Guerra Rusia-Ucrania: la Unión Europea ordena congelar los activos de Putin y Lavrov en el continente
La medida contra el presidente y el canciller rusos es en represalia por la invasión militar a Ucrania; el bloque no logró consenso para bloquear a los bancos rusos de la interfaz de pagos internacionales Swift, mecanismo esencial de las finanzas mundiales
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PARÍS.– La Unión Europea (UE) congeló los haberes de Vladimir Putin y de su ministro de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, para reforzar su arsenal de sanciones contra la invasión rusa de Ucrania, mientras los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) colocaron sus fuerzas en estado de alerta y enviaron unidades a reforzar el flanco este de Europa.
“Es un paso importante. Los únicos dirigentes en el mundo sancionados por la UE son el presidente sirio, Bashar al-Assad, y el de Bielorrusia, Alexander Lukashenko. Ahora también lo será Putin”, declaró ayer el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. Poco antes, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, había tomado la misma decisión.
El jueves, los jefes de Estado y de gobierno de los 27 socios de la UE habían aprobado en Bruselas una nueva batería de sanciones contra Rusia que deberían tener “masivas consecuencias”, según la declaración emitida al término de la cumbre extraordinaria. Unas sanciones que, sin embargo, excluyeron -por el momento- la expulsión de Rusia de la red bancaria Swift.
Las sanciones contra Putin y Lavrov, que habían sido evocadas en esa reunión, fueron agregadas ayer, después que Alemania e Italia retiraron sus reservas a esa propuesta apoyada por gran parte de los dirigentes europeos. Además del congelamiento de haberes, las sanciones suprimen también la posibilidad de viajar sin visa dentro del territorio de la UE.
Todos los especialistas coinciden, sin embargo, en considerar que las mismas tendrán escaso efecto a corto plazo.
“Antes que nada, porque Putin no esperó a que estallara la crisis para poner sus haberes a buen recaudo. Segundo, porque ningún dirigente de esta naturaleza saca una cuenta bancaria a su nombre en la sucursal de una esquina de Roma o París. Pero, es verdad, se trata de un gesto con fuerte simbolismo”, analiza Sven Biscop, profesor de estrategia en la universidad de Gand.
Muchos señalan que todas esas medidas exigen semanas -a veces meses- para entrar en vigor. Y mucho más para hacer sus efectos. En este caso, dando tiempo a Putin de terminar su invasión y alcanzar su objetivo. A saber: derrocar el actual gobierno de Kiev e instalar uno fantoche.
Tras la anexión de Crimea, en 2014, la UE y Estados Unidos adoptaron una serie de sanciones económicas que se tradujeron en una fuga masiva de capitales, un derrumbe de las inversiones y una fuerte caída del rublo. No obstante, el costo de esas medidas de retorsión “no bastó para conseguir un retiro ruso de Crimea, sino que señaló, simplemente, lo que los occidentales consideraban inaceptable”, explica Biscop.
De hecho, esas sanciones no impidieron al Kremlin lanzar ciberataques masivos, asesinar o intentar asesinar a opositores políticos y amenazar de invadir -ya entonces- el Donbass. Su efecto en el crecimiento ruso también fue limitado: -0,2% del PBI anual entre 2014 y 2018, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). Los proyectos gasíferos colosales realizados en el ártico por el grupo ruso Novatek y el francés Total fueron financiados sin recurrir al dólar. Un reciente informe del Congreso de Estados Unidos anotaba incluso que las exportaciones rusas de petróleo hacia Estados Unidos aumentaron, a pesar de las restricciones sobre ciertas tecnologías impuestas por Washington.
Fino estratega, Putin no decide nada a último momento. Y en este plano también planificó las cosas con tiempo.
“Los rusos son pobres, pero los cofres del Estado están llenos. Desde hace diez años el nivel de vida baja en el país, pero las reservas se acumulan. Son inmensas y le permitirán hacer frente a las sanciones”, señala Biscop.
Enorme “colchón”
Rusia puede, en efecto, congratularse de haber acumulado cerca de 640.000 millones de dólares en sus reservas de cambio. También dispone de un fondo soberano de 183.000 millones de dólares, un enorme “colchón” que le permitirá frenar el golpe de las sanciones, al menos por un tiempo.
Y después, está la ayuda de su gran aliado asiático, China. Anteayer, poco después del anuncio de las primeras sanciones por parte de la UE, Pekín anunció la compra “masiva” de granos rusos provenientes de “todas las regiones” del país.
Putin reaccionó a esas sanciones advirtiendo a los europeos que, a su vez, respondería con sanciones del mismo alcance. Es bien posible que las mismas pertenezcan al terreno energético. Europa importa 40% de sus requisitos en gas de Rusia, con una gran heterogeneidad entre los 27 socios. Gran dependiente de ese gas (50% de sus necesidades) Alemania -junto con Italia- fue, en el proceso de decisión de las sanciones, quien más resistió a penalizar a Vladimir Putin y a su ministro de Relaciones Exteriores.
“Hubiera sido la madre de todas las sanciones”
Ambos países también se negaron firmemente a retirar a Rusia del sistema Swift. Un castigo que Joe Biden estaba decidido a asumir, así como la mayor parte de los europeos. “Hubiera sido la madre de todas las sanciones”, lamenta una fuente de Bruselas.
Pero no todo está perdido. Los ministros de Finanzas de los 27 siguen discutiendo, y el Banco Central Europeo (BCE) debe realizar rápidamente un estudio sobre los posibles costos que esa medida significaría para las economías del bloque.
Las decisiones tomadas ayer por los jefes de Estado y de gobierno de la Alianza Atlántica (OTAN) en videoconferencia fueron mucho menos cuestionadas por algunos de sus 30 miembros, permitiendo demostrar determinación y unidad, en momentos en que la seguridad del continente se ve amenazada por Putin.
“Hemos reforzado nuestras fuerzas defensivas terrestres y aéreas en el flanco este de la Alianza, y marítimas en toda el área de la OTAN”, dice el comunicado emitido después de la reunión. “También activamos nuestros planes de defensa para prepararnos a responder a una amplia serie de contingencias y asegurar la totalidad del territorio de la Alianza”, dice el comunicado emitido después de la reunión presidida por el secretario general de la organización, Jens Stoltenberg.
En ese texto, los asistentes describen el ataque de Rusia contra Ucrania como “brutal, no provocado y totalmente injustificado”, deploran la “trágica pérdida de vidas, el enorme sufrimiento humano y la destrucción causada por Rusia”.
“La paz en el continente europeo ha sido fundamentalmente violada. El mundo considerará a Rusia, así como a Bielorrusia, responsables de sus acciones”, agrega.
Aun cuando las medidas adoptadas “son y seguirán siendo preventivas, proporcionales y sin escalada”, según Stoltenberg, demuestran la gravedad de la situación. Preparar planes para hacer frente a distintos escenarios de crisis forma parte del trabajo permanente de la Alianza en tiempos de paz. Pero el hecho de anunciar “la activación” de esos planes es inédito. ¿Fueron acaso activados en el pasado? “No lo sé”, eludió el alto funcionario el jueves. Si sucedió, fue “en secreto”, indica una fuente diplomática.
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