Florence pegó en la costa este y causó los primeros muertos
Las autoridades reportaron por lo menos cuatro muertos; la lluvia torrencial y los vientos de 160 km/h provocaron cortes de luz que afectan a 600.000 usuarios y que obligaron a cancelar 2100 vuelos
WASHINGTON.- Wilmington, una ciudad portuaria de unos 120.000 habitantes en el sur de Carolina del Norte, se convirtió en uno de los primeros blancos de la furia de la tormenta tropical Florence , que si bien perdió la categoría de huracán al "tocar tierra", así y todo lanzó vientos de 160 kilómetros por hora, lluvias torrenciales y provocó las primeras inundaciones y las primeras muertes.
En Wilmington, una madre y su bebé murieron cuando un árbol cayó su sobre su casa. Fueron las primeras víctimas. Hubo al menos otras dos víctimas fatales, según las autoridades locales: una mujer, que murió de un ataque al corazón en Hampstead, también en Carolina del Norte -los paramédicos no llegaron a tiempo porque había árboles caídos que bloqueaban el camino- y otra persona, que murió al enchufar un generador de electricidad.
Al norte de Wilmington, en New Bern, otra ciudad costera, los equipos de rescate de emergencia ya intentaban llegar a cientos de residentes que habían quedado atrapados mientras el río Neuse crecía alimentado por las lluvias, se desbordaba e inundaba la ciudad. "Vamos por ustedes", tuiteó la municipalidad en la madrugada. "Es posible que tenga que pasar al segundo piso, o a su ático, pero vamos a llegar", agregó. Más de 600 personas habían sido rescatadas en el primer día del paso de Florence.
La crecida del río Cape Fear, cerca de Wilmington, ya había marcado un récord histórico, y el pronóstico aún auguraba lluvias por unos 300 milímetros.
Esas crecidas, junto con la marejada ciclónica, que ayer superó los tres metros, eran el riesgo principal de la tormenta, que amenazaba con "sentarse" y descargar millones de litros de agua durante varios días.
"El huracán Florence es poderoso, lento e implacable", insistió ayer el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper. "Es un bruto no invitado que no quiere irse", alertó.
Las autoridades estatales y federales insistieron ayer en su estrategia de ultimar las precauciones y desplegar un menú de advertencias recargadas para alentar a los residentes a evacuar sus casas, sin temor a provocar alarma: como ha ocurrido con otras tormentas, ese pareció ser más bien el objetivo. "¡No bajen la guardia!", tuiteó el Servicio Meteorológico Nacional, ayer por la tarde.
Las autoridades reportaron por lo menos cuatro muertos; la lluvia torrencial y los vientos de 160 km/h provocaron cortes de luz que afectan a 600.000 usuarios
Cooper dijo que la tormenta estaba causando "estragos" en la costa y podría arrasar comunidades enteras mientras desata su "rutina violenta" durante varios días.
"La gran y lenta Florence será una tormenta costera y continental por varios días. La marejada ciclónica continuará durante múltiples ciclos de mediodía, medianoche en Carolina del Norte, luego Carolina del Sur", indicó Rick Knabb, experto de huracanes de The Weather Channel.
La Casa Blanca informó que el presidente Donald Trump tiene previsto visitar la próxima semana las zonas afectadas por la tormenta. El mandatario seguirá el mismo protocolo que en tormentas anteriores, aguardando unos días antes de recorrer las zonas afectadas para facilitar las tareas de rescate.
"El presidente tiene previsto viajar a las áreas afectadas por la tormenta a principios o a mediados de la próxima semana, una vez que esté claro que su viaje no va a entorpecer las labores de rescate", dijo la vocera de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
Unos 1,7 millones de personas en Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia fueron alcanzadas por las órdenes de evacuación y le dieron forma a un éxodo de varios días en busca de refugio para la tormenta. El Distrito de Columbia y cinco estados, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Georgia, Maryland y Virginia mantenían el estado de emergencia aunque en la capital, Washington, reinaba la calma bajo un cielo nublado.
Al menos unas 600.000 personas quedaron sin luz solo en Carolina del Norte, y ya había más de 2100 vuelos cancelados debido a la tormenta.
Luego de tocar tierra en Carolina del Norte, la tormenta comenzó a moverse hacia el sur. El trayecto previsto la llevará hacia Carolina del Sur en la madrugada de hoy. Por la tarde, Florence comenzará a girar hacia el norte, volverá a atravesar Carolina del Norte antes de dirigirse hacia Kentucky. "Una amenaza importante persistirá durante las próximas 24 a 36 horas", anticipó Jeff Byard, de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, según sus siglas en inglés) luego de que la tormenta comenzó a azotar al país.
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