Hallan una sala de cine en las catacumbas parisinas
La descubrieron empleados de la empresa de energía francesa que rastreaban un robo de electricidad; se trata de una moderna sala, totalmente equipada, de no menos de 15 años de antigüedad
PARIS.- Una amplia y moderna sala clandestina de cine subterráneo de no más de 15 años de antigüedad fue descubierta este fin de semana por la policía francesa en las kilométricas catacumbas de la ciudad, que datan de la Edad Media y durante siglos fueron utilizadas como cementerio.
El hallazgo se produjo en forma incidental, cuando empleados de la empresa de energía eléctrica francesa, acompañados por agentes de la policía, descendieron a las catacumbas rastreando un robo de electricidad.
Los operarios se sorprendieron cuando, tras descender unos 50 metros en la altura de la plaza de Trocadero, a metros de la Torre Eiffel, se toparon casi por azar con una amplia y moderna sala de cine.
La sala, de unos 400 metros cuadrados, se encuentra totalmente equipada con proyectores profesionales y una enorme pantalla, posee además un moderno y confortable mobiliario y cuenta hasta con una barra de bar.
Según los cálculos de los peritos policiales, la sala podría llevar 15 años funcionando en las catacumbas, donde en plena Segunda Guerra Mundial la Resistencia planeó sus estrategias para salvarse del nazismo.
Los policías y los empleados de la empresa encontraron también un sugestivo panfleto en el que se leía "no nos busquen".
Por este motivo la Policía Judicial no descarta que la sala haya sido utilizada por grupos de extrema derecha para mantener reuniones secretas, aunque la causa fue caratulada como "robo de electricidad".
Bajo el asfalto
Las catacumbas se caracterizan por ser largos pasillos que conectan subterráneamente París de un lado al otro del Sena, y el espacio donde se encuentra la sala de cine es uno de los más amplios que se pueden encontrar.
Estos espacios llevan el nombre de "cataphiles" y se estima que hay entre 250 y 300 bajo la ciudad.
El año pasado, en otra de las "cataphiles", la policía descubrió un lugar donde jóvenes realizaban fiestas que podían durar hasta un fin de semana.
Según las autoridades parisinas, las catacumbas poseen una longitud total de poco más de 400 kilómetros, que, sumado a las 16 líneas de subterráneo, transforman el subsuelo de París en un queso gruyere.
Las catacumbas datan de la Edad Media y fueron construidas como depósitos, y hacia fines del año 1700 se convirtieron en un gigantesco cementerio, por lo que hoy se encuentra llena de cráneos y otros restos óseos humanos.
En 1955 se prohibieron las expediciones subterráneas pues mucha gente robaba lo que encontraba a su paso, y se impuso para los infractores una multa que actualmente es de 60 euros.
Pese a la prohibición muchos jóvenes se sumergen en las entrañas de la ciudad para curiosear y rastrear el pasado, algunos son atrapados por la policía que cuenta con alarmas y sensores, aunque la enorme extensión hacen que sea prácticamente imposible un control eficaz.
Fuente: Télam
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