Expedición al Titanic: la Guardia Costera de EE.UU. anuncia qué el sumergible perdido sufrió una “implosión catastrófica”
Las autoridades anunciaron el hallazgo de distintas partes de la nave y confirmaron la muerte de los cinco tripulantes
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BOSTON.- La Guardia Costera de Estados Unidos confirmó que el sumergible Titán que estaba perdido desde el lunes sufrió una “implosión catastrófica” y que todos sus tripulantes murieron. En una conferencia de prensa, el contralmirante John Mauger de la Guardia Costera informó que los “restos materiales” encontrados por el robot no tripulado, tras la consulta a expertos, eran “consistentes con una pérdida catastrófica de la cámara de presión”.
La empresa OceanGate, encargada de la expedición al Titanic sumergible que desapareció con cinco personas a bordo, había anunciado antes que los pasajeros del Titán se han “tristemente perdido”, según un comunicado de la compañía.
“Ahora creemos que nuestro CEO Stockton Rush, Shahzada Dawood y su hijo Suleman Dawood, Hamish Harding, y Paul-Henri Nargeolet, tristemente se han perdido”, dijo la compañía en un comunicado.
“Estos hombres eran verdaderos exploradores que compartían un marcado espíritu de aventura y una profunda pasión por explorar y proteger los océanos del mundo”, según el comunicado. “Nuestros corazones están con estas cinco almas y con todos los miembros de sus familias en estos trágicos momentos. Lamentamos la pérdida de la vida y la alegría que aportaron a todos los que conocieron”.
La Guardia Costera aseguró que el robot permanecerá rastreando las profundidades del océano, pero que la prioridad en este momento es “el consuelo de las familias de los tripulantes del submarino Titán en estos difíciles momentos”.
Paul Hanken, experto submarino, afirmó que los equipos de rescate encontraron “cinco grandes restos diferentes que nos indicaron que se trataba de los restos del Titán”, incluido el “cono de ojiva”.
Se trataba de una “implosión catastrófica” del buque que habría “generado un importante... sonido ahí abajo que las boyas del sonar habrían captado”, afirmó Mauger.
La búsqueda de un sumergible desaparecido con cinco personas a bordo dio un giro sombrío hoy cuando la Guardia Costera informó que se hallaron restos materiales en el fondo del océano cerca del Titanic, luego de que pasara el límite de 96 horas que se estimaba duraría el aire respirable en la embarcación.
El mensaje de la Guardia Costera había indicado que los escombros fueron hallados dentro del perímetro de búsqueda por un robot submarino operado a control remoto, y que estaban siendo evaluados.
El Titán llevaba aire respirable para unos cuatro días cuando zarpó alrededor de las 06.00 de la mañana del domingo en el Atlántico Norte, pero expertos han recalcado que se trata de un cálculo impreciso y el tiempo podría alargarse si los pasajeros han tomado medidas para conservar el aire.
La búsqueda
Desde que se perdió contacto el domingo, los rescatistas enviaron más barcos, aviones y otro equipo a la zona de la desaparición, y la Guardia Costera estadounidense indicó el jueves que un robot submarino enviado por un barco canadiense había alcanzado el fondo marino, mientras que un instituto de investigación francés informó que un robot de buceo profundo equipado con cámaras, luces y brazos también se sumó a la búsqueda.
Funcionarios de la Guardia Costera dijeron que se detectaron ruidos submarinos en el área de búsqueda el martes y el miércoles, que ayudaron a reducir la zona de búsqueda, que se había ampliado a miles de kilómetros, en zonas con hasta 4020 metros de profundidad. No obstante, durante la conferencia de prensa los oficiales confirmaron que los ruidos no estuvieron relacionados con el submarino.
“No parece haber ninguna conexión” entre los ruidos submarinos detectados en la misión de búsqueda y la ubicación en el fondo marino, aclaró Mauger.
La “implosión catastrófica” habría “generado un importante sonido ahí abajo que las boyas de sonido habrían captado”, agregó.
Jamie Pringle, experto en Geociencias Forenses de la Universidad de Keele, en Inglaterra, dijo que aunque los ruidos provinieran del sumergible, “la falta de oxígeno es clave ahora; incluso si lo encuentran, aún necesitan llegar a la superficie y desbloquearlo”.
La desaparición del Titan fue reportada el domingo por la tarde unos 700 kilómetros al sur de San Juan, Terranova, cuando se dirigía al lugar donde descansa el emblemático crucero hundido hace más de un siglo. OceanGate Expeditions, una compañía de exploración submarina, documenta el deterioro del pecio y el ecosistema submarino que ha florecido en el lugar con viajes anuales desde 2021.
Para el jueves por la mañana se iba acabando la esperanza de encontrar con vida a los tripulantes del sumergible.
Aún había muchos obstáculos: no sólo localizar el sumergible, sino también llegar hasta él con equipo de rescate y llevarlo a la superficie, asumiendo que siguiera intacto. Y todo eso debía ocurrir antes de que se acabara el oxígeno de los pasajeros.
El doctor Rob Larter, un geofísico marino del Servicio Antártico Británico, recalcó la dificultad de encontrar algo del tamaño de la nave, que mide unos 6,5 metros de largo y casi 3 metros de alto.
“Estamos hablando de entornos completamente oscuros” en los que un objeto a unos metros puede pasar desapercibido, señaló. “Es una situación de aguja en un pajar a menos que se tenga una ubicación muy precisa”.
El capitán Jamie Frederick, del Primer Distrito de la Guardia Costera, dijo el miércoles que las autoridades aún tenían esperanza de salvar a los cinco tripulantes. “Esta es 100% una misión de búsqueda y rescate”, señaló.
Frederick había indicado que si bien los sonidos detectados ofrecían la posibilidad de reducir el área de búsqueda, aún no se había determinado su ubicación y fuente exactas. “No sabemos qué son, para ser franco”, afirmó.
El reporte resultó alentador para algunos expertos porque a las tripulaciones de submarinos que no pueden comunicarse con la superficie se las enseña a golpear el casco de sus navíos para ser detectados por el sonar.
Seguridad
Entre tanto, en los últimos días se conocieron advertencias significativas sobre la seguridad del vehículo que se habían expresado durante el desarrollo del sumergible.
Las dudas sobre la seguridad de Titán surgieron en 2018, durante un simposio de expertos de la industria de sumergibles y en una demanda presentada por el exjefe de operaciones marítimas de OceanGate, que se resolvió más tarde ese año.
El exdirector de operaciones marinas de OceanGate Expeditions, la empresa fabricante que cobraba 250.000 dólares por turista, David Lochridge, despedido por haber cuestionado la seguridad del Titan, mencionó en una demanda judicial el “diseño experimental y no probado” del sumergible.
Según Lochridge, la ventanilla de la parte delantera del aparato fue concebida para resistir la presión a 1300 metros de profundidad y no a 4000 metros.
Tom Zaller, director ejecutivo de la compañía que organiza la exposición del Titanic, contó su experiencia hace 23 años en una inmersión similar a la del domingo para visitar los restos del naufragio más famoso de la historia.
“A medida que bajas más y más, se vuelve más oscuro”, y más “frío”, dijo. Tras ver el video que gravó de sí mismo en las profundidades marinas, vio que “estaba completamente aterrorizado”.
“Estuve en ese sumergible por doce horas con todo marchando de acuerdo al plan”, comentó, pero “no me puedo imaginar” lo que es estar varios días encerrado en un habitáculo donde no hay espacio para moverse, ni para ir al baño.
Los pasajeros
A bordo del Titan iba el piloto Stockton Rush, fundador y director general de la empresa organizadora de la expedición, OceanGate. Sus pasajeros eran el aventurero británico Hamish Harding (58 años), el empresario paquistaní Shahzada Dawood (48), su hijo Sulemany (19), y el explorador francés y experto en el Titanic, Paul-Henry Nargeolet, de 77 años.
Harding es un aventurero que tiene tres récords Guinness, incluida la estancia más larga a profundidad oceánica en un vehículo tripulado. En marzo de 2021, él y el explorador oceánico Victor Vescovo descendieron a la profundidad máxima en la Fosa de las Marianas. En junio de 2022 viajó al espacio en el cohete New Shepard de Blue Origin. Había publicado en las redes sociales que estaba orgulloso de dirigirse al Titanic como “especialista en misiones”, añadiendo: “Debido al peor invierno en Terranova en 40 años, es probable que esta misión sea la primera y única misión tripulada al Titanic en 2023. Se acaba de abrir una ventana meteorológica y vamos a intentar una inmersión mañana”.
También viajaban a bordo Shahzada Dawood y su hijo Suleman, miembros de una de las familias más conocidas de Pakistán, según un comunicado de la familia. La firma del mismo nombre tiene inversiones en todo el país en agricultura, industria y el sector de salud. Shahzada Dawood también está en la junta de administradores del Instituto SETI, un proyecto con base en California que busca indicios de inteligencia extraterrestre. “Por ahora, se ha perdido el contacto con el sumergible y la información disponible es limitada”, dijo la familia, agradeciendo a colegas y amigos su implicación.
A bordo se encontraba a su vez Paul- Henri Nargeolet. Este explorador francés de 77 años es director de investigación submarina de una empresa que posee los derechos sobre los restos del Titanic. Excomandante de la Marina francesa, fue a la vez buceador de profundidad y dragaminas. Tras retirarse de la marina, dirigió la primera expedición de recuperación del Titanic en 1987 y es una de las principales autoridades en el lugar del naufragio. En una entrevista concedida en 2020 a la radio France Bleu, habló de los peligros del buceo profundo: “No tengo miedo a morir, creo que algún día ocurrirá”.
Stockton Rush, el fundador y consejero delegado de la empresa estadounidense OceanGate, operadora del buque, también se encuentra en el sumergible, según los medios de comunicación. “Es un pecio increíblemente hermoso”, dijo Rush a la cadena británica Sky news sobre el Titanic a principios de este año. “Se puede ver el interior, nos sumergimos y vimos la gran escalera y vimos algunas de las lámparas de araña aún colgando”. Según su biografía en el sitio web de OceanGate, Rush se convirtió en el piloto de transporte a reacción más joven del mundo en 1981, a la edad de 19 años. Rush está casado con una descendiente de dos de las víctimas del Titanic.
Al menos 46 personas viajaron con éxito en el sumergible de OceanGate hasta los restos del transatlántico en 2021 y 2022, según cartas de la empresa remitidas a una corte federal de distrito en Norfolk, Virginia, que supervisa los asuntos sobre el pecio.
Agencias Reuters, AFP y AP
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