Guerra en Ucrania: qué armamento envió Occidente hasta ahora y para qué sirvió
El gobierno de Zelensky exige mayor asistencia en armas pesadas, que hasta ahora fueron claves para enfrentar a las tropas invasoras, pero insuficientes
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El mensaje de la primera dama de Ucrania a los legisladores estadounidenses, en medio de imágenes crudas y gráficas del derramamiento de sangre de civiles, no podría haber sido más claro: después de casi cinco meses completos desde que Rusia lanzó su invasión, Olena Zelenska dijo que su país necesita más armas occidentales.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, la envió a Washington para apelar directamente al Congreso de los Estados Unidos por los sistemas de defensa aérea.
La apelación del miércoles se produjo cuando Rusia sugirió que planea apoderarse de áreas más amplias más allá de la región industrial del este de Ucrania conocida como Donbass, y el ministro de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, enfatizó que Moscú también reclama la región de Kherson y parte de Zaporiyhia y expandirá “continua y persistentemente” sus ganancias en otros lugares.
Los miles de millones de dólares en asistencia militar occidental fueron cruciales para Ucrania para defenderse de los ataques rusos, pero los funcionarios en Kiev dicen que las cifras aún son demasiado pequeñas para cambiar el rumbo de la guerra.
Esto es lo que Ucrania recibió hasta ahora, y qué país se lo mandó:
Lanzamisiles
Los sistemas Himars suministrados por Estados Unidos y los M270 similares de Gran Bretaña reforzaron significativamente la capacidad de ataque de precisión del ejército ucraniano.
El Himars y el M270 tienen un mayor alcance, una precisión mucho mejor y una velocidad de disparo más rápida en comparación con los lanzacohetes múltiples Smerch, Uragan y Tornado de diseño soviético utilizados tanto por Rusia como por Ucrania.
Los Himars montados en camiones disparan misiles guiados por GPS capaces de alcanzar objetivos a una distancia de hasta 80 kilómetros, una distancia que los pone fuera del alcance de la mayoría de los sistemas de artillería rusos. Los lanzadores móviles son difíciles de detectar para el enemigo y pueden cambiar rápidamente de posición después de disparar para escapar de los ataques aéreos.
El ejército ucraniano recibieron hasta ahora una docena de Himars y varios sistemas M270, pero ya los usó para atacar con éxito los depósitos de municiones y combustible rusos en el este de Ucrania, esenciales para apoyar la ofensiva de Moscú. El miércoles, las fuerzas ucranianas supuestamente usaron Himars para atacar un puente estratégico en la región sureña de Kherson, ocupada por Rusia.
“Himars apenas tuvo descanso durante el día o la noche. Su potencial se utilizó al máximo”, dijo a The Associated Press el experto militar ucraniano Oleh Zhdanov. “Los resultados han sido impresionantes. Más de 30 objetivos rusos importantes han sido alcanzados con alta precisión en las últimas dos semanas”.
Hasta el momento, las autoridades estadounidenses se abstuvieron de proporcionar a Ucrania misiles de mayor alcance para los lanzadores Himars que pueden alcanzar objetivos de hasta 300 kilómetros, lo que permite que el ejército alcance áreas muy adentro del territorio ruso.
Artillería pesada
Ucrania recibió más de 200 sistemas de artillería pesada de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN. Entre ellos, había M777 de Estados Unidos, el Caesat francés, el PzH 2000 alemán y algunos otros sistemas de artillería de largo alcance remolcados y autopropulsados.
Los obuses occidentales tienen algunas ventajas sobre los sistemas más antiguos de diseño soviético en los arsenales ruso y ucraniano, pero las tripulaciones ucranianas necesitan tiempo para aprender a operarlos. Su amplia variedad plantea desafíos logísticos obvios.
“Ucrania recibió una enorme cantidad de equipo de artillería que es muy diverso”, dijo Michael Kofman, un experto en el ejército ruso y director de programa del centro de estudios CNA con sede en Virginia. “Terminaron con un zoológico interactivo de artillería, y es muy difícil hacer mantenimiento, sostenimiento y logística”.
Un problema más grave es que el número de armas occidentales sigue siendo demasiado pequeño.
El asesor presidencial ucraniano Mykhailo Podolyak dijo el mes pasado que el país necesita al menos 1000 obuses pesados, 300 lanzacohetes múltiples, 500 tanques y 2000 vehículos blindados, mucho más de lo que proporcionó Occidente.
“Las armas occidentales son superiores a las de la era soviética, pero los números han sido demasiado pequeños para cambiar el rumbo de la guerra”, dijo Zhdanov.
Tanques
Según el gobierno ucraniano, el país recibió más de 300 tanques T-72 de fabricación soviética de Polonia y la República Checa, y ya los usó en combate.
Sin embargo, la prometida entrega de los tanques Leopard alemanes está en suspenso, un retraso que provocó una airada respuesta en los medios y redes sociales ucranianos.
Ucrania recibió varios cientos de vehículos blindados de transporte de personal de Estados Unidos y algunos aliados de la OTAN, una colección heterogénea de vehículos que no compensó por completo lo que ya perdió.
Los aliados occidentales también proporcionaron a Ucrania una gran cantidad de armas antitanque portátiles, que desempeñaron un papel clave para ayudar a los soldados ucranianos a diezmar los convoys blindados rusos.
Drones
En la primera parte de la guerra, Ucrania utilizó ampliamente su inventario de drones de lanzamiento de bombas guiados por láser Bayraktar TB-2 de fabricación turca para atacar largos convoys de tropas rusas y columnas de suministro. Los bayraktars, sin embargo, se volvieron menos efectivos frente a las defensas aéreas y electrónicas rusas más densas en el este de Ucrania.
Desde que comenzó la guerra, Estados Unidos y sus aliados occidentales enviaron cientos de otros drones, incluido un número no especificado de Switchblade 600 “kamikaze” que llevan ojivas que perforan tanques y usan inteligencia artificial para rastrear objetivos. Pero su alcance es limitado y solo pueden permanecer en el aire durante unos 40 minutos.
Ucrania presionó con fuerza para obtener drones de largo alcance más avanzados que puedan sobrevivir a las interferencias de radio y las interferencias del GPS y que dependan de las comunicaciones por satélite para el control y la navegación.
Sistemas de defensa aérea
Estados Unidos y otros aliados de la OTAN proporcionaron a Ucrania más de 2000 sistemas portátiles de misiles de defensa aérea, o MANPADS, como Stinger y otras armas similares.
Estos sistemas compactos son eficientes contra helicópteros de combate y aviones a baja altura, y el ejército ucraniano los utilizó para infligir pérdidas significativas a la fuerza aérea rusa, restringiendo su capacidad para brindar apoyo aéreo cercano a las fuerzas terrestres y ayudando a reducir el ritmo de la ofensiva de Moscú.
Al mismo tiempo, Ucrania también presionó a Occidente para que le suministre sistemas de defensa aérea de mediano y largo alcance que serían capaces de derribar misiles de crucero y aviones de alto vuelo. Recibió varios sistemas de defensa aérea de largo alcance S-300 de fabricación soviética de Eslovaquia, el tipo de armas que el ejército ucraniano ha operado durante mucho tiempo.
Estados Unidos también se comprometió a dar a Ucrania dos sistemas de defensa aérea de rango medio Nasams. Alemania prometió suministrar a Ucrania 30 cañones antiaéreos autopropulsados Gepard, pero aún no llegaron.
Aviones de combate
Desde el comienzo de la invasión el 24 de febrero, Ucrania instó a los aliados occidentales a que le proporcionen aviones de combate para desafiar la superioridad aérea de Rusia.
Sin embargo, Estados Unidos y sus aliados se mostraron reacios a dar a Ucrania los aviones de combate que pide, por temor a que provoque una respuesta creciente de Moscú, que ha advertido a la OTAN que suministrar aviones de combate a Ucrania podría equivaler a unirse al conflicto.
En marzo, el Pentágono rechazó la propuesta de Polonia de entregar sus aviones de combate MiG-29 de fabricación soviética a Ucrania transfiriéndolos a través de una base estadounidense en Alemania, citando un alto riesgo de desencadenar una escalada entre Rusia y la OTAN. Ucrania tiene su propia flota de MiG-29, pero no está claro cuántos de esos y otros aviones todavía están en servicio.
A principios de este mes, Eslovaquia anunció su intención de entregar su flota MiG-29 a Ucrania mientras espera la entrega de aviones de combate F-16 de Estados Unidos, pero no se tomó ninguna medida.
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