Esta región italiana paga hasta 30.000 euros a quienes se muden ahí: cómo aplicar
Las autoridades buscan hacerle frente a la disminución de la población en la región; los requisitos para los argentinos que quieran viajar
- 3 minutos de lectura'
El gobierno de Italia lanzó una nueva oportunidad para quienes tengan deseos de emigrar al país de las pastas y el gelato. Se trata del programa “Residencia en la montaña 2024″, una iniciativa que busca combatir la disminución de las poblaciones en pueblos de montaña frente al éxodo de los adultos-jóvenes en los últimos años.
A través de este beneficio, quienes deseen mudarse a alguna de estas localidades campestres tienen la oportunidad de adquirir una casa propia a valores inexistentes en el mercado tradicional.
En esta oportunidad, la zona alcanzada por el beneficio es la región caracterizada por sus pintorescos viñedos, amplios campos verdes y ciudades medievales: la Toscana. La propuesta implica que quienes adquieran una propiedad en la zona podrán recibir entre 10.000 y 30.000 euros en forma de compensación.
La medida responde a la salida de de jóvenes de sus pueblos natales a la gran ciudad en busca de nuevas oportunidades laborales, ya que estas localidades quedan ahora enfrentadas a una importante crisis habitacional. Debido a que muchos de los vecinos optan por vender sus propiedades a precios mucho más bajos de lo habitual para poder irse, las autoridades idearon un plan de gobierno para atraer a nuevas personas a la villa.
El programa, según el medio británico Time Out, tiene un gran éxito y se estima que la venta de unas 250 viviendas ya aportó 20 millones de euros a la economía local.
Las casas se encuentran en el antiguo distrito sarraceno de la ciudad y varían entre una, dos y tres habitaciones. Algunas incluso tienen balcones de hierro forjado con vistas a pequeñas calles adoquinadas, mientras que otros tienen patios con limoneros y clásicos azulejos antiguos.
“Son territorios de una belleza única, con pueblos por redescubrir que, sin embargo, sufren la despoblación”, explica al medio euronews Stefania Sccardi, vicepresidenta regional de Toscana. Y agrega: “Decidir vivir en uno de estos municipios es, por tanto, un desafío y una oportunidad, especialmente para los jóvenes, y la oportunidad de elegir una nueva vida”.
Los requisitos para mudarse a la Toscana
Para acceder a la atractiva propuesta, quienes quieran aplicar deben cumplir con una serie de requisitos excluyentes.
Los ciudadanos que deseen mudarse deben ser mayores de edad y ser miembros de la Unión Europea (UE) o bien tener un permiso de residencia con una duración mínima de 10 años. También se solicitar estar registrados como residentes en otra ciudad que no sea una comunidad de montaña. Cabe destacar que para obtener el “derecho de soggiorno permanente” en Italia se quieren por lo menos cinco años de residencia, que garantizan la total igualdad con el resto de los ciudadanos italianos.
Además, el pueblo al que apliquen para vivir debe estar calificado como uno de montaña y no tener más de 5000 habitantes.
Finalmente, el dinero que reciban en compensación no puede exceder el 50% del costo total de la casa adquirida y de las renovaciones que deba realizar.
Quienes deseen participar deberán ingresar al sitio web de la Región de la Toscana para llenar los formularios correspondientes, y tendrán tiempo para hacerlo hasta las 13 (hora italiana) del 27 de julio de 2024.
Otras noticias de Italia
Zona azul. El pueblo de Italia que ofrece casas a 1 euro y donde la gente vive más tiempo
Destino turístico. El pueblo italiano del que son originarias la familia de Lionel Messi y Javier Milei
La venganza de Felisa Ortiz Basualdo. Cómo el Palacio Alvear se convirtió en la residencia del embajador de Italia
- 1
El chavismo afirma que el opositor que dejó la embajada argentina colabora activamente con la Justicia
- 2
The Economist nombró al país del año: cuál fue el elegido y qué dijo sobre la Argentina
- 3
Un ómnibus chocó con un camión y se prendió fuego: 32 muertos
- 4
Cómo el caso Pelicot relanzó debates jurídicos y sociales y qué podría cambiar tras la sentencia en Francia