Fin del misterio: encuentran al avión de AirAsia
Restos del Airbus y seis cadáveres fueron detectados en el mar; las autoridades descartan sobrevivientes
YAKARTA.- La última esperanza sobre el vuelo de AirAsia desaparecido el domingo pasado en ruta a Singapur con 162 personas a bordo se desvaneció ayer ante la consternación de los familiares de las víctimas, al confirmarse el hallazgo del avión frente a la costa de la isla de Borneo, y con la certeza de las autoridades de que no hubo sobrevivientes.
"Se estableció al 100% que los restos hallados son del avión de AirAsia", sentenció el director de los equipos de rescate, Bambang Sulistyo, que confirmó la recuperación inicial de por lo menos seis cadáveres. Primero se había informado equivocadamente que se habían recuperado 40 cuerpos de la tripulación y pasajeros, pero esa versión quedó desestimada.
Luego de descartar indicios anteriores, las fuerzas armadas indonesias avistaron los restos del avión en el tercer día de una búsqueda en la que intervinieron barcos y aviones de varios países. Un avión Hércules detectó un objeto que describió como "una sombra con la forma de un avión en el fondo del mar", según el jefe de los rescatistas.
Luego dieron con lo que parecía ser un tobogán de emergencia, partes de una puerta, tubos de oxígeno y restos de equipaje. Y después sobrevino lo peor, al avistarse cadáveres flotando en el mar.
Barcos y helicópteros fueron enviados a la zona para recuperar los cuerpos y los restos del avión, mientras los equipos de rescate seguían buscando las cajas negras de la aeronave que pudieran dar pistas sobre las causas del accidente. El avión, o lo que queda de él, estaba a sólo diez kilómetros del último punto de localización antes de extraviarse de los radares, en aguas del mar de Java, al sudoeste de la isla de Borneo.
Partes del interior del avión, entre las que había una botella de oxígeno, fueron trasladadas a la localidad indonesia más cercana, Pangkalan Bun.
El vuelo QZ8501, con 162 personas a bordo, desapareció de los radares el domingo a la mañana cuando volaba de Surabaya, en Indonesia, con destino a Singapur. El piloto del Airbus A320-200 había alertado sobre un frente de tormenta y pidió permiso para cambiar el rumbo, pero no pidió socorro. Luego se cortó la comunicación con la torre de control y el avión se extravió de los radares para transformarse en un enigma que recién comenzó a revelarse en las primeras horas de ayer.
Quien dio la noticia fue el presidente de Indonesia, Joko Widod, que convocó a una conferencia de prensa para hacer el anuncio.
"Hemos encontrado el sitio del accidente. Mañana [por hoy] lanzaremos una operación mayor por aire y mar. Nos centraremos en la localización de los pasajeros y la tripulación", dijo el mandatario, sin precisar en ese primer anuncio cuántos cadáveres fueron avistados ni cuántos había sacado del agua el buque de la armada KRI Bung Tomo.
Pilotos y expertos en aviación insistieron en las últimas horas en que las tormentas y las solicitudes de permiso para ganar altitud y evitarlas no son extrañas en esa zona. "En torno al ecuador hay muchas tormentas, los pilotos de las líneas aéreas indonesias están preparados para eso", afirmó el experto en aviación Cord Schellenberg.
Y al piloto no le faltaba experiencia: según la compañía, sumaba 20.537 horas de vuelo, 6100 con AirAsia. "Antes volaba aviones de combate", dijo el jefe de los equipos de rescate. Después pasó a la aviación civil y desde 2008 volaba con AirAsia, una aerolínea que no había sufrido ningún accidente desde su lanzamiento, en 2001.
Los investigadores se concentraron durante los últimos días en encontrar los restos del avión. Ahora, mientras continúa la recuperación de los restos, comenzarán las arduas investigaciones para determinar las causas del accidente (ver aparte). Hasta el lugar se desplazaron ingenieros de Airbus, el fabricante del avión, que ayudarán en las pesquisas.
Algunos de los familiares de los pasajeros del vuelo, que aguardaban desde el domingo en el aeropuerto de partida, en Surabaya, esperaban un milagro que no se concretó. En cambio, siguieron a su pesar el descubrimiento de los restos y cadáveres en directo a través de la televisión, desde donde podía verse cómo los especialistas se descolgaban desde los helicópteros para rescatar los cuerpos de sus seres queridos (ver aparte).
Uno de los canales que transmitían en vivo mostró un cadáver que flotaba en el mar, pero tras las llamadas indignadas de los televidentes dejó de difundir la imagen.
Desconsuelo
"Estoy destrozado. Mi corazón está lleno de dolor por todas las familias de las víctimas del QZ8501. En nombre de AirAsia, mis condolencias a todos", escribió en su cuenta de la red social Twitter el director ejecutivo de AirAsia, Tony Fernandes, antes de viajar a Surabaya para dar el pésame a los familiares de las víctimas.
La compañía malasia señaló que las operaciones de búsqueda y rescate siguen en curso. El rastrillaje se focalizará en la zona de la "sombra", donde fueron descubiertos los restos del avión.
Por estos días, AirAsia, una compañía malasia de bajo presupuesto, vive tiempos oscuros: otro avión de la aerolínea tuvo problemas ayer y se despistó en el aeropuerto de Manila, aunque sin consecuencias graves para los pasajeros y la tripulación.
Luego del aterrizaje, el avión se salió de la pista en el aeropuerto de Kobali y los 159 pasajeros debieron ser evacuados por los toboganes de emergencia.
Agencias DPA, EFE, AFP y Reuters
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