma en público y de otra en privado”
El pontífice habló se refirió a los problemas en la política y en la Iglesia, donde alentó a “no tener miedo a la verdad”
- 4 minutos de lectura'
ROMA.- El papa Francisco denunció hoy con fuerza el “virus de la hipocresía”, presente tanto en la política, donde “no es inusual encontrar hipócritas que viven un desdoblamiento entre lo público y lo privado”, como en la Iglesia, donde es “particularmente detestable”, según lamentó.
En su catequesis de la audiencia general de los miércoles, que presidió en el Aula Pablo VI ante centenares de fieles de todo el mundo con barbijo, reflexionó sobre un episodio de la Carta a los gálatas, cuando el apóstol Pablo menciona una corrección que le había hecho a Pedro ante la comunidad de Antioquía.
Entonces le había reprochado su comportamiento porque, para evitar que lo critiquen, hacía diferencias entre los cristianos que procedían del judaísmo y los que venían del paganismo, en una actitud dividía injustamente a la comunidad. “Con esta observación, san Pablo quiere advertir a los cristianos de Galacia que uno de los peligros en el cumplimiento de la ley es la hipocresía”, evocó.
Tras preguntarse qué es la hipocresía, el exarzobispo de Buenos Aires indicó que “se puede decir que es miedo de la verdad”. “La hipocresía tiene miedo de la verdad. Se prefiere fingir en vez de ser uno mismo. Es como maquillarse el alma, como maquillarse en las actitudes, como maquillarse en la forma de actuar: no es la verdad”, afirmó.
“‘Tengo miedo de proceder como yo soy y me maquillo con estas actitudes’ Y fingir impide la valentía de decir abiertamente la verdad y así se escapa fácilmente a la obligación de decirla siempre, sea donde sea y a pesar de todo. Fingir te lleva a esto: a las medias verdades”, explicó.
“Y las medias verdades son una farsa: porque la verdad es verdad o no es verdad. Pero las medias verdades son esta forma de actuar no verdadera. Se prefiere, como he dicho, fingir en vez de ser uno mismo, y fingir impide esa valentía, de decir abiertamente la verdad. Y así se escapa de la obligación –y esto es un mandamiento– de decir siempre la verdad, decirla donde sea y decirla a pesar de todo. Y en un ambiente donde las relaciones interpersonales son vividas bajo la bandera del formalismo, se difunde fácilmente el virus de la hipocresía. Esa sonrisa que no viene del corazón, ese buscar estar bien con todos, pero con nadie”, siguió.
Francisco, que apareció en buena forma y bastante recuperado de la operación al colon del 4 de julio pasado, fue más allá. “El hipócrita es una persona que finge, adula y engaña porque vive con una máscara en el rostro y no tiene el valor de enfrentarse a la verdad. Por esto, no es capaz de amar verdaderamente – un hipócrita no sabe amar – se limita a vivir de egoísmo y no tiene la fuerza de demostrar con transparencia su corazón”, precisó. Y destacó que hay muchas situaciones en las que se puede verificar la hipocresía. “A menudo se esconde en el lugar de trabajo, donde se trata de aparentar ser amigos con los colegas mientras la competición lleva a golpearles a la espalda”, dijo. Aseguró luego, por otro lado, que “en la política no es inusual encontrar hipócritas que viven un desdoblamiento entre lo público y lo privado”.
Como siempre, también hizo autocrítica y subrayó que “particularmente detestable es la hipocresía en la Iglesia”. “Lamentablemente existe la hipocresía en la Iglesia, y hay muchos cristianos y muchos ministros hipócritas”, deploró.
Recordó antes que en la Biblia se encuentran diferentes ejemplos en los que se combate la hipocresía. “También los Evangelios narran diferentes situaciones en las que Jesús reprende fuertemente a aquellos que aparecen justos en el exterior, pero dentro están llenos de falsedad y de iniquidad. Si tienen un poco de tiempo hoy tomen el capítulo 23 del Evangelio de San Mateo y vean cuántas veces Jesús dice: ‘hipócritas, hipócritas, hipócritas’, y desvela qué es la hipocresía”, recomendó.
“Hermanos y hermanas, pensemos hoy en lo que Pablo condena y que Jesús condena: la hipocresía”, insistió, finalmente. “Y no tengamos miedo de ser sinceros, de decir la verdad, de escuchar la verdad, de conformarnos con la verdad. Así podremos amar. Un hipócrita no sabe amar. Actuar de otra manera que no sea la verdad significa poner en peligro la unidad en la Iglesia, por la cual el Señor mismo ha rezado”, concluyó.
Temas
Otras noticias de Papa Francisco
Más leídas de El Mundo
“Los hermanos sean unidos". Milei se emocionó durante su discurso, citó al Martín Fierro y Trump le agradeció
"Tiempos difíciles". Biden y Xi comienzan su despedida en Perú, tras la tensión por el megapuerto y el triunfo de Trump
Un bote salvavidas congelado. Cómo el iceberg más grande del mundo se convirtió en noticia y acabó transformando el océano que lo rodeaba
Marchas y un haka masivo. Los maoríes se levantan en Nueva Zelanda contra un proyecto libertario para quitarles derechos especiales