"Este estallido era previsible y puede volver a pasar"
Lo dijo a LA NACION una conocida abogada inglesa, que trabaja con familias de bajos recursos
LONDRES.- Como todo el mundo, Barbara Macdonald quedó espantada por los saqueos, la furia y el vandalismo que marcaron a fuego esta capital y el resto del país en el inédito estallido social de la semana pasada.
Pero a diferencia de la mayoría de los británicos, que siguen preguntándose cómo pudo pasar semejante barbaridad, esta prestigiosa abogada de familia de 53 años, famosa por haber intervenido en el caso de un chico de 13 años que decía ser el padre del bebe de una chica de 15, no se sorprendió por esta revuelta que parece haber sacado a flote lo que aquí muchos llaman una "underclass" (subclase) de desesperados.
"No quiero justificar en absoluto lo que pasó, pero era totalmente previsible y puede volver a pasar en cualquier momento. Más allá de la crisis económica, lo que pasó tiene que ver con falta de educación, padres ausentes, falta de valores familiares, falta de límites, falta de amor y un sistema de bienestar social que debe volver a replantearse", afirmó a La Nacion Macdonald.
Como abogada especializada en representar familias de bajos recursos y con serios problemas en los denominados " care proceedings ", es decir, cuando el Estado interviene en defensa de menores que, luego de un proceso judicial, muchas veces son adoptados por otras familias o terminan en centros especiales, sabe de lo que habla. Las estadísticas indican que en 2010 el Estado debió intervenir en los casos de más de 83.000 chicos en Gran Bretaña, de los cuales un 58% resultó víctima de abuso o negligencia familiar.
"Estoy en contacto permanente con esta underclass , que es una clase separada del resto, marginada, que en las últimas décadas ha sido privada de una educación básica decente. El sistema educativo estatal ha sido nivelado hacia abajo y ha decaído enormemente en los últimos 30 a 40 años. Los chicos salen del colegio casi sin saber leer o sin saber gramática... Yo también fui maestra y saben más gramática hoy en día los extranjeros que los chicos que salen de los colegios", lamenta.
La escuela tampoco brinda esos límites o esa contención que un chico necesita. "Aquí hablamos de chicos que son criados en muchos casos por padres ausentes, que viven desde hace 3 o 4 generaciones del sistema de bienestar social que otorga subsidios a los desempleados, que, a su vez han tenido padres ausentes y poco educados, en ambientes familiares desintegrados, donde no existen límites y hay muchos problemas, desde abusos domésticos, drogas, alcohol, depresión... Es un círculo vicioso difícil de quebrar", apunta.
Se trata de chicos que no tienen modelos positivos para seguir, tampoco aspiraciones, que ven que sus padres no tienen trabajo, pero que tampoco hacen nada por cambiar porque para ellos hoy resulta mejor negocio ser desempleado que obtener un empleo de camionero, por ejemplo.
"Se crea así una generación perdida, de unaunderclass que es muy peligrosa, como pudimos ver. Porque estos chicos crecen sin esperanzas y totalmente insatisfechos: para ellos es imposible aspirar a lo que ven alrededor de ellos, como buena ropa, buenos autos o unas vacaciones", agrega.
En muchos de los suburbios conflictivos, donde hubo violencia y disturbios, la tasa de embarazos de adolescentes es altísima. Esto no se debe, según Macdonald, a falta de educación sexual -materia que sí es estudiada en la escuela-, sino a la falta de afecto. "Las chicas tienen hijos para tener algo para amar, pero después no saben cómo criarlos ni cómo alimentarlos", subraya.
Un caso "clásico" en este sentido, según cuenta, es el de chicos de 5 o 6 años que deben ser sometidos a operaciones con anestesia general en las que les tienen que extraer 7 u 8 dientes, porque están dañados debido a una dieta basada en comida chatarra. "Los padres no saben que es más barato y sano comprar alimentos frescos y cocinarlos", cuenta.
"Muchos de estos chicos sufren abusos físicos, emocionales y psicológicos de parte de sus padres, o de compañeros «inadecuados» de la madre", agrega.
Para Macdonald "la tragedia" dentro de la tragedia es que, como se vio en los saqueos de la semana pasada, estos chicos aspiran a las zapatillas o al celular de moda.
"Para ellos tener este tipo de objetos es lo que va a marcar que son personas de éxito; ésa es su gratificación. Lo mismo sucede cuando pasan a pertenecer a una banda callejera", añade.
Falta de educación básica, falta de límites, falta de valores familiares, falta de amor y un sistema de bienestar social que no funciona son los factores que para esta abogada han dado lugar a esta explosiva underclass en Gran Bretaña, que representa un gran riesgo si se sigue ignorando.
"Creo que el sistema de bienestar social debería ser una red de seguridad para aquellos que lo necesitan, por un tiempo limitado", concluye esta experta, que cuenta que ella misma, gracias a los beneficios sociales que le dio en un momento el Estado, logró estudiar y recibirse como abogada, mientras criaba, sola, a tres hijos.
"Pero no creo en un sistema que permite que los individuos, en los hechos, decidan no ser parte de la sociedad, porque esto es fallarles a los individuos y fallarle a la sociedad", concluyó.
Marcha por la paz en Birmingham
LONDRES (DPA).– Varios grupos comunitarios protagonizaron ayer una manifestación por la paz en Birmingham, la segunda ciudad de Inglaterra, para recordar a las tres personas que murieron atropelladas durante los disturbios de la semana pasada. Una multitud se congregó en Winson Green, donde tres musulmanes –Haroon Jahan, de 20 años, y los hermanos Szhazad Ali, de 30, y Abdul Musavir, de 31– fueron arrollados mientras intentaban proteger de los saqueadores un sector de comercios paquistaníes. Las autoridades presentaron ayer cargos de homicidio contra dos jóvenes, acusados de haber atropellado a los tres musulmanes.