Guerra abierta por el control del Partido Popular: escala la pelea entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso tras una filtración
Las tensiones entre ambos se dispararon esta mañana luego por una investigación que habría lanzado la dirección del partido sobre el hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid por corrupción
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BARCELONA.- La tregua entre el líder del Partido Popular (PP), Pablo Casado, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a raíz de las elecciones regionales en Castilla y León se rompió estrepitosamente este jueves. Apenas 72 horas después de los comicios castellanos, la filtración sobre el presunto encargo a una compañía privada de detectives para que espiara el entorno de Ayuso por parte de la dirección del PP ha desenterrado el hacha de guerra entre los dos políticos que se disputan el liderazgo del partido, y por extensión, de la derecha española.
La polémica estalló por la mañana tras la filtración publicada por los diarios El Mundo y El Confidencial sobre la investigación que habría lanzado la dirección del partido el pasado mes de octubre para averiguar si el hermano de Díaz Ayuso habría cobrado comisiones ilegales por la adjudicación de un contrato del gobierno a un amigo suyo para la compra de mascarillas al inicio de la pandemia, y cuyo valor ascendía a 1,5 millones de euros.
En concreto, según El Confidencial, Ángel Carromero, director general de coordinación del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, habría hecho el encargo de espionaje a la compañía de detectives. Otras fuentes apuntan que el encargo se habría hecho en nombre de la Empresa Municipal de la Vivienda del Ayuntamiento de Madrid. Los detectives habrían rechazado la petición y habrían informado a un exministro popular, que informó luego a Ayuso de las pesquisas. Tanto el alcalde Martínez Almeida, cercano a Casado, como la dirección del partido desmintieron las informaciones sobre el presunto espionaje.
Al mediodía, Díaz Ayuso compareció en la sede del gobierno de Madrid para cargar con extrema dureza contra la dirección del PP de Casado, a la que acusó de tratarla con “crueldad”.
“Es muy doloroso que dirigentes de tu partido, en lugar de darte su apoyo, sean quienes te quieren destruir”, espetó visiblemente molesta. Además, Díaz Ayuso calificó de “insensato” el hecho de haber situado a su familia en el punto de mira para atacarla y desprestigiarla “personalmente y políticamente”. “No encontrarán ninguna corrupción en mis actuaciones por mucho que investiguen … Pude cometer errores, pero no ilegalidades”, se defendió la flamante presidenta de Madrid.
Reacción inmediata
Minutos después del discurso de Díaz Ayuso, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, respondió con contundencia a las alegaciones de la presidenta regional e informó que se le ha abierto un expediente por haber “vertido acusaciones gravísimas, casi delictivas, contra el presidente y toda la formación”. Una reacción tan inmediata como fulminante sugiere que la guerra fratricida en el principal partido conservador ha alcanzado un punto de no retorno.
“Espero que se despejen todas las dudas de cara a nuestros militantes y votantes”.
— Partido Popular (@populares) February 17, 2022
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García Egea defendió la actuación del partido en este asunto, que consistió en investigar un posible fraude denunciado meses antes por eldiario.es. Sin embargo, al no encontrar pruebas sólidas, optó por no alertar a la Fiscalía. “Desde que a la vuelta del verano recibimos la información de estas presuntas irregularidades [en un contrato del gobierno de Madrid], y se le consulta a Isabel Díaz Ayuso sobre la veracidad de las mismas, lo único que recibe esta dirección, en vez de una respuesta clara, es una campaña masiva de ataques, infundios y calumnias”, dijo el secretario general.
Curiosamente, hace tan solo tres años Casado y Díaz Ayuso, que habían compartido varios años de militancia en las Juventudes del PP, eran aliados políticos. De hecho, fue Casado quien apostó por Díaz Ayuso como candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid en 2019, cuando esta era todavía una desconocida. No obstante, una vez investida presidenta, Ayuso se desmarcó de la dirección del partido en varias ocasiones, una estrategia que se interpretó como un intento de proyectarse a nivel nacional y que enojó a Casado. Más que ideológica, la de Díaz Ayuso y Casado es una descarnada lucha por el poder.
La aplastante victoria de Díaz Ayuso en mayo del año pasado en unas elecciones anticipadas en Madrid propulsó definitivamente su figura como estrella emergente del firmamento conservador español. Las hostilidades entre ambos bandos se desencadenaron poco después, cuando Díaz Ayuso anunció su intención de presidir también la organización del partido en Madrid, un cargo que le permitiría controlar los resortes de poder internos de la formación. Casado maniobró para impedirlo, temeroso de que ella utilizada esa palanca para plantarle un pulso por el liderazgo del PP, y por ello no existe fecha para la celebración del Congreso del PP en Madrid.
La guerra interna en el seno del PP ha estallado justo cuando el partido debe resolver un delicado dilema: fraguar una coalición con la ultraderecha de Vox en la Junta de Castilla y León o arriesgarse a una repetición electoral. El expresidente español José María Aznar se pronunció el miércoles al respecto y marcó distancias con el partido que lidera Santiago Abascal: “Vox es un partido que está a la derecha de la derecha. Su referente es [la diputada francesa Marine] Le Pen. El PP es un partido constitucionalista y europeísta. No veo las ventajas para España de que la señora Le Pen estuviera en el gobierno”.
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