Guerra Rusia-Ucrania. Golpeada por las sanciones y la presión de Occidente, Rusia busca redireccionar sus exportaciones
Putin ordenó un cambio a gran escala para las commodities, pero el Kremlin tiene problemas para redirigir sus ventas de petróleo y metales; cuellos de botella en infraestructura, precios de remate y la incertidumbre sobre la demanda
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NUEVA YORK.- Ahora que Europa ha decidido desengancharse por decisión propia de su dependencia del petróleo, el gas y el carbón rusos, el presidente Vladimir Putin ha ordenado un redireccionamiento a gran escala de las exportaciones de commodities de su país, con mayores envíos a Asia, la construcción de nuevos gasoductos y oleoductos, y la ampliación hacia Oriente de su red ferroviaria.
Pero redibujar el mapa de sus exportaciones entraña una pesada carga para el Kremlin y profundiza los riesgos para la economía rusa, muy golpeada por las sanciones económicas de Occidente.
Esta semana, los funcionarios de la Unión Europea (UE) se abocaron a preparar una sexta ronda de sanciones cuyo objetivo es socavar las exportaciones de energía de Rusia. Entre las propuestas que se barajan está la prohibición gradual de las compras de petróleo ruso, así como sanciones a quienes prestan servicio a los exportadores rusos, como las aseguradoras de barcos, que ahogarían los envíos de crudo a otras partes del mundo.
Rusia demorará años en construir la nueva infraestructura que necesita para transportar las exportaciones que solía comprarle Europa. El Kremlin le está costando alquilar barcos petroleros, ya que las aseguradoras y los bancos temen ser también blanco de sanciones. Mientras tanto, las principales empresas de comercio internacional están recortando sus operaciones en Rusia. También hay certezas sobre la cantidad de materias primas rusas que estarían dispuestos a adquirir los grandes compradores como China, ya que Pekín está buscando diversificar sus proveedores.
Poder redireccionar sus exportaciones de productos básicos es crucial para Rusia, y en eso se juega el todo por el todo.
Las ventas de petróleo y gas aportaron casi el 42% de los ingresos del presupuesto federal de Rusia en el primer trimestre de este año. Los elevados precios de la energía tras la invasión de Ucrania siguieron llenando las arcas de Rusia y compensaron parcialmente la pérdida de clientes en Europa. Pero la caída a largo plazo de las exportaciones podría obligar al Kremlin a reducir sus gastos, justo cuando el gobierno necesita apuntalar la economía y evitar el malestar social por la caída de los ingresos.
La reestructuración de las exportaciones rusas también es crucial para la economía mundial. En las últimas décadas, Rusia se convirtió en exportador líder a nivel mundial de una variedad de productos básicos: una especie de gigantesca estación de servicio y pozo minero para los compradores internacionales. Las disrupciones en el intercambio comercial, en un clima de mercados globales ya ajustados, impulsarían aún más la inflación en Occidente.
“El giro energético de Rusia hacia Asia está sufriendo cuellos de botella de infraestructura, incertidumbre sobre la demanda y una logística complicadísima”, dice Maria Shagina, investigadora del Instituto Finlandés de Relaciones Internacionales. Si bien China y la India podrían aumentar el volumen de algunas de sus compras a Rusia, “eso no alcanza para compensar la pérdida del mercado europeo”, añade.
El mes pasado, Putin le ordenó a su gobierno que antes del 1 de junio, tenga listos los planes para expandir la infraestructura de exportación de energía a países de Asia, África y América Latina. El plan incluye la construcción de nuevos oleoductos y gasoductos desde Siberia, así como el desarrollo de la Ruta Marítima del Norte, un pasaje oceánico a lo largo de la costa ártica rusa.
“Si damos por sentado que en el futuro inmediato nuestro suministro de energía a Occidente seguirá disminuyendo es necesario acelerar la ejecución de proyectos de infraestructura –vías férreas, oleoductos y puertos– que permitan redirigir los suministros de petróleo y gas que iban a Occidente hacia mercados más prometedores del Sur y Oriente en los próximos años”, dijo Putin.
China, sin embargo, todavía no ha firmado su acuerdo con el Kremlin, y en marzo recortó un 14% sus compras de petróleo a Rusia. Hace tiempo que Pekín impulsa una diversificación de su suministro de energía y tiene otros proveedores, desde Medio Oriente para sus necesidades de petróleo y gas, hasta Australia y Estados Unidos para el gas natural licuado. Entre los proyectos de Pekín se cuenta una conexión de gas a China vía Mongolia, que abriría una alternativa al gasoducto de 55.000 millones de dólares llamado Power of Siberia que se inauguró en 2019. Gazprom PJSC, el gigante estatal ruso de gas natural, firmó un contrato para diseñar parte de la nueva conexión el 28 de febrero, cuatro días después de que Rusia invadiera Ucrania.
Japón, por suparte, sigue adelante con su proyecto de gas natural en Siberia, ya que busca aumentar sus importaciones de gas desde Rusia.
Durante décadas, Rusia orientó su infraestructura de exportación de petróleo y gas principalmente hacia Europa, por lejos el mayor mercado de destino de la energía rusa. Esa infraestructura incluye uno de los sistemas de oleoductos de crudo más grandes del mundo, el Druzhba, que significa en ruso “amistad”.
Pero Rusia encontró un cliente más que dispuesto a comprar su petróleo en la India, que considera a Rusia como su mayor proveedor de armas y se ha mantenido neutral en el conflicto de Ucrania. Aunque entre enero y febrero de este año la India compró solo un cargamento de la mezcla insignia del petróleo ruso, el “Urals”, en abril el gobierno de Delhi se abasteció de alrededor de 700.000 barriles diarios, según el monitor de datos Kpler.
La desventaja para el Kremlin es que India compra crudo ruso a bajo precio, lo que reduce los ingresos de Moscú y mantiene los precios bajos para otros compradores. En marzo, Nueva Delhi llegó a un acuerdo con Moscú para la compra de petróleo crudo con un descuento de al menos el 20% con respecto a los precios de referencia mundiales.
“El gran riesgo para los productores rusos es que Rusia se convierta en un vendedor con descuentos a perpetuidad”, advierte Viktor Katona, analista de energía de Kpler.
Otro problema para Rusia es que algunas aseguradoras se niegan a operar con buques que transportan crudo ruso, con el argumento de que los riesgos de incumplimiento son demasiado altos, dice Katona. Y diplomáticos de la UE, la próxima ronda de sanciones de Occidente puede dificultar aún más los negocios de las aseguradoras con los productores energéticos rusos.
Mientras tanto, algunos de los clientes chinos e indios del petróleo ruso, como las refinerías, han tenido problemas para obtener fondos bancarios para los envíos, señala George Voloshin, analista de la consultora Aperio Intelligence.
Problemas
En cuanto al carbón, Rusia envía alrededor de un tercio de sus exportaciones a Europa y la mitad a Asia. Pero aunque la demanda de esa materia prima en Asia está creciendo, Moscú enfrenta problemas para llegar hasta la zona: está a mucha mayor distancia que Europa, hay congestiones en el transporte ferroviario, y las primas de los seguros más altas, dice Voloshin.
En referencia a las exportaciones de metales, la siderúrgica Severstal PAO ha anunciado que redireccionaría sus ventas hacia Asia, Sudamérica y Medio Oriente. Pero los analistas señalan que Asia y América del Sur tienen suficiente acero propio. El repentino fortalecimiento del rublo, respaldado por el banco central de Rusia, también erosiona una de las ventajas competitivas del Kremlin, dice una fuente familiarizada con el tema.
“Definitivamente observamos una fuerte demanda de nuestros productos, pero no estamos listos para informar detalles y volúmenes, y seguimos trabajando en cuestiones técnicas, incluida la logística”, señaló una vocero de Severstal.
Hasta las empresas rusas que no fueron sancionadas enfrentan actualmente grandes obstáculos. MMC Norilsk Nickel PJSC no ha sido objeto de sanciones, y hay una inmensa demanda global de los dos metales que produce, el paladio y el níquel, esenciales para avanzar hacia formas de transporte más ecológicas. Sin embargo, la empresa ya tuvo problemas de logística, según señaló ante la televisión rusa su propio director ejecutivo, el oligarca Vladimir Potanin.
El paladio se transporta en avión, pero los cielos alrededor de Rusia están cerrados y eso dificulta sacar el metal del país, mientras que los puertos europeos se niegan a descargar los envíos de la empresa, se quejó Potanin. Consulado al respecto, un vocero de la compañía se negó a dar más detalles sobre el tema.
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