Geopolítica, recursos y comercio: el cóctel que convierte a Groenlandia en un territorio tan codiciado por las potencias

WASHINGTON.- El presidente electo Donald Trump reiteró el martes su intención de que Estados Unidos obtenga el control de Groenlandia “por motivos de seguridad nacional”. La importancia comercial y geopolítica de la isla, que crece en sintonía con el cambio climático, ha vuelto a Groenlandia un territorio muy codiciado por las grandes potencias.

“Groenlandia es el punto donde se encuentran el cambio climático, la escasez de recursos, las tensiones geopolíticas y los nuevos patrones comerciales”, dijo Geoff Dabelko, profesor de seguridad y medio ambiente de la Universidad de Ohio y afirmó que la isla es “fundamental de muchas maneras en la competencia geopolítica y geoeconómica”, en parte debido al cambio climático.

Esta no es la primera vez que Trump muestra interés en la isla del ártico. Desde su primer mandato, el presidente electo ha mostrado interés en adquirir la isla, un territorio autónomo de Dinamarca, que también alberga una enorme base militar estadounidense.

Razones comerciales

“Groenlandia es una vía desde el Artico hasta América del Norte, hasta Estados Unidos. Es muy importante en términos estratégicos para el Ártico, que va a ser un campo de batalla crítico para el futuro porque, a medida que las temperaturas globales aumentan, el Ártico va a ser una ruta que tal vez reduzca el uso del Canal de Panamá”, dijo Robert C. O’Brien, exasesor de seguridad nacional de Trump, en una entrevista con Fox News.

Así, mientras el cambio climático parece abrir nuevas rutas navegables alrededor del Ártico a medida que el hielo se derrite, también pone en riesgo las capacidades de funcionamiento actuales del Canal de Panamá.

En 2023, por ejemplo, una prolongada sequía provocó una amplia disrupción en el funcionamiento del Canal cuando los niveles de agua en el Lago Gatún, la principal reserva hidrológica del canal, descendieron a niveles históricamente bajos, y las autoridades redujeron el tráfico de barcos para conservar el agua dulce del lago.

En aquel caso, el parate de largas filas de barcos que esperaron durante semanas para cruzar el canal amenazaron con desencadenar un efecto dominó en las cadenas de suministro globales.

Sin embargo, según los expertos, el Ártico sigue siendo un lugar difícil en el que operar a pesar del impacto del cambio climático.

“Las condiciones en el Ártico pueden ser extremadamente difíciles, incluso cuando la ausencia de hielo marino permite el paso”, afirma Helene Tofte, directora de cooperación internacional y clima de la Asociación Noruega de Navieros.

Recursos naturales

Al mismo tiempo, el territorio cuenta con valiosos minerales de tierras raras necesarios para las telecomunicaciones, así como uranio, miles de millones de barriles de petróleo sin explotar y un enorme suministro de gas natural que solía ser inaccesible pero que ahora, a medida que los hielos del ártico comienzan a derretirse, lo es cada vez menos.

Actualmente, China es el encargado de abastecer al planeta de muchos de esos minerales, razón por la que países como Estados Unidos se han mostrado interesados en la explotación de los recursos del Ártico, explicó Dabelko.

Sin embargo, la explotación de estos recursos podría resultar más difícil de lo esperado. Hace tres años, el gobierno de Dinamarca suspendió la explotación petrolera en las costas del territorio, hogar de 57.000 habitantes, en parte debido a la complejidad de las operaciones.

Catástrofes climáticas

La importancia geopolítica de Groenlandia en términos de sus efectos climáticos es otra de las posibles razones del interés de Trump por el territorio.

El posible derretimiento de los hielos árticos podría significar una catástrofe que cambiaría los patrones climáticos de manera drástica, afectando a millones en todo el planeta. Si todo el hielo de Groenlandia llega a derretirse, advierten los expertos, el nivel del mar del planeta se elevaría 7,4 metros, reconfigurando las costas de todo el mundo.

Aunque el escenario del total derretimiento de la isla parece exagerado, su aceleración no es despreciable. Si desde 1992, Groenlandia perdió aproximadamente 169.000 millones de toneladas de hielo cada año, para 2019 las pérdidas alcanzaron las 444.000 millones de toneladas anuales.

Por otro lado, Groenlandia funciona como el motor e interruptor de una corriente oceánica clave que influye de distintas maneras en el clima de la Tierra, como en la actividad de huracanes y tormentas invernales que azotan con regularidad a Estados Unidos, entre otros países.

Este fenómeno se llama Circulación de vuelco meridional del Atlántico (AMOC por sus siglas en inglés), y actualmente se está desacelerando debido a la mayor cantidad de agua dulce que llega al océano debido al derretimiento del hielo de Groenlandia, explicó Mark Serreze, director del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo en Boulder, Colorado.

Se teme que un corte en la “cinta transportadora” de la AMOC pueda convertirse en un punto de inflexión climático que podría sumir a Europa y a partes de América del Norte en congelaciones prolongadas.

Repercusiones políticas

La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, abordó las declaraciones de Trump durante una entrevista con el canal danés TV2 y señaló que Estados Unidos es el “aliado más importante y cercano” de Dinamarca. Dijo también que no creía que Estados Unidos usase la fuerza militar o económica para asegurar el control sobre Groenlandia.

Frederiksen repitió que era bien recibido el renovado interés de Estados Unidos en la región Ártica, pero que tendrá que ser “de una manera que respete al pueblo groenlandés”.

“Al mismo tiempo, debe hacerse de una manera que permita a Dinamarca y a Estados Unidos seguir cooperando en, entre otras cosas, la OTAN”, comentó Frederiksen.

Agencias AP y AFP

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