Frauke Petry: la antítesis de Merkel que sacude Alemania
Con un discurso xenófobo y crítico hacia la política de puertas abiertas de la canciller, la líder del partido AfD suma respaldo
BERLÍN.- Unos la describen como una anti-Merkel. Otros, como un Donald Trump en mujer. Frauke Petry no se altera: esa capacidad para polarizar fue una de las herramientas que le permitieron revolucionar el paisaje político alemán con su partido de derecha populista Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en alemán).
De aspecto pulcro, sonrisa fría y retórica filosa, la joven política de 40 años supo dotar a la formación nacionalista de un discurso extremo y por momentos xenófobo contra la política de puertas abiertas de la canciller Angela Merkel.
Su estrategia sedujo a muchos alemanes preocupados por el millón de refugiados que llegó al país en 2015 y dio a AfD un resultado récord en la triple elección regional de dos semanas atrás: un terremoto político en un país que lleva 70 años controlando el ascenso de fuerzas derechistas.
"Hay que impedir los ingresos ilegales en la frontera. Si es necesario, haciendo uso de armas de fuego", lanzó Petry en campaña. La frase revolvió el estómago de quienes aún recuerdan la orden de disparar a los fugitivos de la Alemania comunista, pero no fue un desliz. "Para obtener atención mediática, las declaraciones fuertes y en parte provocadoras son imprescindibles", instruyó Petry en un documento para miembros de AfD.
"¿Qué clase de mujer es ésta?", se preguntó el columnista de Der Spiegel Jakob Augstein, tras coincidir con Petry en un debate televisivo. "Es bella, parece simpática. Su sonrisa es agradable y alegre. Hasta que de pronto su gesto se congela y de la boca sonriente brota el odio. Es algo tenebroso. ¿Qué le pasó a esta mujer? ¿De dónde viene su ira?"
Petry nació en 1975 en Dresde, la capital sajona situada en la antigua República Democrática Alemana y ahora feudo de otro movimiento antiinmigración, Pegida. Luego de la reunificación alemana en 1990 emigró con su familia al Oeste, estudió en Inglaterra y se doctoró en Química en una universidad alemana.
Su irrupción en la política llegó en 2013 con la creación de AfD, entonces un partido euroescéptico, crítico con los rescates a Grecia. Petry tomó el mando dos años más tarde y redujo la formación a una única propuesta: que Alemania ya no conceda asilo. El fundador del partido, Bernd Lucke, lo abandonó en protesta por esa deriva "hacia la derecha y la islamofobia".
Madre de cuatro hijos, el año pasado confirmó la separación de su marido -un pastor luterano que luego mostró públicamente su apoyo a la política de refugiados de Merkel- y comenzó una relación con Marcus Pretzell, uno de los dos eurodiputados de AfD.
Resulta paradójico que tantos atributos vitales compartidos con Merkel -también mujer, crecida en la Alemania del Este, de formación científica y separada de su primer marido- hayan derivado en dos figuras radicalmente opuestas, no sólo en materia de política de refugiados.
Si la canciller cristianodemócrata elevó al grado de arte la búsqueda de consensos y se convirtió en la mujer más poderosa del mundo gracias a una política pragmática y flexible, Petry apuesta al dogma, la cosmovisión maniquea y el reparto de culpas a un gobierno "traidor" y a una prensa "mentirosa".
Aun así, la jefa de AfD presenta una cara moderada frente a otros líderes del partido, como Björn Höcke, uno de sus principales rivales internos, que llegó a ser comparado con el ministro de propaganda nazi Joseph Goebbels incluso por otro ex miembro de AfD que abandonó el partido.
Similitudes
"De un modo similar a Donald Trump en Estados Unidos, Petry deja atrás el diálogo político y da rienda suelta a un lenguaje nuevo y apolítico -los críticos dicen racista- en la opinión pública", señaló The New York Times al compararla con el polémico precandidato presidencial republicano. El diario estadounidense fue uno de los muchos medios internacionales que intentaron estos días desentrañar la figura de Petry.
Consciente del cambio de fondo y forma que ofrece su política, Petry proclamó la superación de los "partidos establecidos" después del éxito de AfD en las elecciones de dos semanas atrás, cuando la formación irrumpió con fuerza en tres estados federados alemanes y la CDU de Merkel cosechó resultados desastrosos.
"Nos encontramos en la senda del éxito, sobre todo hacia 2017", vaticinó la jefa de AfD en alusión a las elecciones generales que se celebran el año que viene. Algunos analistas lo dudan y creen que el partido perderá impulso cuando la crisis de los refugiados se relaje. Hasta entonces, el tiempo juega a favor de Petry.
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