Estados Unidos admite que un misil disparado contra un objeto volador no dio en el blanco y cayó en un lago
En una sesión con el jefe del Estado Mayor Conjunto en el Vonhreso, los legisladores cuestionaron la necesidad del derribo cuando no el objeto no presentaba una amenaza a la seguridad
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BRUSELAS.- En Estados Unidos se incrementó el debate sobre el riesgo innecesario que se corre derribando los objetos aéreos no identificados, luego que el jefe del Estado Mayor Conjunto reconoció este martes que el primer misil disparado el domingo contra un objeto aéreo no identificado sobre el lago Huron, en la frontera con Canadá, no dio en el blanco y que el cohete cayó “sin causar daño” en el agua antes de que un segundo lo alcanzara con éxito.
El reconocimiento del misil errante por parte del general Mark Milley se produjo en medio de preguntas sobre si el gobierno estaba creando riesgos excesivos al derribar objetos aéreos que, según los oficiales militares, no representaban una amenaza para la seguridad.
En Washington, funcionarios del Pentágono se reunieron con senadores para una sesión informativa clasificada sobre los derribos. Los legisladores expresaron las preocupaciones de sus electores sobre la necesidad de mantenerlos informados y se aseguraron que los objetos no eran de naturaleza extraterrestre. El senador republicano Thom Tillis, dijo que es probable que la reciente ola de intercepciones tenga una “influencia tranquilizadora” y haga que los derribos futuros sean menos probables.
Su compañero de bancada Lindsey Graham dijo a los periodistas después de salir de la sesión informativa que no creía que los objetos representaran una amenaza.
“Están tratando de averiguarlo, sabes que hay un montón de basura ahí arriba. Así que tienes que averiguar cuál es la amenaza y cuál no. Ves algo, no siempre deberías tener que derribarlo”, dijo Graham.
Milley señaló que los militares hicieron todo lo posible para asegurarse de que los ataques no pusieran en riesgo a los civiles, incluida la identificación del tamaño probable del campo de escombros en la caída y el alcance efectivo máximo de los misiles utilizados. También dijo que en cada caso el Pentágono trabaja para asegurarse de que el espacio aéreo esté despejado y para evaluar el posible campo de escombros antes de embarcarse en tal ataque.
“Somos muy, muy cuidadosos para asegurarnos de que esos disparos sean realmente seguros”, dijo Milley. “Y esa es la guía del presidente. Derríbalo, pero asegúrese de minimizar los daños colaterales y preservar la seguridad del pueblo estadounidense”.
El objeto del domingo fue el tercero en ser derribado. La Casa Blanca dijo que los objetos diferían en tamaño y maniobrabilidad respecto del globo de vigilancia chino que los aviones de combate estadounidenses derribaron a principios de este mes, pero que su altitud era lo suficientemente baja como para representar un riesgo para el tráfico aéreo civil.
Los desafíos climáticos y las ubicaciones remotas donde se derribaron los tres objetos sobre Alaska, Canadá y el lago Huron han impedido los esfuerzos de recuperación hasta el momento en pleno invierno boreal, dijo el lunes a los periodistas el secretario de Defensa, Lloyd Austin.
Milley estuvo en Bruselas con Austin para reunirse con miembros del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania sobre armas adicionales y necesidades de defensa para Kiev antes de la anticipada ofensiva de primavera de Rusia.
Sin indicios sobre su origen
En tanto, la Casa Blanca dijo que no tiene “ningún indicio” hasta ahora de que los tres objetos voladores derribados fueran de origen chino o tuvieran funciones de espionaje.
Las autoridades estadounidenses hasta ahora “no han visto ningún indicio ni nada que apunte específicamente a la idea de que estos tres objetos formaban parte del programa de globos espía de China o estaban involucrados en esfuerzos de recopilación de inteligencia externa”, dijo a periodistas John Kirby, vocero del Consejo de Seguridad Nacional.
Kirby dijo que los tres objetos, dos derribados sobre territorio de Estados Unidos y uno sobre Canadá, “podrían ser globos que simplemente estaban vinculados a entidades comerciales o de investigación y, por lo tanto, inofensivos”. No obstante, Kirby enfatizó que China está llevando adelante un “programa deliberado y bien financiado” con globos de gran altitud y difíciles de detectar para espiar a Estados Unidos y otros países.
Un globo de este tipo, según funcionarios estadounidenses, fue derribado el 4 de febrero sobre la costa este de Estados Unidos, un incidente que posteriormente llevó al derribo preventivo de los siguientes tres objetos voladores no identificados.
Pekín niega que use globos espía y dice que el enorme globo derribado frente a la costa este tenía fines de investigación meteorológica.
El Pentágono y la Casa Blanca sostienen que conocer a ciencia cierta la naturaleza de los tres objetos voladores no identificados es difícil debido a las complejas condiciones para los equipos enviados a recuperar los restos. Citando condiciones climáticas y geográficas “bastante duras” en los tres casos, Kirby reconoció que “podría pasar un tiempo” antes de ubicar y recuperar los restos. ”Todavía no los hemos encontrado”, dijo.
Agencias AP y AFP
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