Fútbol: el Camp Nou vacío y el Bernabéu repleto simbolizaron la España polarizada

BARCELONA.- Ni un hincha para sus 99.354 asientos. Mientras las calles se llenaron de catalanes que querían votar, el Camp Nou quedó vacío. Un estadio esquelético para recibir el duelo entre el Barcelona y Las Palmas. "Ante la situación excepcional que se ha vivido en Cataluña, hemos intentado que la Liga de Fútbol Profesional (LFP) aplazara el encuentro", explicó Josep Maria Bartoméu, presidente del Barcelona. Cuando se conoció que el duelo entre el Barça y Las Palmas coincidiría con el día programado por el gobierno catalán para celebrar el referéndum, el club azulgrana le pidió a LFP cambiar la fecha. La respuesta fue no.

"Hemos querido jugar el partido a puertas cerradas para que el mundo entero viera cómo estamos sufriendo y cuál es la situación en Cataluña", justificó Bartoméu. Sin embargo, según el árbitro del partido, el presidente del Barcelona le dio otra explicación. "Nos dijo que por motivos de seguridad el club había decidido jugar a puertas cerradas", informó el referí en el acta. Ocurrió, en cualquier caso, que el Barcelona podía sufrir una sanción deportiva si se negaba a jugar el partido. "Hubieran sido seis puntos perdidos, tres por no jugar el partido y tres por sanción", explicó Bartoméu. La decisión de jugar el partido dividió a los dirigentes del Barça (renunciaron dos miembros de la junta directiva), y también al vestuario.

Y hasta minutos antes de que los jugadores ingresaran en la cancha, en Barcelona se desconocía si el partido se jugaría o no. Las Palmas apareció en la cancha del Barça con la bandera de España bordada en la camiseta y la leyenda 1-10-2017. Si lo que buscaba el equipo de Canarias era provocar al Camp Nou, no lo consiguió. Horas más tarde, los hinchas del Real Madrid recibieron el Espanyol de Barcelona en el estadio Santiago Bernabéu al grito de "¡España, España!".

"Los dirigentes intentaron suspender el partido de todas las formas posibles, pero no pudieron. La Liga y Las Palmas querían jugar. Lo debatimos en el vestuario. Había opiniones para todos los gustos, pero al final nos decantamos por jugar. Fue muy difícil sin nuestra afición. Después de todo lo que había pasado en Cataluña, fue la peor experiencia de mi vida. Quería que acabara lo antes posible e intentar ganar. El partido era lo menos importante del día", aseguró Gerard Piqué, a veces vocero del grupo azulgrana, siempre reivindicativo con Cataluña.

"Hoy, niños, abuelos, familias enteras han intentado ir a votar y no ha sido posible. Hoy me siento orgulloso de la gente", se envalentonó Piqué antes de romper en lágrimas. "Llevamos seis o siete años en los que la gente se manifiesta sin ningún tipo de violencia y hoy los actos los ha visto todo el mundo. Creo que habrá consecuencias", dijo acerca de la violencia que se vivió en Cataluña durante el día de ayer en los locales de votación, con más de 800 heridos. "Lo que está pasando en Cataluña es una vergüenza", se quejó Xavi Hernández. "¿A esto hemos tenido que llegar? ¿Era necesaria la violencia?", sumó Pau Gasol. Y Josep Guardiola, desde Manchester, completó: "Siento mucha tristeza. ¿Y dicen que nosotros atacamos a los policías? ¿Con qué? ¿Con votos? A una joven le han roto los dedos, uno por uno, simplemente por ir a votar. Aquellos que dicen que formamos parte de España nos han atacado".

Guardiola, campeón con España en Barcelona 92, apuntó contra Mariano Rajoy, presidente del gobierno español. "Me indigna que no haya hablado de los heridos. Tiene que aceptar preguntas, es el presidente de todos los españoles. No se puede esconder. Pero votar es un derecho. Pierden la razón por la fuerza."

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