Gesto “republicano” de Boric: invitó a Piñera a viajar juntos a la asunción del presidente de Paraguay
El presidente chileno viajó con su antecesor en el avión oficial a Asunción; durante el vuelo discutieron sobre el pacto fiscal, jubilaciones y “cómo mejorar el clima político”
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SANTIAGO, Chile.- Luego del golpe político y afectivo que significó la renuncia al gabinete de Giorgio Jackson -su principal amigo y colaborador en La Moneda-, el presidente chileno, Gabriel Boric, experimentó algunas horas de calma para delinear lo que será una suerte de segundo tiempo de su administración y cómo intentará llegar a acuerdos con la oposición para retomar el diálogo y sacar adelante su ambicioso plan de reformas en materia tributaria y de pensiones.
Así, y con la idea de encauzar esa estrategia, el mandatario dio un primer paso y gestó un acercamiento concreto con Sebastián Piñera, exgobernante chileno y su antecesor en el cargo, con quien sostuvo un encuentro de más de una hora arriba del avión presidencial y en medio del vuelo a Paraguay, en una actividad que fue calificada como un gesto “republicano” y “cívico”. Ambos políticos viajaron para participar en calidad de invitados al cambio de mando que se realizó este martes en Asunción y que significó la toma de posesión de Santiago Peña.
“Me invitó Mario Abdo y Santiago Peña, que son los presidentes entrante y saliente, y cuando supo, el presidente Boric me invitó a acompañarlo en el avión”, contó Piñera, particularmente sonriente. “Más allá de las legítimas diferencias, que son muchas, la política exterior tiene que ser siempre una política de Estado y como presidente del grupo Libertad y Democracia quiero contribuir a las buenas relaciones de Chile con todos los países del mundo y en este caso Paraguay”, agregó el exmandatario de derecha.
A su llegada a Asunción, fue el propio Boric quien reveló el tenor del diálogo que tuvo con Piñera y los tópicos que abordaron. “Sostuvimos una interesante conversación sobre temas atingentes a Chile con visión de Estado, temas que le preocupan a nuestro país y cómo podemos colaborar, trabajar juntos para destrabar el momento político”, dijo el presidente chileno, quien puntualizó que por parte de ambos hubo reflexiones específicas sobre la reforma previsional, el pacto fiscal y mecanismos para mejorar la convivencia.
“Es parte de la institucionalidad del Estado y creo que le hace bien a nuestro país (…) Creo que estas instancias contribuyen a mejorar el diálogo, mejorar el clima y espero que hoy día no haya más excusas para que todos nos sentemos a la mesa y logremos un acuerdo por el bien de Chile”, agregó el jefe de Estado.
De manera casi paralela, la vicepresidenta Carolina Tohá anunció que el mandatario convocó para este jueves a los partidos del bloque opositor Chile Vamos para una sostener reunión en La Moneda y “retomar un diálogo en materias de pacto fiscal, de reforma previsional”.
“El Gobierno por sí solo no puede, y necesita llegar a acuerdos con la oposición para emprender en el Parlamento agendas en temas que afectan la vida de los chilenos y chilenas todos los días”, dijo Tohá. “Quizás ahora que se ha dejado de lado lo que por mucho tiempo parecía ser una dificultad para este diálogo, que era la permanencia del exministro Jackson, él hizo este gesto y ese gesto nos da una posibilidad como país de sentarnos a trabajar, de sentarnos a conversar y de construir estos acuerdos”, añadió.
Estratégico
Para Mauricio Morales, analista político y académico de la Universidad de Talca, sin embargo, el encuentro entre ambos referentes obtuvo escasos réditos para el oficialismo, en un contexto aún incipiente. “Boric buscó en Piñera un apoyo para abrir la negociación con la oposición. Sin embargo Piñera dio un portazo, no al diálogo, pero sí a los contenidos de las reformas propuestas por el gobierno. Visto así, la mini cumbre entre Boric y Piñera no dio los resultados esperados para La Moneda, y la oposición sigue tan firme como antes de la cita”, evaluó.
En Asunción, fue el propio Sebastián Piñera quien profundizó en su rol. “La situación de Chile es muy grave (…) y yo por eso como expresidente siempre voy a colaborar para que haya un buen diálogo y buenos acuerdos”, dijo. “Chile Vamos siempre ha estado disponible al diálogo y a los acuerdos, lo que pasa es que los proyectos originales en materia de reforma tributaria y de pensiones, en mi opinión, eran muy malos y por eso tanto el diálogo como los acuerdos tienen que confluir en buenos proyectos buenos acuerdos y buenas soluciones”, señaló.
“Un país que se dedica a una lucha o guerra fratricida entre sus propios hijos, no tiene destino”, puntualizó Piñera, quien fue presidente en Chile durante dos periodos. Alejandro Olivares, analista político de la Universidad Católica de Temuco, planteó que el encuentro con Boric también le significó a Piñera una oportunidad de retomar protagonismo.
“La reaparición en la agenda pública de Sebastián Piñera tiene un interés en reposicionar su liderazgo y ser una alternativa de competencia tanto para José Antonio Kast o Evelyn Matthei, las principales figuras de la oposición, y así reordenar los liderazgos en la derecha. Lo que él hace al promover un acuerdo en el sistema de pensiones, es dar una suerte de espaldarazo al gobierno y diferenciarse de otros grupos como Republicanos. Es un reposicionamiento de Piñera y que al gobierno le sirve en la medida que el expresidente pueda ser mucho más dialogante que lo que Republicanos pueda ser. Ahí hay un uso estratégico del gobierno también”, expuso Olivares.
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