La crisis por el Amazonas pone en riesgo el acuerdo UE-Mercosur
PARÍS.- Los feroces incendios que ya devastaron casi medio millón de hectáreas de la selva amazónica en Brasil se extendieron con inesperada violencia al terreno de la diplomacia internacional, cuando el presidente francés, Emmanuel Macron, acusó a su par brasileño, Jair Bolsonaro, de haberle "mentido" sobre sus compromisos en favor del medio ambiente y anunció su decisión de oponerse al tratado de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur.
Así como el humo de la gigantesca hoguera amazónica se extiende y en las próximas horas llegará a la Argentina, la crisis diplomática se expandió al resto de Europa, cuando el gesto francés fue imitado de inmediato por Irlanda, aunque poco después Macron fue desaprobado por la canciller alemana, Angela Merkel.
"Teniendo en cuenta la actitud de Brasil en las últimas semanas, el presidente se ve obligado a constatar que Bolsonaro le mintió durante la Cumbre del G-20 en Osaka", afirmó el Palacio del Elíseo. "Las decisiones y los propósitos vertidos por el mandatario brasileño en estas semanas muestran que decidió no respetar los compromisos climáticos asumidos, ni esforzarse en materia de biodiversidad. En las actuales condiciones, Francia se opone al acuerdo con el Mercosur", concluyó el enérgico mensaje. La reacción del gobierno francés fue tomada con cautela por la Casa Rosada, que había celebrado el acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la UE, sellado en junio tras 20 años de negociaciones.
La reacción de Macron se produjo en un contexto de extrema tensión entre ambos países, apenas un día después de que Bolsonaro -indignado por lo que calificó de "interferencias" extranjeras- lo acusara de "tener una mentalidad colonialista".
Bolsonaro tomó muy mal una reunión convocada por tuit por Macron con los miembros del G-7 durante la cumbre de este fin de semana en Biarritz "para hablar de la urgencia" que representan los incendios en la Amazonia. Merkel, así como el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, miembros del G-7, también juzgaron imperativo hablar de esos incendios durante la cumbre en el balneario de la costa atlántica francesa.
- O Governo brasileiro segue aberto ao diálogo, com base em dados objetivos e no respeito mútuo. A sugestão do presidente francês, de que assuntos amazônicos sejam discutidos no G7 sem a participação dos países da região, evoca mentalidade colonialista descabida no século XXI.&— Jair M. Bolsonaro (@jairbolsonaro) August 22, 2019
El planeta asiste con impotencia al espectáculo aterrador de la destrucción de la Amazonia, donde los incendios aumentaron 83% en apenas un año, y amenazan la existencia de un cuarto de las especies vegetales y animales mundiales.
Sin embargo, según Bolsonaro, que también se expresó a través de dos tuits, Macron "instrumentaliza una cuestión interior de Brasil y otros países amazónicos" con "un tono sensacionalista que no contribuye para nada a resolver el problema".
El acuerdo de libre comercio entre la UE y el Mercosur, en todo caso, podría ser la principal víctima de las actuales tensiones transatlánticas. Poco después del anuncio francés, Irlanda también amenazó con oponerse si Brasil no protege su selva tropical. "No hay posibilidad de que Irlanda vote en favor del acuerdo si Brasil no respeta sus compromisos medioambientales", previno el premier Leo Varadkar.
Para el gobierno alemán, por el contrario, oponerse al acuerdo UE-Mercosur "no es la respuesta apropiada", dijo un vocero de Merkel, y agregó que el pacto "contiene un capítulo ambicioso sobre el desarrollo sustentable, con reglamentaciones exigentes sobre la protección del clima".
Firmado a fines de junio, el acuerdo UE-Mercosur, que crearía un mercado de 780 millones de consumidores, es vivamente criticado en Europa por numerosos actores interesados. Por el sector agrícola de varios países en particular, pero también por ecologistas y ONG.
En vísperas del acuerdo -que todavía debe ser ratificado por los Parlamentos de los países miembros de la UE-, Francia había condicionado su aprobación a que Brasil se comprometiera a respetar ciertos compromisos medioambientales, discutidos durante el G-20 de Osaka. Después de algunas tensiones, Bolsonaro aceptó finalmente esos compromisos durante una reunión lograda con la mediación del presidente Mauricio Macri.
Según documentos publicados esta semana por un sitio británico prodemocracia, Bolsonaro tendría un plan bien preciso para la Amazonia. La idea es sobre todo la de construir una autopista y una central hidráulica en el corazón de la selva. En esa presentación, colaboradores del presidente explican también ser víctimas de "una campaña mundialista que viola la soberanía de Brasil en la cuenca amazónica".
Más allá de la cuestión amazónica, la reacción de Macron, así como la de Varadkar, podrían prestarse a otra lectura política. Aunque nadie lo haya mencionado en voz alta, los responsables europeos quedaron consternados con las recientes declaraciones de Bolsonaro sobre su intención de "dejar el Mercosur" si la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner ganara las elecciones en la Argentina en octubre próximo.
"En esas condiciones, ¿cómo ratificar un acuerdo de libre comercio con un bloque sumergido en la agitación y la incertidumbre política?", reflexionaron fuentes diplomáticas en Bruselas. La crisis entre Brasil y algunos países europeos también puede ser, por último, interpretada como un triunfo de Donald Trump, aliado de Bolsonaro y escéptico del cambio climático como Bolsonaro, enemigo acérrimo del multilateralismo, de la UE y del acuerdo UE-Mercosur.
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