Francia, en estado de shock por la decapitación de un profesor
PARÍS.– Francia seguía en shock por el asesinato de Samuel Paty, el profesor de Historia y Geografía decapitado ayer cerca de un colegio de Conflans-Sainte-Honorine, en los suburbios de París. Su asesino fue un refugiado ruso de origen checheno de 18 años, sin antecedentes islamistas, que utilizó su cuenta de Twitter para reivindicar ese ataque destinado a vengar a Mahoma. Nueve personas fueron detenidas y sometidas a interrogatorio por los servicios antiterroristas franceses.
En 24 horas, la investigación avanzó a pasos de gigante, después que el asesino, Abadoullakh Abouyezidvitch A., fue abatido por los policías que lo vieron correr hacia ellos con un arma.
Entre las nueve detenciones provisorias se encuentra el padre de una alumna de la víctima y otro individuo, conocido por su militancia islamista. Ambos se habían quejado "con virulencia", a través de videos y personalmente a las autoridades del colegio, después que el profesor había presentado a los alumnos varias caricaturas de Mahoma durante una clase sobre la libertad de expresión pocos días antes, "en el marco de su publicación por parte del semanario satírico ‘Charlie Hebdo’", precisó el procurador nacional antiterrorista, Jean-François Ricard en conferencia de prensa.
La medio-hermana del padre de la joven alumna "se incorporó al Estado Islámico en Siria, en 2014 y es objeto de una orden de búsqueda internacional por parte de la justicia antiterrorista" en Francia, agregó Ricard.
En una primera operación de las fuerzas del orden llevada a cabo en el domicilio del terrorista, en la ciudad de Evreux, a 80 kilómetros del sitio atentado, la policía detuvo anoche a otras cuatro personas: los padres del asesino, su abuelo y su hermano menor.
Abadoullakh Abouyezidvitch A. vivía con su familia en ese suburbio y "tenía estatus de refugiado, con un permiso de residencia de diez años, que había recibido hace seis meses", afirmó una fuente cercana al caso. A su juicio, el joven habría reaccionado a la campaña contra el profesor lanzada en las redes sociales. Indignado, al parecer habló con algunos miembros de su familia y amigos. La policía intenta saber ahora si esas personas decidieron no hacer nada para disuadirlo o si bien no comprendieron la seriedad de sus propósitos.
En todo caso, el mensaje de reivindicación de Abadoullakh Abouyezidvitch, junto a la foto del profesor decapitado, fue publicado en una cuenta que le pertenecía. El primer análisis de su teléfono celular "permitió encontrar el texto de esa reivindicación, lo mismo que la foto de la víctima", dijo el procurador.
Según testigos, el asesino se habría presentado en las inmediaciones del colegio varias horas antes, a fin de obtener informaciones sobre su futura víctima. Lo esperó después a unos 300 metros del establecimiento y lo mató con un arma blanca, lo decapitó y se escapó a pie en dirección de una comuna vecina, donde pocos minutos después fue alcanzado por miembros de una brigada especial de la policía.
Negándose a rendirse y después de hacer fuego contra las fuerzas del orden, Abouyezidvitch fue abatido con "nueve impactos" de bala, según el procurador. Los franceses vieron algunas imágenes de ese operativo, filmado por un vecino desde su ventana. Junto a su cuerpo se halló un arma de fuego y un cuchillo tipo puñal. Un segundo cuchillo ensangrentado, con una hoja de 35 centímetros, fue descubierto a unos 30 metros de la víctima.
El horrendo crimen provocó una enorme conmoción en todo el país y particularmente en Conflans-Sainte-Honorine, donde la víctima, Samuel Paty, de 47 años, profesor desde hacía varios años en el mismo establecimiento, era conocido y apreciado por todos. Decenas de alumnos, acompañados por sus padres y habitantes de la apacible ciudad se reunieron para depositar ramos de flores en la entrada del colegio.
El gobierno francés anunció un homenaje nacional en honor de Samuel Paty la semana que viene. Un programa especial será organizado después de la vacaciones de 15 días que comenzaron hoy para recordar a los alumnos "la suerte que tienen de ser niños en Francia. Es decir, de poder vivir en democracia", declaró el ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer. El funcionario repitió una y otra vez durante la jornada que Samuel Paty tenía "toda la razón y el derecho" de mostrar en clase las caricaturas de Mahoma.
"Lo que sucedió tiene raíces. Esas raíces son el odio. Odio a la República. (…) En consecuencia, contra la escuela que es la columna vertebral de la República", agregó.
Un alto funcionario francés juzgó a su vez que "una etapa ha sido superada en nuestro país. Un desencadenamiento de odio a través de las redes sociales y la irresponsabilidad de ciertos individuos condujeron a este horror". El 70% de los franceses se mostraron de acuerdo en que es necesario que las autoridades doten al país de reglas precisas para evitar la circulación por las redes sociales del odio racial, de género y de todos los extremismos.
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