“Estamos al límite de nuestras capacidades”: el agotamiento de las fuerzas ucranianas ante la renovada ofensiva de Rusia en la guerra
A las sobreexigidas fuerzas ucranianas les faltan soldados y artillería para hacer frente a tropas rusas dispuestas a sufrir las bajas que sean necesarias
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KIEV.- La pequeña unidad de soldados ucranianos había quedado atrapada: estaban defendiendo la línea de frente, pero las fuerzas rusas habían logrado reptar hasta detrás de sus trincheras y los tenían rodeados.
“Por más que lográsemos retener la posición, nuestro suministro de municiones y provisiones tarde o temprano se iba acabar”, dijo la semana pasada el capitán Viacheslav, un comandante de 30 años de una unidad de drones de élite, mientras monitoreaba la situación desde un puesto de avanzada situado a unos pocos kilómetros, en el este de Ucrania. “Y cualquier vehículo que intente llegar a esa posición será emboscado por los rusos.”
“Todo el tiempo terminamos metidos en este tipo de situaciones sin salida”, dijo.
La guerra en Ucrania ingresa en su cuarto inverno boreal, las primeras nevadas ya cubren un campo de batalla sembrado de cadáveres, y la situación de las fuerzas ucranianas de aquí en adelante solo puede empeorar.
El general Oleksandr Syrsky, máximo comandante militar ucraniano, dijo recientemente que sus fuerzas estaba combatiendo para frenar “una de las ofensivas más potentes de Rusia desde que lanzó su invasión a gran escala.”
El domingo, Ucrania recibió un espaldarazo cuando después de meses de presiones del gobierno de Kiev, finalmente Estados Unidos le dio permiso para usar armas de largo alcance suministradas por los norteamericanos para atacar dentro de territorio ruso. Ayer martes, usaron los misiles balísticos de fabricación norteamericana para atacar un arsenal dentro de Rusia.
Pero la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos le ha inyectado una dosis extra de incertidumbre al destino final del esfuerzo bélico de Ucrania.
Aunque las dudas sobre el futuro del sólido apoyo militar de Estados Unidos a Ucrania han desatado un frenesí de actividad diplomática en todo el mundo, en ningún lugar esa decisión tendrá más impacto que en los diferentes frentes de batalla, donde las asediadas tropas ucranianas están trabadas en combate en una feroz y sangrienta defensa de su territorio.
Superados en número por más de seis a uno en algunos tramos del frente después de años de duros combates, los soldados y comandantes ucranianos dicen verse impedidos por la falta de soldados de infantería y, lo que es igualmente importante, por la escasez de comandantes experimentados para liderar a reclutas no probados en batalla. Esa situación de desgaste de las filas ucranianas ha permitido que Rusia logre los mayores avances territoriales, con excepción de las primeras semanas de la guerra.
“Las brigadas que vienen luchando desde hace mucho simplemente están agotadas”, dijo el capitán Viacheslav, haciéndose eco de la preocupación expresada por más de una docena de comandantes y soldados entrevistados en el frente la semana pasada. Los soldados, identificados sólo por sus nombres de pila, de acuerdo con el protocolo militar, dijeron que estaban refiriéndose públicamente al problema con la esperanza de que los líderes militares y civiles, así como la opinión pública en general, entendieran la gravedad del momento que están viviendo.
“Estamos al límite de nuestras capacidades”, explicó el capitán Viacheslav. “La gente tiene que dar un paso al frente y alistarse para pelear. No hay otra manera.”
Además de la falta de personal, Ucrania carece de las armas de mediano y largo alcance necesarias para llevar a cabo una campaña consistente y efectiva que apunte a los centros de logística, puesto de mando y control, y otros objetivos claves de los rusos.
Más de una docena de soldados ucranianos que pelean en el frente notaron que en las últimas semanas hubo una marcada disminución del fuego de artillería de su bando, incluidos los lanzamiento de cohetes múltiples de fabricación norteamericana conocidos como Himars.
“De los Himars ya ni escucho hablar. Son casi inexistentes”, dijo el sargento mayor Dmytro, operador de drones de 33 años y líder de una compañía. “Si tuviéramos más municiones, podríamos compensar la falta de tropas”.
Dada la escasez de artillería, según los comandantes ahora los drones representan el 80% o más de las pérdidas enemigas en gran parte del frente.
Por eso los operadores de drones se han convertido en el blanco más preciado de los rusos. “Es una constante lucha por la supervivencia: dependemos de la suerte”, dijo Dmytro.
El sargento mayor Vasyl, veterano piloto de drones y líder de pelotón, dijo que para tratar de eliminar pequeños equipos de drones ucranianos, Rusia incluso está lanzando bombas guiadas de hasta 500 kilos.
“Si detectan a un operador de drones, le tiran con todo lo que tienen”, dice Vasyl.
Pero los drones no alcanzan para estabilizar las líneas defensivas. “La infantería no se reemplaza con nada”, dijo el capitán Viacheslav, y agregó que “no es realista pensar que los drones pueden detener al enemigo.”
Las fuerzas rusas están concentrando gran parte de sus esfuerzos en capturar Kurakhove, último bastión ucraniano en la región meridional de Donetsk, y así abrirse camino para atacar desde el sur la estratégica ciudad de Pokrovsk.
Por ahora, Rusia todavía está muy lejos de lograr su objetivo de apoderarse de Luhansk y el Donetsk, las dos regiones más orientales de Ucrania.
A pesar de sus problemas, las fuerzas ucranianas están haciendo que los rusos paguen un alto precio por cada metro que avanzan, utilizando su flota de drones para frenar el embate ruso.
“Nuestros pilotos y todos los que trabajan acá saben que si no los detenemos mientras avanzan, los rusos alcanzarán nuestras posiciones al 100% de su capacidad y comenzará en enfrentamiento cuerpo a cuerpo”, dijo el sargento mayor Vasyl. “La lucha es implacable: 24 horas al día, los 7 días a la semana”.
Today, we visited wounded Ukrainian warriors receiving treatment in the hospital after sustaining injuries on various battlefronts.
— Volodymyr Zelenskyy / Володимир Зеленський (@ZelenskyyUa) November 19, 2024
I awarded our defenders with the Orders ‘For Courage,’ II and III classes, and our military medics with the Order of Princess Olga, III class, and… pic.twitter.com/fKQzxUHsdS
Vasyl participó de algunas de las batallas más sangrientas de la guerra, pero dice que la intensidad de los ataques rusos en el sur del Donbass es algo nunca visto.
“Una vez, de un transporte blindado bajaron 30 soldados de infantería y los eliminamos a todos en un mismo lugar”, dijo el sargento mayor Vasyl. “Pero de inmediato llegó otro vehículo que descargó a 30 soldados más. Perdimos la cuenta de cuántas veces enviaron tropas al mismo lugar, pero en apenas medio día de combate los rusos perdieron más de 200 hombres.”
“Y en otro enfrentamiento de seis horas, registramos un récord de 132 infantes rusos muertos.”
Pero al final de cada enfrentamiento, los rusos lograron quedarse con el terreno.
“Si están dispuestos a perder tantos hombres solo para avanzar, no sé qué podría detenerlos”, dijo Vasyl.
Los soldados ucranianos compartieron videos de drones que documentan las recientes batallas y permitieron que The New York Times viera imágenes transmitidas en vivo desde un puesto de mando a pocos kilómetros de la línea de frente. Los pilotos de drones disparaban sobre un grupo de tras otro soldados rusos, hora tras hora.
Si bien no fue posible verificar con precisión la cifra de muertos, las decenas de soldados rusos sin vida esparcidos por los campos, las hileras de árboles y los costados de las rutas permiten una espantosa mirada a la extraordinaria violencia que se vive todos los días a lo largo de cientos de kilómetros de la línea de frente.
Los soldados ucranianos dicen que la mejor manera de frenar el avance ruso no es trabarse en enfrentamientos frontales, que siempre favorecerán a las fuerzas rusas por sus superioridad numérica, sino debilitar las capacidades de combate del enemigo.
Pero igual necesitan tropas para ocupar las trincheras, y los soldados dicen que a las brigadas que normalmente se encargan de controlar una franja de tierra de cinco kilómetros a veces se les pide que defiendan una línea de frente dos o tres veces más larga.
Y cuando llegan refuerzos, carecen de experiencia en combate: con el paso de los meses y a medida que aumentan las pérdidas, los ucranianos tienen cada vez menos veteranos curtidos en batalla para poder guiarlos.
Por Marc Santora
Traducción de Jaime Arrambide
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