Europa busca evitar a cualquier precio la temida segunda ola
PARÍS.– Los contagios aumentan, las edades se reducen y los gobiernos multiplican las medidas de restricción. Cuando faltan pocos días para el fin de las vacaciones de verano, los responsables europeos, preocupados por las cifras, intentar evitar a cualquier precio una segunda ola de Covid-19.
Como en otros países del Viejo Continente, el SARS-CoV-2 circula cada vez con más energía en Francia, que ayer registró 3015 nuevas contaminaciones en 24 horas, según anunció el servicio de salud pública. En total, hubo 218.536 casos y 30.410 fallecimientos desde que comenzó la epidemia. Entre anteayer y ayer, el número de hospitalizaciones pasó de 4857 a 4860.
El sábado se habían registrado más de 3300 casos, un récord desde que concluyó el confinamiento, a comienzos de junio. La inquietud de las autoridades se focaliza en los menores de 30 años, franja en la que el número de contagios aumenta en forma exponencial.
"La gran mayoría de nuevas hospitalizaciones concierne a gente joven de entre 20 y 35 años", confirma el profesor Gilles Pialoux, jefe del servicio de epidemiología del Hospital Tenon.
En vísperas del regreso a clases y a las actividades laborales, el gobierno francés estudia la ampliación de las medidas de prevención. Por ejemplo, estableciendo la obligación de utilizar tapabocas en los sitios comunes de trabajo, como los espacios abiertos y salas de reunión sin ventilación natural, aunque no necesariamente en oficinas individuales, según explicó la ministra del área, Elisabeth Borne.
Decisión de los prefectos
Para Borne, el teletrabajo debería ser la norma en el futuro inmediato y cada vez que sea posible, sobre todo en aquellas regiones del país donde el virus circula activamente. Ese es el caso de París y el departamento de Bouches-du-Rhone, en el sur del país, donde recientes medidas administrativas permiten a los prefectos imponer nuevas restricciones cuando lo crean necesario.
La capital y Marsella, ambas declaradas en "zona roja" el último fin de semana, extendieron las arterias donde el uso del barbijo es obligatorio. Se trata de los sitios más frecuentados por los turistas, como alrededor de la Torre Eiffel y el Museo del Louvre, las calles comerciales, los mercados abiertos y los lugares de concentración nocturna, como bares y restaurantes. Marsella adoptó medidas similares, así como Niza, Rennes, Lille, La Rochelle, Lyon y Burdeos. En todas, el uso del barbijo se generaliza cada vez más.
Confrontada a un aumento de casos superior a los de Francia, España también decidió implementar medidas de prevención suplementarias. Dos meses después de finalizado uno de los confinamientos más estrictos del continente, el país registra ahora un ratio de 116 contaminaciones cada 100.000 personas –en Francia son 41, y 19 en Gran Bretaña–, según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades.Una de las regiones más afectadas es Cataluña, con 1044 nuevos casos y 13 decesos en las últimas 24 horas, según el Ministerio de Salud Pública.
Medidas en España
La evolución de la situación llevó al gobierno español a anunciar nuevas medidas de restricción: bares y restaurantes pueden trabajar hasta la 1 de la mañana, mientras que las discotecas permanecerán cerradas. También está prohibido fumar en aquellos sitios públicos donde el distanciamiento social es imposible de cumplir.
La persistente presencia del virus ha azotado en forma dramática a la industria turística española, un sector vital que representa el 12% del PBI del país. El último golpe llegó desde Alemania, cuyos ciudadanos se cuentan entre los turistas extranjeros más numerosos, y que ahora deben hacer un hisopado al regresar a su país o someterse a una cuarentena de 14 días.
A pesar de ser uno de los países que parecen haber controlado mejor el período de pospandemia, Italia decidió tomar nuevas medidas después de que, por tercer día consecutivo, se registraron 500 nuevos casos cada 24 horas. En su mayoría –según las autoridades de salud– son infecciones que llegaron de Croacia, España, Grecia y Malta. Por esa razón, los viajeros provenientes de esos países deberán someterse ahora a un testeo. El gobierno también decretó el cierre de todas las discotecas y la utilización de barbijos en los sitios de gran afluencia pública.
Ante el aumento de contaminaciones, Holanda agregó a París, Bouches-du-Rhone, Bruselas, Madrid y otras regiones de España a su lista "naranja" de países y regiones de riesgo. La Haya pide a sus ciudadanos que eviten todos los viajes "no esenciales" y exige a quienes regresan una cuarentena de 14 días.
Más de 650 personas dieron positivo al coronavirus en Holanda entre viernes y sábado, llevando al país a un total semanal de 4508 casos: 1000 más que la semana anterior.
Los responsables holandeses también agregaron a Gran Bretaña en esa lista, en reciprocidad a la decisión de Londres de imponer un aislamiento de 14 días a todo pasajero proveniente de ese país.
La decisión del gobierno británico también incluyó a Francia y a otros países europeos. La medida, que entró en vigor el sábado a las 4 de la madrugada, provocó gigantescos embotellamientos en aeropuertos, estaciones de tren y rutas de acceso a Inglaterra, cuando decenas de miles de británicos que pasaban sus vacaciones en el continente se vieron obligados a precipitar su retorno a fin de evitar la anunciada cuarentena.
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