Furor por una película que parodia a Piñera

SANTIAGO, Chile.– Es todo un suceso en los cines chilenos. Quince días después de estrenada, la película Stefan vs. Kramer, dirigida y protagonizada por el popular imitador local Stefan Kramer, arrasó con la taquilla, superó el millón de espectadores y se convirtió en el film más visto de la historia de Chile, con una nada complaciente caracterización del presidente y de la dirigencia política.

En la hilarante trama de la cinta, Kramer interpreta a 19 conocidos personajes, entre ellos, al presidente, Sebastián Piñera, a quien aborda como un maquiavélico político, lleno de tics y oscuras intenciones, lo que ha levantado rumores sobre una eventual reacción del mandatario, que no digiere del todo bien las imitaciones del humorista.

No es el primer roce entre ambos. Ya a mediados de 2010, el gobierno presentó quejas formales ante el canal público Televisión Nacional de Chile por lo que consideró una poco respetuosa parodia de Piñera por parte de Kramer. A fines de 2011, el humorista volvió a incomodar al presidente, esta vez con él presente, en el acto de cierre de una recaudación de fondos de beneficencia por televisión.

En el film, Kramer se representa a sí mismo como un exitoso imitador que posterga a su familia para privilegiar su trabajo. Sus intenciones de filmar una película llegan a oídos de sus principales antagonistas: el alcalde oficialista de Santiago, Pablo Zalaquett; el excéntrico millonario Leonardo Farkas; el hermano bohemio del presidente, Miguel "Negro" Piñera, y, obviamente, el mandatario.

Una escena muestra a un asustado Piñera, quien tras subirse al coche presidencial, se da cuenta de que el conductor no es otro que Marcelo Bielsa.

"Yo no te saqué, tú te fuiste solito, estaban todas las condiciones para que te quedaras", dice el mandatario, en clara alusión al nunca comprobado rumor de que él provocó la salida del ex técnico argentino de la selección chilena.

"Eso ya es pasado", responde Bielsa, para luego advertirle al presidente sobre la futura película. De esta forma, los "villanos" urden un complot, para el cual contratan como asesor táctico al propio Bielsa. Este les explica en un pizarrón su estrategia para acorralar a Kramer.

Los conspiradores logran que su familia se distancie de Kramer luego de un programa de televisión, y el cómico deberá hacer denodados esfuerzos por redimirse.

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