Extraña muerte del banquero símbolo de la debacle española
Miguel Blesa, próximo a ir a prisión, fue hallado con un disparo en el pecho
MADRID.- Miguel Blesa, uno de los máximos símbolos de la corrupción financiera que ahondó la última gran crisis en España , fue hallado muerto ayer con un tiro de escopeta en el pecho en una finca a la que solía ir a cazar. La Guardia Civil sospecha que se trató de un suicidio.
La noticia puso un final trágico a la parábola de Blesa, que en los últimos 20 años pasó de ser uno de los hombres más influyentes de España a peregrinar de tribunal en tribunal, acusado de haberse enriquecido mientras llevaba a la quiebra la que era la mayor institución financiera de carácter público en España, Caja Madrid.
En su destino estaba la posibilidad cierta de terminar en prisión. En marzo pasado un tribunal lo sentenció a seis años por el uso abusivo de tarjetas corporativas opacas y esperaba en libertad la apelación ante el Tribunal Supremo.
En el mismo juicio resultó condenado Rodrigo Rato, ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI) y sucesor de Blesa al frente de Caja Madrid.
Los contactos políticos habían encumbrado a Blesa al sillón principal de esa entidad en 1996. No tenía experiencia en el mundo financiero, pero era íntimo amigo del entonces presidente del gobierno, José María Aznar, a quien había conocido en la academia donde cursaron estudios para ser funcionarios de Hacienda.
Durante el esplendor aznarista, a Blesa lo conocían como el "banquero del PP", dispuesto siempre a aportar financiación a los proyectos auspiciados por los jerarcas del partido.
Aplicaba una política de manos abiertas que sintonizaba con el espíritu del boom español de finales del siglo XX y principios del XXI. Era expansivo también consigo mismo, como prueba el sueldo de 3 millones de euros al año que se puso.
El estallido de la crisis global de 2008 precipitó su ocaso. Caja Madrid se reveló en una situación ruinosa. Blesa se retiró en enero de 2010 y el PP colocó a Rato con la misión de salvar la institución, que fue reconvertida en Bankia. Fracasó también: en 2012 el desastre de Bankia casi lleva a España a la quiebra y forzó al gobierno de Mariano Rajoy a pedir un rescate bancario de 41.000 millones de euros a sus socios europeos.
La vida de Blesa se convirtió a partir de aquel momento en un calvario judicial. Un juez investigó la perdidosa compra que decidió en 2008 del City National Bank of Florida por 1117 millones de dólares. Llegó a encerrarlo en la prisión de Soto del Real en 2013. Salió al pagar una fianza de 2,5 millones de euros. La causa se cayó después por fallos procesales.
En otros tribunales quedaron expuestas las desafortunadas inversiones en ladrillo que hacía la caja de ahorros, que agigantarían el quebranto al estallar la burbuja inmobiliaria. También se investiga el último manotazo de ahogado de Blesa, cuando en 2009 recurrió a la emisión masiva de "participaciones preferentes": más de 3000 millones de euros en bonos basura que arruinaron a miles de pequeños ahorristas.
Pero el caso que lo convertiría en blanco de la indignación popular fue el de las llamadas "tarjetas black" que durante su presidencia y la de Rato se entregaban a los miembros del consejo directivo de Caja Madrid/Bankia.
Con esas tarjetas Visa exclusivas cargaron gastos personales valuados en 15,5 millones de euros a las cuentas de una entidad pública que se desangraba. No tributaban impuestos ni daban explicaciones por compras muchas veces fastuosas, sin ningún vínculo con la función.
Blesa pagó mediante ese método safaris en África, vinos de 2000 euros y reparaciones de los autos de alta gama que coleccionaba.
Parecía inevitable que, a los 69 años, la condena en ese caso lo devolviera a la cárcel. Le quedaba además otro juicio pendiente por sobresueldos de 14,8 millones de euros pagados durante su gestión.
En su entorno dicen que no estaba abatido ni deprimido. El martes a última hora había llegado a la finca Puerto del Toro, en la localidad andaluza de Villanueva del Rey, un lugar que frecuentaba con amigos para salir a cazar ciervos.
Ayer, a la hora del desayuno, se levantó de la mesa. Les dijo a sus acompañantes que iba a mover el auto de la cochera. Unos minutos después un empleado de la casa llamó a emergencias. En el garaje había encontrado el cuerpo sin vida de Blesa, cubierto de sangre y con una escopeta al costado.
Un emblema de la corrupción
Miguel Blesa
Banquero español
Hallado muerto ayer a los 69 años, Blesa fue un funcionario y banquero español que presidió entre 1996 y 2009 la Caja Madrid, la más antigua de las cajas de ahorro de España. Como uno de los principales símbolos de la corrupción financiera, en febrero pasado fue condenado a seis años de prisión por el caso de las "tarjetas black" bancarias, mediante las cuales se desviaron 12 millones de euros de Caja Madrid y Bankia entre 2003 y 2012. Muy cercano al Partido Popular (PP) del jefe de gobierno conservador Mariano Rajoy, Blesa fue señalado como el creador de un sistema financiero corrupto.
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