Golpe de timón en la derecha española: un delfín de Aznar reemplaza a Rajoy en el PP
MADRID.- Golpe de timón en la derecha española. Pablo Casado, el joven delfín del expresidente José María Aznar, se impuso como nuevo líder del Partido Popular (PP), lo que augura un retorno a las raíces más ideológicas y menos pragmáticas de la agrupación.
"Yo no tengo vergüenza de ser del PP, ni de su pasado ni de decir que vamos a volver a la España de la bandera, de la familia y de Dios", dijo el dirigente, de 37 años, al delinear su visión de la política y de la vida.
En sus discursos de campaña defendió la unidad de España frente a los independentistas de Cataluña, propuso ilegalizar a los partidos que quieran "romper la Constitución y la ley", y siempre pidió "libertad" para Cuba y Venezuela.
Su retórica de derecha sin disimulos lo conectó con las bases de un partido acosado por los escándalos de corrupción, que significaron la destitución del expresidente del gobierno Mariano Rajoy por una moción de censura del Congreso español.
La duda es si esa misma posición le valdrá para volver al gobierno, en un país para el que prometió mano dura ante el independentismo de Cataluña -incluida la represión policial contra los votantes del referéndum separatista- y el avance del progresismo.
A diferencia del actual gobierno, no quiere diálogo alguno con el separatismo catalán. "No cabe dialogar con quienes rompen la legalidad", repitió a lo largo de la corta campaña.
La otra, si no lo afectará un sospechoso expediente académico por una titulación en Derecho lograda en un tiempo tan sorprendentemente corto como su ascenso en el mundo de la política. Ese expediente será, seguramente, revisado por muchos ojos en el futuro inmediato.
Hace poco, la expresidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes tuvo que renunciar acosada, entre otras cosas, por un título de máster obtenido de forma irregular.
Para subrayar la idea de unidad del Estado español, lo primero que hizo Casado fue llamar al rey Felipe VI y prometerle "lealtad".
Lo segundo fue dar un discurso en el que anticipó su rechazo a la ley de eutanasia y al proyecto para desenterrar y retirar del monumental Valle de los Caídos los restos del fallecido dictador Francisco Franco, una medida impulsada por el gobierno socialista. "Ambas cosas son innecesarias", dijo. Cada vez que lo afirma recuerda que su abuelo fue perseguido por el franquismo.
Terremoto
La llegada del sonriente Casado es un terremoto en varios sentidos. Generacional, porque tiene apenas 37 años y ninguna experiencia de gobierno. Audaz, porque se enfrentó a la burocracia del partido, que manejaba a la perfección la derrotada exvicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en un nuevo y duro revés para el destituido Rajoy, que apostaba por su exmano derecha.
También implica un cambio de estrategia para el gobierno del socialista Sánchez, que apostaba a poder acordar "mejor" con el pragmatismo de la derrotada Santamaría.
Seis semanas atrás ni siquiera Casado, que se desempeñaba en ese momento como vicesecretario de Prensa del partido, soñaba con esta posibilidad de llegar a la cúspide del PP.
El sorpresivo desplazamiento de Rajoy del gobierno le abrió la puerta. Fue el primero en lanzar la candidatura. "Quiero ser presidente del partido y presidente del gobierno", dijo. Tuvo que presentarse él mismo porque, en ese momento, nadie lo avalaba ni apostaba por él.
No fue ganador en la primera ronda de las primarias, en la que el voto de los militantes prefirió por escaso margen a Sáenz de Santamaría. Pero se impuso en el Congreso partidario: le dieron el 57% de los votos. Una diferencia de más de 400 votos sobre un total de 3082.
Su déficit más evidente es que no tiene experiencia alguna de gobierno. Su activo es -dicen muchos- el perfil generacional, que le permitiría competir en mejores condiciones con el también joven Albert Rivera, líder del liberal partido Ciudadanos, que creció en buena medida a costa de capturar votos del PP. Pero el riesgo va en igual sentido para un partido que, tradicionalmente, tiene mucho voto entre jubilados.
Casado y padre de dos hijos, con su incorporación al primer plano de la política, la conducción tanto en el gobierno como en los principales partidos de España quedó en manos de hombres menores de 47 años.
En un mensaje de felicitación en Twitter, el presidente español, el socialista Pedro Sánchez, deseó a Casado "ánimo en la tarea que tiene por delante", al tiempo que indicó que el gobierno "seguirá trabajando por el crecimiento económico, el empleo digno, la conquista de nuevos derechos y libertades y la reconstrucción del Estado del bienestar".
Pablo Casado
Presidente del Partido Popular
Profesión: economista
Edad: 37 años
Origen: Palencia
- El joven economista fue elegido presidente del Partido Popular (PP) por el congreso de la agrupación, con 57% de los votos
- Fue diputado en las Cortes Generales y también en la Asamblea de Madrid, pero carece de experiencia en cargos ejecutivos; ese es su principal déficit
- Casado y padre de dos hijos, en abril pasado surgieron dudas por un sospechoso máster en Derecho Autonómico que obtuvo sin asistir a clases ni rendir exámenes, según él mismo reconoció, y una licenciatura exprés en Derecho
- Totalmente alineado con las banderas más tradicionales del PP, ayer prometió "volver a la España de la bandera, de la familia y de Dios"
- En sus discursos de campaña defendió la unidad de España frente a los independentistas de Cataluña, y suele pedir la recuperación de la "libertad" para Cuba y Venezuela
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