Funes, el ex periodista que encarna el cambio
El candidato suavizó la imagen de la guerrilla
SAN SALVADOR (Reuters).- Como periodista, cubrió combates de la guerrilla contra el ejército. Entrevistó a líderes rebeldes durante la sangrienta guerra civil de El Salvador, en la década de 1980. Ahora, Mauricio Funes llevará a la ex guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) por primera vez a la presidencia y terminará con 20 años de la derecha en el poder.
De prolijo pelo corto y anteojos, Funes encarna la esperanza del "cambio" y es conocido por su larga carrera periodística y por haber arrinconado en sus entrevistas a dirigentes políticos y denunciado casos de corrupción, lo que incluso le valió ser despedido o el cierre de algunos de sus programas. Además, entrevistó a varios jefes guerrilleros en pleno conflicto armado (1980-1992), lo que desencadenó una fuerte presión del gobierno contra el medio en el que trabajaba.
Funes, de 49 años, dice que se identifica con la izquierda moderada del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, de Brasil. "Me considero un revolucionario y un hombre de izquierdas que cree en la democracia, en la justicia social, en el humanismo", se definió, en una entrevista en octubre de 2007, poco después de que el FMLN lo eligiera como candidato.
Sin embargo, él se opone a derogar una ley de amnistía de 1993 que evitó juicios a acusados de graves violaciones de los derechos humanos durante la guerra, lo que le valió críticas de organismos humanitarios. "Implicaría crear un clima de ingobernabilidad", dijo.
El otrora periodista tuvo 4 hijos, uno de los cuales fue asesinado en París en 2007, y está casado con Vanda Pignato, representante del Partido de los Trabajadores (PT), de Lula, en El Salvador.
Funes, que durante 16 años fue corresponsal de la cadena de noticias CNN, no sólo nunca estuvo vinculado a la guerrilla, sino que ni siquiera estaba afiliado al FMLN hasta agosto de 2008, cuando lo tuvo que hacer como requisito para ser candidato. En los últimos meses, se ha encargado de suavizar la cara de la ex guerrilla. A fines del año pasado, se reunió con los magnates mexicanos Carlos Slim y Carlos Salinas Pliego para garantizarles que, de ganar la presidencia, mantendrá un buen clima para los negocios en el país.
También dijo que quiere dejar atrás la histórica confrontación de la guerrilla con Estados Unidos, que apoyó al ejército salvadoreño durante la guerra civil.
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