Europa e Italia se movilizan para que Monti siga al mando
Una amplia coalición de líderes políticos y sociales intenta convencer al primer ministro de que no deje el cargo
PARÍS.- Una coalición espontánea formada por los principales líderes europeos, medios financieros, grandes empresarios italianos, centristas y la Iglesia comienza a tejer su red de influencias para lograr que Mario Monti pueda permanecer en el poder en Italia después de las próximas elecciones legislativas, a fin de impedir el regreso de Silvio Berlusconi.
Tras cuatro días de extrema agitación de los mercados, durante los cuales los intereses de los bonos italianos se dispararon y cayeron los valores bancarios, importantes sectores de Italia y Europa se movilizan.
En las últimas horas, Monti se habría reunido con el influyente presidente de Ferrari, Luca Cordero de Montezemolo, que el mes pasado lanzó un movimiento político para promover la candidatura del primer ministro a las próximas elecciones. También dialogó con Pier Ferdinando Casini, líder de la Unión de Demócratas Cristianos (UDC).
"Frente a la derecha populista" guiada por Berlusconi, el trabajo del Movimiento hacia la Tercera República que intenta reunir todas las fuerzas favorables a Monti "se vuelve aún más importante", explicó a la prensa Lorenzo Dellai. Representante del norte del país, Dellai pretende, junto a Montezemolo, federar a "laicos moderados" y centristas católicos.
Según algunos de sus interlocutores, el premier debería dar su respuesta en los próximos siete días. Si toma la decisión de presentar su candidatura, hará una declaración después de que el Parlamento vote el presupuesto para 2013, probablemente en la semana previa a Navidad.
Las inquietudes estallaron el sábado pasado, cuando el jefe del gobierno anunció su renuncia después de haber perdido el apoyo del Partido del Pueblo de la Libertad (PLD), de Berlusconi, y tras el anuncio de este último de regresar a la vida política.
Un grupo de trabajo formado por expertos en comunicación y encuestas estaría ya trabajando para medir el impacto electoral de una eventual lista "Monti por Italia". A fines de noviembre, justamente, una encuesta realizada por el instituto Ipsos otorgaba 35% de opiniones favorables a un eventual partido dirigido por Monti, a pesar de un real malestar social alimentado por la recesión. Esos números lo pondrían en igualdad de condiciones con el Partido Demócrata (PD), la formación de centroizquierda de Pierluigi Bersani.
La Iglesia Católica es otro gran apoyo de Monti. Su jefe, el cardenal Angelo Bagnasco, elogió anteayer el trabajo del "gobierno técnico, que puso a Italia al abierto de humillantes y muy peligrosas capitulaciones".
Monti también cuenta con el apoyo de todos los líderes europeos. Tras afirmar que "apoya todo lo realizado por el gobierno de Monti", la canciller alemana, Angela Merkel, declaró que los electores italianos "seguramente" decidirían mantener su país "por la buena senda". Otros responsables manifestaron desde anteayer la misma solidaridad. Entre ellos, el presidente francés, François Hollande, y el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy.
Por el momento, el ex comisario europeo y economista de 69 años evita pronunciarse. "No estoy pensando en eso en este momento", afirmó anteayer en Oslo, durante la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz a la Unión Europea (UE). Para tranquilizar a los mercados, afirmó que permanecerá en ejercicio hasta la investidura del nuevo gobierno que salga de las elecciones anticipadas previstas para fines de febrero.
Algunos expertos piensan que Monti no renunciará a su cómoda posición de tecnócrata, que lo coloca por encima de los partidos. Dirigiendo su propia lista -afirman- competiría directamente con Bersani, que, por el momento, lidera los sondeos.
El jefe del PD le aconsejó justamente "permanecer fuera de la batalla", estimando que "aún puede ser útil a su país". Con esa frase, Bersani parece haber sugerido que su partido podría apoyarlo para obtener la presidencia de Italia o reemplazar a Van Rompuy en el Consejo Europeo.
Tras lanzar su candidatura y poner a Italia, a Europa y a los mercados en ebullición, Berlusconi optó por la indiferencia y -como es habitual- por la provocación. Decidido a ocupar la primera página de los diarios, ayer siguió criticando a Alemania, a los mercados y a las políticas de austeridad impuestas por la UE.
Para Berlusconi, el spread , que mide la diferencia entre la tasa exigida a un país para colocar sus bonos en el mercado y la tasa que paga Alemania, es "un embrollo y una invención con la cual se intentó derrocar una mayoría [la suya] elegida por los italianos y que gobernaba el país".
También criticó a Monti: "Aplicó una política demasiado pro alemana. Su gobierno ha provocado una situación de crisis mucho peor que cuando nosotros gobernábamos. Todos los indicadores económicos son peores que entonces", acusó. En una entrevista, Monti respondió con ironía: "Hubiera sido oportuno hallar la receta para salvar a Italia de un destino griego hace algunos años, cuando no había necesidad de administrar enormes dificultades económicas".
El Cavaliere , que tuvo que renunciar hace 13 meses porque su país estaba al borde del default, no ignora que sus posibilidades son magras: los sondeos le otorgan apenas 15% de intención de voto.
Un nieto al que llaman "spread"
- La obsesión del premier italiano, Mario Monti, por la prima de riesgo es tan grande que alcanzó incluso a su nieto, a quien en la guardería lo llaman cariñosamente "spread" (el término en inglés para este indicador).
- Así lo reveló ayer el propio Monti durante una entrevista televisiva, en la que contó la curiosa anécdota sobre su nieto. "«Mama, mama, spread soy yo»", comentó Monti que dijo el chico después de escuchar un noticiero en el que se hablaba de la prima de riesgo italiana.
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