Ficha limpia: ¿podría aplicarse en la Argentina la ley que impidió la candidatura de Lula?

"En Brasil las vacas suelen volar". Por extraño que parezca, así lo cree Márlon Reis, exjuez y autor de la ley de ficha limpia, por la cual el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silvano pudo presentarse en las últimas elecciones presidenciales de su país. La medida restringe a cualquier ciudadano condenado en segunda instancia por la justicia federal de ser elegido para un cargo público.

Sin embargo, antes que se lograra su implementación en 2010, a fines del gobierno de Lula, algunos políticos y juristas reclamaban su inconstitucionalidad. Fue el respaldo de gran parte de la sociedad, que reunió más de 1,6 millones de firmas, el que transformó un supuesto imposible en Ley.

A sala llena, el brasileño Márlon Reis asistió el jueves pasado a una jornada de Derecho Electoral y Ética Pública en la Facultad de Derecho de la UBA, con el fin de debatir sobre la experiencia de la ley de ficha limpia en Brasil. Los participantes del encuentro mostraron, además, especial interés en la respuesta de un interrogante: ¿Se puede replicar la medida en la Argentina?

Las diputadas nacionales Silvia Lospennato, Paula Oliveto, Marcela Campagnoli y Graciela Ocaña-quienes impulsan el ingreso de un proyecto similar al Congreso- acompañadas de la profesora y abogada constitucionalista María Cristina Girotti y el analista internacional Gustavo Segré intentaron responder la pregunta.

Aunque para algunos de ellos su implementación en la Argentina es complicada, dada la composición actual dentro del recinto, todos coincidieron que con la ley de ficha limpia "los corruptos van a ir a la cárcel, en lugar de asistir al Congreso".

Previa a la charla en la Facultad de Derecho, por medio de una iniciativa de Change.org se juntaron en pocos días más de 100 mil firmas en apoyo a una aprobación de ley similar a la brasileña. Para Reis, el fenómeno de su aceptación popular tanto en la Argentina como en Brasil se debe a una cuestión "intuitiva". Y aclaró: "La gente no quiere criminales en los mandatos o en los lugares de poder".

Durante la jornada, el jurista insistió sobre este punto y también explicó cómo funciona la ley de ficha limpia, la cual según él no responde a cuestiones asociadas a la naturaleza penal, sino a "un principio de la protección del interés colectivo". Este argumento es el mismo que Reis sostuvo en los debates previos a la implementación de la medida.

Por ese entonces, algunos juristas reclamaban que la ley era inconstitucional porque iba en contra de la presunción de inocencia. No obstante, Reis destacó que si bien este principio es muy estricto, la inelegibilidad no responde a él, dado que no se trata de una pena a un crimen, sino es una de las tantas razones que se pueden evocar para limitar la candidatura de un ciudadano.

"Si una persona tiene una sentencia por un colegiado de jueces, al margen que pueda apelar hasta la Corte Suprema, desde el punto de vista electoral no puede ser candidata. Independientemente si el día de mañana la liberan de la prisión por una instancia superior, electoralmente no puede postularse.", explicó Gustavo Segré a La Nación acerca de la postura de Reis.

Otro de los puntos que provocaron la exaltación y el asombro de la audiencia en el salón azul de la Facultad de Derecho fue el protagonismo que tuvo la Iglesia y la Central Única de los Trabajadores en Brasil (CUT) - sindicato equivalente a la CGT en la Argentina- a la hora de apoyar y promover la medida.

Una tendencia que crece en América Latina

La ley de ficha limpia forma parte de una serie de herramientas para combatir la corrupción que han tomado cada vez más fuerza en varios países de América Latina. Delación premiada (ley del arrepentido), ficha limpia, ley de leniencia, y una figura jurídica más amplia de decomiso de bienes producto de un ilícito, forman parte de un paquete anticorrupción que funciona en Brasil, en gran medida, a raíz de la causa del Lava Jato.

Estas leyes, en muchos casos con gran aceptación popular, pero con ciertos reparos en cuanto a su naturaleza jurídica, se conviertieron en una hoja de ruta para varios de los países de la región y la Argentina no es la excepción. Después del destape del caso delos cuadernos de las coimas algunos juristas y políticos en la Argentina comenzaron a prestar mayor atención a este tipo de herramientas.

El consultor Eduardo D´Alessio, otro de los integrantes del panel durante la charla, sostuvo que según una encuesta realizada la ley de ficha limpia tiene un 61% de aceptación por parte de los argentinos con respecto al 85% de respaldo que existe en Brasil. La diferencia con el país vecino radica, según resultados que arrojó el estudio, en que Argentina es una sociedad más fragmentada y una parte de ella asocia este tipo de medidas a motivaciones ideológicas y no las percibe como herramientas en contra de la corrupción.

"Muchos piensan que la ficha limpia tiene nombre y apellido, pero la promovemos porque creemos en la igualdad ante la ley", concluyó Lospennato. Ocaña fue un poco más lejos. Para la diputada de Cambiemos la falta de aplicación de medidas como ésta o como la ley de extinción de dominio - que tiene por objeto ir en contra de un bien de procedencia ilícita- "hace que el Congreso se convierta en la cueva de Alí Babá y los 40 ladrones".

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