¿Hay algún lugar seguro? Europa redobla los controles por las vacaciones de verano
Aumentarán la presencia de policías en playas, iglesias, puertos y estaciones de trenes; Francia ya reforzó sus fronteras y creó una Guardia Nacional antiterrorista
PARÍS, Francia.- Es imposible poner un guardia en cada iglesia y patrullar todas las playas. Pero después de la ola de atentados en Europa Occidental, las autoridades hacen lo que pueden por proteger a la gente. En Cannes, en la Riviera francesa, prohibieron ir a la playa con mochilas voluminosas por temor a que contengan explosivos, y Gran Bretaña destinó fondos extra para dar seguridad en decenas de miles de lugares de culto.
El cruento degollamiento de un sacerdote mientras celebraba misa en una iglesia de Normandía, menos de dos semanas después de que 84 personas que celebraban el Día de la Bastilla murieran arrolladas por un camión en Niza, hizo sonar las alarmas: no hay lugares seguros. Y los cuatro ataques en una misma semana ocurridos en Alemania despejaron cualquier duda.
"Las iglesias se enorgullecen mucho de ser lugares abiertos, pero ante la realidad del delito y la realidad del terrorismo hay que encontrar un nuevo equilibrio", dice Mark Gardner, vocero de Community Security Trust, empresa que proporciona seguridad a sinagogas y escuelas en toda Gran Bretaña.
El Community Security Trust empezó a funcionar en 1994, después de un atentado con coche-bomba en la embajada de Israel en Londres, que dejó 20 heridos, y de la devastadora voladura de la AMIA en Buenos Aires, que dejó 85 muertos.
Desde sus bastiones en Siria e Irak, a miles de kilómetros de distancia, Estado Islámico (EI) se atribuyó los ataques en Francia y dos de los cuatro en Alemania. Sus blancos preferidos son los símbolos de Europa Occidental, aunque con tantos sitios para elegir que se ajustan a ese criterio, es imposible predecir dónde golpeará el terror la próxima vez. En junio, una pareja de policías fue asesinada en su hogar del oeste de París, un ataque que también se atribuyó EI.
Desde las dos oleadas de atentados de EI en Francia durante 2015 y los ataques de marzo pasado en Bruselas, las autoridades francesas han fortalecido sus servicios de seguridad. El presidente François Hollande ordenó que los 10.000 soldados que patrullan las calles desde el año pasado lo sigan haciendo, convocó a reservistas para reforzar a la policía y la protección de las fronteras, y planea usar a algunos de ellos para crear una Guardia Nacional.
Pero el desafío de proteger iglesias, sinagogas, centros turísticos, playas, predios de festivales de verano, aeropuertos y estaciones de trenes es titánico, incluso para Francia y para Europa en su conjunto.
Por prevención, las autoridades de Niza decidieron cancelar una marcha prevista para hoy en memoria de las víctimas del reciente atentado en el famoso Paseo de los Ingleses.
Al visitar a las fuerzas policiales que protegen desde el viernes el multitudinario festival anual de jazz que se realiza en la ciudad de Marciac, el ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, reiteró lo que los ciudadanos escuchan a diario: "No hay soluciones mágicas". Pero insistió en la importancia de la "presencia física" de la policía en los festivales de verano que se hacen en todo el país.
Algunas ciudades se las ingenian como pueden o inventan nuevas reglas para prevenir ataques. Bastante controvertida es la medida del alcalde de Rive-de-Gier, localidad cercana a Lyon, que decidió "denegar sistemáticamente" toda solicitud de los vecinos para traer a vivir con ellos a algún pariente, sistema que usualmente usan los inmigrantes para traer a sus seres queridos de otros países.
Está por verse si un alcalde tiene derecho a cambiar una política nacional que permite reunir a las familias distanciadas, pero su iniciativa refleja el creciente nivel de miedo de la población, cuyo blanco suelen ser los inmigrantes, por más que muchos de los atacantes sean europeos de nacimiento.
Ahora gran parte de la atención está puesta en templos y lugares de culto, especialmente en pequeñas iglesias vulnerables como la de Saint-Etienne-du-Rouvray.
La onda expansiva de ese ataque cruzó las fronteras nacionales y también las religiosas. Algunas de las más famosas iglesias y basílicas de Roma ya figuraban entre los más de 4000 lugares de Italia considerados potenciales blancos de operaciones terroristas, pero lo ocurrido en Saint-Etienne-du-Rouvray ahora obliga a prestar atención a los lugares de culto menos centrales y conocidos.
Y después de la falla de seguridad que hizo posible que un turista norteamericano pasara la noche en el techo de la catedral de Milán sin ser descubierto, las autoridades también solicitaron que se refuerce la seguridad del famoso Duomo.
Estrategias contra el terror
- En Cannes, a unos 30 kilómetros de Niza, prohibieron ir a la playa con mochilas voluminosas al menos hasta fines de octubre, ya que "pueden contener armas o explosivos", según dijo David Lisnard, alcalde de la ciudad
- Una de las medidas más controvertidas fue la del alcalde de Rive-de-Gier, localidad cercana a Lyon, que decidió "denegar sistemáticamente" toda solicitud de los vecinos para llevar a vivir con ellos a algún pariente, sistema que usualmente utilizan los inmigrantes con sus seres queridos de otros países
- Luego del ataque a una iglesia en Francia, esta semana, y después de la falla de seguridad que permitió que un turista norteamericano pasara la noche en el techo de la catedral de Milán sin ser descubierto, las autoridades también solicitaron que se refuerce la seguridad del famoso Duomo
Traducción de Jaime Arrambide
Otras noticias de Terrorismo
Más leídas de El Mundo
"Eliminar lo ordinario". Escándalo por la nueva campaña publicitaria de una marca de lujo
El regreso de la "canciller de hierro". Angela Merkel: “El miedo no es buen consejero, pero estoy preocupada: tenemos que cuidar la libertad”
Balotaje en Uruguay. Ya votaron Lacalle Pou, Mujica y los candidatos y hay fuerte incertidumbre por el resultado
Sin extremos. Cómo Uruguay logra escapar a la trampa de la polarización que atormenta a la región