Fumata negra en Italia en el primer escrutinio y negociaciones frenéticas para la elección del nuevo presidente
El voto en blanco fue el gran ganador de la primera jornada de votación, en la que se abrió un diálogo “positivo” entre las principales fuerzas políticas, que buscan un candidato de consenso para que suceda a Sergio Mattarella
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ROMA.- Fumata negra. Tal como se esperaba vista la fragmentación del Parlamento y la falta de acuerdo sobre un candidato de consenso, la votación que comenzó hoy para elegir al sucesor del presidente Sergio Mattarella, cuyo mandato de siete años vence en unos días, terminó con una única ganadora: la papeleta en blanco.
Al término del primer escrutinio de una elección compleja y crucial para Italia, ya que se vota al máximo garante de la Constitución y a una figura de alto perfil cuya misión principal es manejar las recurrentes crisis políticas, hubo 672 votos en blanco, es decir, la mayoría de dos tercios que un candidato necesita para ser electo y una estrategia que la centroderecha y la centroizquierda adoptaron para comenzar los juegos.
Como a partir de la cuarta votación, que tendrá lugar el jueves, el quórum baja a 505, se espera que ese día o a más tardar, el viernes, Italia pueda tener nuevo presidente. En la última elección de este tipo, en 2005, Mattarella, que ya dijo que no quiere un segundo mandato, pero que de todos modos podría resultar finalmente electo, fue votado en el cuarto escrutinio. En la votación de hoy, en la que se descontaba un fracaso, salieron a la luz varios nombres simbólicos, incluso el de un famoso periodista y de un dj y el mandatario saliente recibió 16 votos. El expremier, Silvio Berlusconi, que el sábado por “responsabilidad nacional” dio un paso al costado, obtuvo 8 y la actual ministra de Justicia, Marta Cartabia, fue la mujer más votada, con 9 preferencias. Cartabia no sólo podría convertirse en la primera mujer que llega a ser presidenta de Italia, sino también, en la primera mujer que llega a ser jefa de gobierno, en el caso de que el actual primer ministro, Mario Draghi, el gran favorito, realmente al final llega a ser electo como sucesor de Mattarella.
El denominado “cónclave laico” porque la votación es secreta, un ritual de lo más solemne de la democracia parlamentaria italiana, fue mucho más complicado y largo que en tiempos normales. No sólo por la presencia de 1008 “grandes electores” –diputados, senadores y delegados regionales-, sino sobre todo por las normas anticoronavirus. Amén de las normales reglas de higienización de manos y barbijo, nunca podía haber más de 200 personas en el hemiciclo, se votaba de a grupos de 50 personas y con varios intervalos para permitir la desinfección del lugar.
Aunque lo más curioso fue la puesta a punto de un “drive-in” en el estacionamiento del Parlamento para permitirle a los “grandes electores” positivos igualmente votar desde su auto, depositando su papeleta en urnas luego también desinfectadas que sostenían funcionarios vestidos tipo astronautas. En medio de esas complejas operaciones otra nota de color la dio una conocida diputada no-vax, Sara Cunial, que pretendía votar en ese lugar, ya que se negó a someterse a un hisopado para entrar al edificio del Parlamento. La legisladora protagonizó una furibunda pelea, pero no la dejaron votar en el drive-in y adelantó que iba a denunciar por eso a todo el mundo e iba a impugnar la elección.
Al margen de esto, por supuesto la primera jornada de votación fue al mismo tiempo una jornada de frenéticas negociaciones entre las fuerzas políticas para buscar un candidato de consenso. Entre diversas reuniones, las más importantes fueron la que tuvieron el primer ministro y gran favorito, Mario Draghi, con el líder de la derechista Liga, Matteo Salvini, que a su vez tuvo otros encuentros. Uno de ellos con Enrico Letta, líder del Partido Democrático, de centroizquierda, que, por otro lado, habló por teléfono con el jefe de gobierno.
“Fue un encuentro muy positivo”, dijo Letta a los periodistas sobre su reunión con Salvini, con quien volverá a reunirse mañana, algo que fue considerado auspicioso en vista de un acuerdo.
El ex premier, Giuseppe Conte, líder del Movimiento Cinco Estrellas (M5E), el grupo parlamentario más numeroso, pero a la vez, totalmente dividido internamente, también se reunió con Salvini, viejo socio en el gobierno populista que se formó después de las elecciones de 2018, pero luego su principal enemigo.
“Estoy trabajando para que en las próximas horas la centroderecha unida ofrezca no una sino diversas propuestas de calidad, mujeres y hombres de alto perfil institucional y cultural, sobre los que esperamos haya una discusión sin vetos y prejuicios, que los italianos no se merecen en un momento tan delicado desde el punto de vista económico y social”, tuiteó Salvini.
Sto lavorando perché nelle prossime ore il centrodestra unito offra non una ma diverse proposte di qualità, donne e uomini di alto profilo istituzionale e culturale, su cui contiamo ci sia una discussione priva di veti e pregiudizi, che gli italiani non… pic.twitter.com/rX3ikkkaTM
— Matteo Salvini (@matteosalvinimi) January 24, 2022
Se teme que si la elección del máximo cargo institucional del país se demora demasiado, esto podría generar consecuencias desastrosas para Italia, con repercusiones nefastas en las bolsas, las tasas de interés y el “spread”. Por eso la consigna es moverse rápido. Y todo el mundo espera que este jueves o a más tardar, el viernes, haya fumata blanca.
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