Explicación: el Papa no quiso que le besen el anillo para evitar contagios

ROMA.- Fin del misterio: el vocero interino de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, explicó hoy que fue por un "motivo de higiene" y para evitar contagios que el Papa el lunes pasado, en el Santuario de Loreto, evitó que varios fieles le besaran el anillo,algo que quedó inmortalizado en un video que se volvió viral.

Antes de comenzar la conferencia de prensa para ilustrar el inminente viaje del Papa a Marruecos, el sábado y domingo próximos, Gisotti, que destacó que en los últimos días había leído versiones de todo tipo sobre el por qué de tal gesto, contó que le preguntó directamente al Papa sobre la cuestión.

"El Santo Padre me dijo que fue por un motivo muy simple: higiene. Cuando hay largas filas de fieles, como en Loreto y yo estaba ahí y la fila efectivamente era interminable, se supone que hay que evitar el riesgo de contagio, no por él, sino por la gente. Pueden ver cuánta gente besa la mano, como ustedes vieron en las imágenes", dijo Gisotti. "Él me dijo que éste fue el motivo y que no sucede, como todos pudieron ver, cuando hay una persona o un grupo muy pequeño", agregó, al señalar que ayer durante la audiencia general, por ejemplo, una anciana monja misionera que lo saludó, le besó la mano muy afectuosamente. El vocero interino también subrayó que al Papa más bien prefiere abrazar a la gente.

En los últimos días, un video con las imágenes del Papa que retiraba su mano a los fieles que intentaban besarle el anillo, se volvió viral. Las imágenes fueron utilizadas por los sectores ultraconservadores que suelen atacar a Francisco, que en sus blogs lo acusaron de descortesía y de "no ser apto para sar el vicario de Cristo".

Otros lo defendieron y recordaron que también sus predecesores, Benedicto XVI y Juan Pablo II, evitaban que se le besara el anillo, antigua costumbre de una monarquía absoluta que, después del Concilio Vaticano II comenzó a ser dejada de lado.

Más allá de la explicación sobre el motivo de higiene, quienes conocen a Francisco minimizaron la polémica. Y recordaron que desde que comenzó su pontificado, hace seis años, impuso un estilo marcado por la sencillez, la cercanía a la gente -a quien siempre dijo querer servir, como pastor- , la humildad y el desapego a la pompa y el protocolo.

De hecho, desde sus épocas de obispo, arzobispo y luego cardenal, en Buenos Aires, Jorge Bergoglio siempre hizo saber que no le gustaba que los fieles le besaran el anillo, una antigua costumbre relacionada a ese "clericalismo" que sueña desterrar de la Iglesia católica. Tampoco le gustaba que lo llamaran "eminencia", sino, simplemente "padre Jorge".

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