Flordelis Souza, diputada y pastora evangelista, fue acusada de asesinar a su esposo con ayuda de 5 de sus 55 hijos

El pastor evangélico brasileñoAnderson de Camo falleció hace un año y dejó viuda a la diputada y también pastora Flordelis Souza. La noticia sacudió a la prensa local y abrió una investigación que produjo novedades en los últimos días: ahora, la justicia brasileña cree que fue Souza -en complicidad con 5 de sus 55 hijos- la responsable de la muerte de De Camo.

A partir de una nueva pista aportada, la fiscalía de Río de Janeiro considera la posibilidad de que hay sido ella la autora del homicidio. Además, se cree que podría haberlo hecho con la coordinación del trabajo de cinco de sus hijos.

La justicia cree que Souza convenció a sus hijos de concretar el homicidio y crear una escena para que parezca que fue un asesinato en el marco de un robo. El pastor había recibido al menos 30 disparos, y se cree que el autor material fue su hijastro Flávio dos Santos Rodrigues. El arma, además, podría habría sido comprada por Lucas César dos Santos, uno de los hijos adoptivos de la pareja.

Además, ahora la fiscalía encontró pruebas para creer que Souza habría intentado envenenar a su esposo en al menos cinco oportunidades, a través de la comida y la bebida que ingería el hombre. Los motivos aún no están del todo claros, pero se cree que podrían ser económicos.

Souza fue una aliada del presidenteJair Bolsonaro. La parlamentaria creció en una favela de Río de Janeiro y fue quien inspiró la película Flordelis (2009), dirigida por Marco Antonio Ferraz. El cineasta, ahora se mostró arrepentido de su realización, por las graves acusaciones que la justicia hizo contra ella recientemente. Además de diputada, Flordelis de Souza es cantante de gospel y pastora y tiene 55 hijos, en su mayoría, adoptivos.

Recuperación. Las exportaciones del principal complejo argentino tocaron en volumen su nivel más alto en cinco años

Cosecha. El trigo dio batalla en un momento difícil y hoy los rindes reflejan una fuerte dispersión

“Bajo amenaza”. Estados Unidos y Brasil acechan el liderazgo de la Argentina en un negocio que aporta US$10.000 millones