Guerra Rusia-Ucrania. Kiev pasa de operaciones defensivas a acciones ofensivas contra tropas rusas en dos ciudades claves

KIEV.- Los soldados ucranianos pasaron a la ofensiva contra las fuerzas rusas en el nordeste de Ucrania el viernes, tratando de hacerlos retroceder desde las afueras de dos ciudades claves, Kharkiv e Izium, ya que la dura batalla por el control del territorio en el este se convierte cada vez más en una brutal guerra de desgaste, sin que ninguna de las partes pueda para marcar un gran avance en la lucha.

Los funcionarios ucranianos se preparan para lo que temen que podrían ser ataques rusos aún más intensos durante el fin de semana, mientras el presidente ruso, Vladimir Putin, busca reclamar una victoria que pueda exhibir el lunes, el feriado del Día de la Victoria de Rusia, una celebración anual de la Unión Soviética por la derrota de la Alemania nazi. Los líderes locales anunciaron nuevos toques de queda y emitieron advertencias urgentes sobre la amenaza de ataques con misiles rusos intensificados.

Evaluar los éxitos reclamados por ambos bandos es difícil, ya que uno toma algunos pueblos un día en un área, solo para perder otros tantos a lo largo de una parte diferente del frente de 500 kilómetros de largo. Pero la afirmación de Ucrania de que estaba cambiando a acciones ofensivas en parte del país se produjo cuando las armas más sofisticadas y la artillería de largo alcance proporcionadas por los aliados occidentales fluían hacia el frente, lo que permitió a Ucrania tomar medidas más agresivas.

“Hay feroces batallas en curso, así como la transición de operaciones defensivas a acciones ofensivas en las áreas de Kharkiv e Izium”, dijo el comandante en jefe ucraniano, Valeriy Zaluzhnyi, al general Mark A. Milley, presidente de la Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos.

Al mismo tiempo, las fuerzas rusas parecen haber intensificado sus intentos de atrapar y destruir unidades ucranianas más al sur, dentro y alrededor de las ciudades de Kramatorsk y Sloviansk y las ciudades de Lyman y Barvinkove.

En la ciudad en ruinas de Mariupol, donde los combates continuaron, el viernes se envió nuevamente un convoy de evacuación a la planta siderúrgica de Azovstal, donde se cree que unos 200 civiles siguen atrapados bajo tierra, junto con los últimos soldados ucranianos que defienden la ciudad. El bombardeo ruso de la fábrica continuó durante la noche, mientras los combatientes ucranianos informaban de sangrientas batallas cuerpo a cuerpo en un laberinto de túneles y refugios nucleares, en lo que podría ser la batalla final de una de las campañas más salvajes de la guerra.

The New York Times

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