Guerra en Ucrania: “Tendremos la fuerza de detener el enemigo y de reconquistar lo que nos han sacado”
El rector del seminario greco- católico del Espíritu Santo en Lviv aseguró que no solo los solados, también el pueblo ucraniano enteró resistirá hasta el final la invasión rusa
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LVIV.- Como a todos los ucranianos, también al padre Igor Boyco, rector del seminario greco-católico del Espíritu Santo de esta ciudad del oeste de Ucrania, le ha cambiado la vida.
En este año de guerra, el padre Igor, que habla perfecto italiano, se movilizó para ayudar a la resistencia, recibió a centenares de desplazados internos, puso a disposición la gran cocina del seminario para que se prepararan raciones de comida para los soldados y llevó personalmente asistencia concreta a los lugares más castigados.
De 47 años, con estudios en diversas universidades pontificias de Roma en filosofía, teología, teología moral y experto en bioética, en una entrevista con LA NACION este sacerdote destacó cómo, más allá de la destrucción, las miles de muertes, las torturas y las heridas, en este primer año de guerra el pueblo ucraniano dejó en claro que no piensa bajar los brazos, sino resistir hasta el final.
- Ya pasó un año, ¿cómo ve la situación?
- Ante todo debo decir que yo estoy contento de que hemos vivido este año. Este año demostró que verdaderamente el coraje, la determinación, no solo fue de parte de los soldados, sino que todo el pueblo ucraniano se ha unido y ha demostrado una fuerza increíble. También los jóvenes, cuando hablo con ellos y les pregunto qué hacen, casi todos hacen voluntariado. Esto significa que la guerra, pese a todos los males que ha causado, porque trajo males terribles, la destrucción de casas, matanzas, muerte, torturas, nos han ocupado territorios, demostró que nosotros igual resistimos. Nosotros estamos en nuestra tierra y nosotros le hemos mostrado a todo el mundo que podemos combatir contra otro país que dice que su ejército es el segundo más poderoso del mundo.
- Ya entramos en el segundo año de guerra. ¿Qué podemos esperar?
- Desde el punto de vista humano, yo no puedo decir cómo terminará esta guerra, pero pienso que, si Occidente nos ayuda, si siguen enviándonos armas también desde Estados Unidos y otros países de la Unión Europea y de la OTAN, nosotros, con nuestra determinación, nuestro coraje, con nuestros soldados, al menos tendremos la fuerza de detener el enemigo y de reconquistar lo que nos han sacado. No queremos otra cosa que reconquistar y después, quizás, sentarnos a la mesa y hablar de tratados. Si quieren hacer la paz, hacemos la paz, pero debe ser una paz justa, no una paz por la que nos tenemos que rendir y basta. Eso no está bien.
- ¿Es verosímil una retirada de los rusos de la península de Crimea y del Donbass ocupados?
- Esto es difícil de decir. Reitero, desde el punto de vista humano, parece difícil. Crimea fue tomada en 2014 de manera muy fácil, sin combates, entraron y listo. Ellos siempre quisieron que Crimea se transformara en una base militar, este fue su objetivo, siempre tuvieron sus naves allí, el adiestramiento y demás. No sé. Es mi deseo, yo querría que el Donbass, las regiones de Lugansk y de Donetsk y la península de Crimea, vuelvan a formar parte de Ucrania. Cuánto nos puede costar esto, es otra cuestión… Cuántas vidas aún tenemos que perder, es otra cuestión. Pero pienso que tenemos que intentarlo.
- Usted ha ido a Kherson (ciudad que estuvo nueve meses bajo ocupación rusa, liberada en noviembre, pero bajo continuos ataques), donde me contaba que habló con personas que sufrieron terribles torturas… ¿Hay cansancio en la gente para usted?
- He hablado con personas que han sufrido torturas, cuyas casas han sido destruidas y ellos, es verdad, dicen que el comportamiento de los rusos ha sido inaceptable, que han cometido crímenes militares. Pero la gente, que incluso tiene sus casas destruidas, no se va de Kherson, no se va de Kharkiv, se quedan ahí. La gente dice ‘bueno, pasó esto, perdimos a tal pariente, la casa, pero tenemos que seguir viviendo, reconstruyamos la casa, sigamos adelante, hacemos lo que podemos hacer’. Es decir, la gente no cae en el pánico y huye, que es lo que quizás quería Putin, sino que la gente, aún si ha padecido estas injusticias, piensa en cómo seguir viviendo en esta tierra. Y para mí, esto da también un poco de esperanza… Porque pese a que no todo va bien, pese a que quizás no tenemos grandes éxitos en el campo de batalla, de todos modos, nosotros no nos rendimos, no bajamos los brazos.
- ¿Pueden curarse las heridas?
- Me impactó conocer personas que han sufrido torturas, nunca me olvidaré sus testimonios porque muchos dicen que los rusos quizás del punto de vista física no te han matado, pero sí del punto de vista del alma. Si alguien estuvo dos o tres semanas bajo torturas, te han desnudado, te han sentado a una silla, te han atado manos y pies y te han comenzado a golpear, a utilizar picanas eléctricas, esto es terrible. Conocí a un muchacho en Kherson que me contó que le hicieron todo eso sólo porque lo encontraron con un chip telefónico ucraniano, que lo dejaron libre sólo después de tres semanas, perdió 20 kilos y ahora poco a poco se está recuperando. Pero para mí, su amor por Ucrania no ha disminuido, él sigue hablando de esto, pero él dice que sigue amando a su patria y creo que el amor por la patria es eso que hace que todos aquí estén dispuestos a dar su vida.
- Hace un año, usted había dicho que Putin estaba cometiendo un genocidio del pueblo ucraniano…
- Sí, puedo confirmarlo y me acuerdo que dije eso cuando aún no sabía que se habían cometido crímenes espantosos, aún no se había descubierto lo que había ocurrido en lugares como Bucha, Irpin e Izium, donde se encontraron fosas comunes. Por eso no cambio mi opinión, este año de guerra ha mostrado las atrocidades y todo el odio que Putin tiene en contra del pueblo ucraniano, porque mata a la gente inocente, mata personas que aman a Ucrania. Putin no ama Ucrania y no tiene ningún respeto por las personas que viven en nuestra tierra y piensa que, matando al pueblo ucraniano, arrasando sus casas, sus ciudades, sus pueblos, puede conquistar al pueblo ucraniano. Lamento todo lo que está sufriendo el pueblo ucraniano, las fosas comunes halladas y que seguramente se descubrirán en otras zonas que liberaremos, confirman que este es un exterminio del pueblo ucraniano. Hay que decir claramente que es un genocidio, pero nosotros resistimos y resistiremos.
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