Fragmentada, la izquierda ganó el voto de constituyentes en Chile
El oficialsmo no alcanzó el tercio de miembros de la Convención que redactará la nueva Constitución, cifra clave para bloquear eventuales cambios drásticos en el futuro texto
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SANTIAGO, Chile.– En una votación marcada por una participación que no alcanzó las expectativas y que se desarrolló de manera inédita durante dos días, Chile eligió a los 155 miembros de la Convención Constituyente, el órgano que redactará el texto de la nueva Constitución y que deberá ser confirmado el próximo año en un plebiscito de salida.
Al cierre de esta edición, con el 39,90% de los sufragios escrutados y en unos comicios en los que también se eligieron gobernadores, alcaldes y concejales, los resultados entregados por las autoridades dieron cuenta de un triunfo de las fuerzas de izquierda, que se presentaron fragmentadas, y la imposibilidad de la centroderecha de alcanzar un tercio de los convencionales, el gran objetivo que se autoimpuso el gobierno para contener al bloque opositor en la instancia constitucional.
Ese resultado, precisamente, fue el que marcó el ánimo tras la maratónica jornada. En los días previos, desde el Palacio de La Moneda se insistió en alcanzar el tercio de representantes para mantener la capacidad de veto, situación finalmente que no se concretó al no sumar los 52 escaños necesarios.
Irrupción independiente
La irrupción de los candidatos independientes también fue otra de las sorpresas de la jornada. En su gran mayoría afines a la izquierda más dura, varios postulantes que prescindieron del apoyo de los grandes bloques políticos lograron cupos de constituyentes en distritos emblemáticos y se erigieron como los grandes ganadores de la jornada.
“Ha sido un terremoto electoral. Votó cerca de un 40% y los resultados indican un desplome de los partidos tradicionales dada la irrupción de los independientes, cuestión que estaba fuera de todo cálculo”, dijo a LA NACION Mauricio Morales, cientista político de la Universidad de Talca.
La votación también dejó en muy mal pie a los bloques tradicionales de la política chilena, desde la derecha oficialista hasta los representantes de la antigua Concertación que gobernó el país tras la dictadura de Augusto Pinochet a través de los presidentes Patricio Aylwin, Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet.
Por lo mismo, las postales de la celebración se concentraron en el Frente Amplio y el Partido Comunista, también vencedoras en las urnas con un 18,2%, y superando a la lista de la Concertación, que hasta el cierre de esta edición obtuvo un 15%. El triunfo de Rodrigo Mundaca como gobernador por Valparaíso, con el 45,06%, también fue otro de los símbolos de los comicios.
En la elección de gobernadores, la balanza también se inclinó a favor de la oposición, aunque varios postulantes no alcanzaron el 40% y deberán acudir a un ballotage. En ese sentido, la gran sorpresa fue lo que ocurrió en la Región Metropolitana donde Catalina Parot, ex ministra del gobierno de Sebastián Piñera, no logró llegar a la instancia de desempate y fue un símbolo del desfonde total del gobierno en las elecciones.
Si la jornada del sábado generó cierta inquietud en el arco político por la tibia participación de un 19% de todo el padrón, el domingo los llamados a acudir a las urnas se intensificaron desde todos los sectores con un objetivo concreto: acercarse a las 7.562.000 personas que votaron en el plebiscito de octubre de 2020, donde se aprobó con un 78.2% el inicio de un proceso para crear una nueva Constitución.
Finalmente, y por lo que se vio en los centros de votación, la afluencia de personas no se elevó como se esperaba y la participación no alcanzó a emular el resultado del referéndum del año pasado.
Por otra parte, y desde redes sociales fundamentalmente, se elevaron reclamos contra la poca frecuencia del transporte público que funcionó a la mitad de su capacidad. Entre los factores que mencionaron diversos analistas, la abstención respondió al propio aplazamiento de las elecciones, el aumento de casos de Covid-19, la crisis económica producida por la pandemia y los tibios esfuerzos del gobierno por promover el proceso constituyente.
Lo que sigue
Lo que sigue en Chile tiene que ver los próximos pasos de la Convención, y su propia organización. El Tribunal Calificador de Elecciones cuenta con un plazo de 30 días para validar los comicios de este fin de semana y tres más para notificar de los resultados al presidente de la República. El propio Sebastián Piñera dispondrá de otros 15 días para convocar la sesión de instalación de la Convención. Según los plazos establecidos, debería sesionar por primera vez a más tardar la segunda quincena de julio, instancia en la que deberá elegir a un presidente y un vicepresidente por mayoría absoluta de sus miembros en ejercicio.
Luego, el órgano tendrá un plazo de nueve meses para presentar un nuevo texto constitucional, con la oportunidad de ampliarse por única vez por tres meses más. Una vez que la Convención finalice su propuesta de texto, se realizará un plebiscito nacional de salida -con voto obligatorio- para que la ciudadanía finalmente apruebe o rechace la nueva Carta Magna.