Evo Morales ordenó la expulsión del embajador de EE.UU. en Bolivia
El mandatario acusó a Philip Goldberg de atentar contra la ola de protestas desatada por opositores a su gobierno
LA PAZ.- El presidente de Bolivia, Evo Morales, ordenó hoy la expulsión del embajador de Estados Unidos, acusándolo de buscar la división del país, en medio de una ola de violencia política que afectó a los vitales envíos de gas natural a Brasil. Incluso, declaró en un discurso "persona no grata" a Philip Goldberg.
"Sin miedo a nadie, sin miedo al imperio, hoy delante del pueblo boliviano declaro al señor Goldberg persona no grata", dijo Morales hoy al lanzar un programa de empleos en el palacio presidencial.
Morales instruyó a su canciller David Choquehuanca que en cumplimiento de las normas diplomáticas haga conocer hoy mismo su decisión al Departamento de Estado.
"No queremos gente separatista ni divisionista ni que conspire contra la unidad. No queremos personas que atenten contra la democracia", afirmó Morales en medio de aplausos de sus seguidores.
En respuesta al mensaje difundido por el presidente bolivariano, el portavoz del Departamento de Estado, Gordon Duguid, sostuvo que las acusaciones de Morales contra el embajador Philip Goldberg son "infundadas".
Asimismo, sostuvo que la embajada del país del norte no había recibido la solicitud del Gobierno para que Goldberg abandone el país.
Según trascendió, el mandatario tomó la decisión cuando su gobierno enfrenta una grave crisis porque la oposición mantiene bloqueados los caminos en cinco de los nueve departamentos bolivianos, en los que además fueron tomadas oficinas públicas y existen amenazas contra los campos petroleros.
La oposición reivindica las autonomías departamentales aunque esa figura no está prevista en la constitución actual y rechazan el proyecto de nueva Constitución que promueve el gobierno.
"Quiero decirles, hermanos y hermanas, y desde acá al pueblo boliviano, que es obligación del Gobierno nacional y del pueblo boliviano defender la unidad nacional", afirmó.
El presidente reiteró también su llamado al "pueblo organizado" para defender la democracia.
Desde que asumió, en enero del 2006, Morales fue un permanente crítico de Estados Unidos y tuvo varios entredichos con el embajador Goldberg a quien, en algún momento, prohibió incluso que ingrese al palacio de gobierno.
Hace sólo dos meses vino a Bolivia el Secretario de Estado para asuntos latinoamericanos, Thomas Shanon, para limar asperezas y acordar con el gobierno boliviano una agenda destinada a mejorar las relaciones bilaterales.
Goldberg visitó la semana pasada Santa Cruz y Chuquisaca, con cuyos prefectos se reunió. Esas autoridades, junto a sus pares de Tarija, Beni y Pando están actualmente enfrentadas al gobierno y aplican duras medidas de presión.
Brasil, solidario. El Gobierno de Brasil manifestó su solidaridad con "el Gobierno constitucional de Bolivia", agregando que espera que "cesen inmediatamente las acciones de los grupos que apelan a la violencia y a la intimidación".
A través de una nota del Ministerio de Relaciones Exteriores en Brasilia, el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva indicó que está tomando "todas las medidas necesarias para garantizar el abastecimiento de gas en el país".
La OEA y el gobierno brasileño llamaron a todos los actores políticos en pugna en Bolivia "a respetar la institucionalidad democrática y retomar los canales del diálogo y la concertación".
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