Francisco se reunió con estudiantes en Perú con el foco en la discriminación

TRUJILLO.- En medio de una gira con una agenda agotadora, Francisco se hizo hoy espacio para volver a darle un espaldarazo a la fundación pontificia Scholas Occurrentes, nacida de un proyecto de escuelas vecinales que impulsó siendo arzobispo de Buenos Aires, que trabaja para la inclusión a través de la educación, el arte y el deporte, con una red presente en más de 190 países del mundo.

Tal como ocurrió en septiembre pasado en Medellín, Colombia, Francisco saludó y conversó con un grupo de estudiantes que participaron en programas que Scholas realizó aquí, en Lima y en El Callao, que le contaron cómo fue su experiencia y le entregaron un informe. La reunión tuvo lugar en el jardín del arzobispado, donde Francisco almorzó después de haber celebrado una misa multitudinaria en la playa de Haunchaco.

“Acabo de tener la mejor experiencia de mi vida, logré contarle al Papa cómo fue que yo me transformé en una mejor persona y también le hice tres preguntas”, contó a LA NACION María Paula San Martín, de 15 años, del Colegio Villa Cáritas de Lima, que estuvo entre los privilegiados que pudieron estar en el encuentro, algo que los dejó emocionadísimo.

Le pregunté al Papa tenía un teléfono y me dijo que sí tenía, pero que no sabía usarlo

“Lo primero que le pregunté es cómo él inspira el mundo y me dijo que él no es el que lo inspira, sino que es Dios el que lo hace. La segunda fue por qué él anhela tanto la unión del mundo y me contestó que él quiere la paz y que nadie se esté peleando. Y la tercera fue si él tenía un teléfono y me dijo que sí tenía, pero que no sabía usarlo”, agregó, llena de entusiasmo.

Junto a otos estudiantes, María Paula se reunió en nombre en nombre de los más de 200 jóvenes de 34 escuelas escuelas públicas, privadas, confesionales y laicas del Perú que participaron de Scholas Ciudadanía. Un programa durante el cual identificaron las problemáticas que más los afectan -como la discriminación- y elaboraron propuestas para superarlos en sus comunidades.

“Los chicos le fueron contando cada uno la experiencia que habían tenido y la sonrisa del Papa, la alegría de él, mezclado con la emoción y el llanto de los chicos, que se sintieron valorados, fue maravilloso”, contó a LA NACION el presidente de Scholas, José María del Corral, también presente. “Los chicos le contaron por qué les preocupaba tanto la discriminación y que esa discriminación también tenía que ver con el tema del centralismo, un problema que por primera vez tocaron y que se siente mucho en Perú. Un chico le dijo al Papa, por ejemplo, que sus padres venían de afuera, son artesanos de la selva y que lo trajeron a Lima pensando que ahí iba a tener futuro y en cambio había perdido su lengua y su identidad. Y que quería trabajar para que esto no pase más en Perú”, agregó.

Del Corral también destacó que después de la visita del Papa la fundación pontificia firmará un acuerdo con el Ministerio de Educación del Perú "para continuar el trabajo de integración y paz con estudiantes de otras regiones". Y que para ello contará con el apoyo del BID (Banco Interamericano de Desarrollo).

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