Helmut Kohl será investigado por malversación de fondos
Penas: según las leyes de su país, el ex jefe de gobierno podría ser castigado con una multa o con cinco años de prisión.
BERLIN.- La fiscalía de Bonn decidió ayer abrir un sumario contra Helmut Kohl, para determinar si el ex jefe de gobierno alemán cometió un delito de malversación de fondos cuando aceptó donaciones anónimas e ilícitas para su partido, la Unión Demócrata Cristiana (CDU).
La investigación contra el impulsor de la reunificación del país se abrirá el próximo lunes, después de que se haya cumplido el plazo de 48 horas de que dispone el Parlamento (Bundestag) para rechazar un procedimiento de ese tipo contra uno de sus miembros, ya que Kohl sigue siendo diputado.
Aunque en teoría puede hacerlo, el Bundestag nunca frena la labor investigadora de la Justicia. El sumario se basará en gran parte en informaciones de prensa y en declaraciones públicas del propio Kohl, que reconoció haber recibido durante años fondos que luego no registraba en la contabilidad de la CDU.
Además de la que lleva adelante la fiscalía de Bonn, el Parlamento impulsa su propia investigación sobre el caso de los donativos ilícitos a la CDU, y este partido encargó una auditoría interna.
La malversación de fondos es un delito que, según las leyes alemanas, puede ser castigado con penas que oscilan entre un multa económica y cinco años de cárcel.
Entre 1993 y 1998, el ex líder de los democristianos aceptó contribuciones anónimas por un valor total de hasta dos millones de marcos (más de un millón de dólares), violando la ley de financiación de partidos, que obliga a declarar la procedencia de todo aporte superior a los 20.000 marcos (unos 10.000 dólares).
Kohl, de 69 años, admitió que se equivocó, pero sigue negándose a revelar los nombres de los donantes, alegando la existencia de un código de lealtad. Una y otra vez insistió en que durante toda su vida política dio mucha más importancia a las relaciones de confianza que a los reglamentos, algo que fue muy criticado por políticos de la nueva generación, como el actual jefe de gobierno, Gerhard Schroeder, y la secretaria general de la CDU, Angela Merkel.
Duras críticas
En una reciente entrevista, Schroeder opinó que la actitud de Kohl revela "una conciencia de estado peligrosa", que pone las relaciones personales por encima de las "formulas jurídicas", y atribuyó esa supuesta deformación de la sensibilidad política a su excesiva permanencia en el poder (gobernó durante 16 años).
En la misma línea van las polémicas declaraciones de Merkel, una antigua pupila de Kohl originaria del Este de Alemania, que pidió a su partido que se "emancipe" del impulsor de la reunificación.
El gobierno del socialdemócrata Schroeder se negó ayer a valorar la decisión de la fiscalía de Bonn y el vocero Uwe-Karsten Heye se limitó a recordar que el Poder Ejecutivo desea que se aclare "completamente" el asunto para el bien "de la democracia y del país".
El presidente de la CDU, Wolfgang Schaeuble, expresó por su parte la esperanza de que las investigaciones concluyan con rapidez y se mostró confiado en que no habrá "acusaciones penales de relevancia".
El propio Kohl, según un comunicado de su oficina, "toma nota con pesar la decisión de la fiscalía", pero "confía en la labor del cuerpo judicial, cuyo trabajo respaldará con todos los medios de que disponga".
La Justicia trabajará también sobre la base de documentos facilitados por los abogados del ex jefe de gobierno y por la fiscalía de Augsburgo. Esta fue la que comenzó a investigar las irregularidades en la financiación de la CDU, en relación con el escándalo sobre el pago de un millón de marcos (medio millón de dólares) al ex tesorero Walther Leisler-Kiep por parte del traficante de armas Karlheinz Schreiber.