Espías y analistas norteamericanos, detrás de la arquitectura de la fulminante contraofensiva de Ucrania
Washington ha suministrado a Kiev información sobre la ubicación de puestos de mando, arsenales y depósitos de municiones y otros puntos clave de las líneas militares de Rusia
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WASHINGTON.- En los últimos meses, altos funcionarios ucranianos redoblaron el intercambio de datos de inteligencia con sus colegas norteamericanos, como parte de los preparativos para la contraofensiva que en estos días les permitió recuperar grandes porciones de territorio ocupado en el este del país, gracias a la relevante información sobre los puntos vulnerables de las fuerzas rusas suministrada por Estados Unidos.
Desde el inicio de la guerra, Estados Unidos ha suministrado a Ucrania información sobre la ubicación de puestos de mando, arsenales y depósitos de municiones y otros puntos clave de las líneas militares de Rusia. Ese intercambio de inteligencia en tiempo real permitió a los ucranianos hacer blanco en las fuerzas rusas, matar a sus altos generales, y obligarlas a alejar sus líneas de suministro de armas del frente de batalla.
Sin embargo, hasta hace un tiempo los oficiales de inteligencia norteamericana decían entender mejor los planes militares de Rusia que los de Ucrania. Temiendo que si compartían sus planes operativos quedaran al descubierto sus debilidades y eso desalentara el apoyo de Estados unidos, los ucranianos guardaron en secreto sus preparativos mientras los norteamericanos seguían recolectando detalles precisos de las órdenes del Kremlin y los planes de los comandantes rusos.
Pero cuando Ucrania delineó sus planes de contrataque, el gobierno de Kiev decidió que compartir más información con Estados Unidos los ayudaría a obtener más ayuda, señalan los funcionarios norteamericanos.
Los funcionarios de Estados Unidos se niegan a dar detalles del plan de contraofensiva que compartió con ellos Ucrania o del tipo de consejos que les dieron a los ucranianos. Pero un funcionario dijo que los estadounidenses habían estado en “intercambio permanente” con Kiev sobre la mejor forma de frenar el avance ruso en el este de Ucrania.
Las victorias en el noreste, incluida la recuperación de Izium, un nodo ferroviario clave, constituyen el avance más importante que Ucrania ha logrado hasta ahora, dicen los norteamericanos.
Todavía no está clara la importancia estratégica de esas victorias en el cuadro general de la guerra, pero según los expertos militares hay indicios de que la actual ofensiva ucraniana puede ser el impulso inicial para hacer retroceder significativamente la línea de frente rusa.
“Desde hace meses estoy convencido de que para fin de año Ucrania logrará empujar a Rusia hasta las líneas de frente del 23 de febrero, o sea antes de la invasión”, dice el teniente general retirado Frederick B. Hodges, ex alto comandante del Ejército de Estados Unidos en Europa. “Cuando uno observa la logística rusa se da cuenta que para ellos es simplemente insostenible, por los problemas de disciplina y baja moral entre sus tropas, además del problema para conseguir refuerzos.”
Pero Hodges dice que los recientes éxitos de Ucrania lo han obligado a revisar sus proyecciones y que la recuperación de tierras en el sur y el este podría adelantarse, y hasta preparar el escenario para un intento de recuperar Crimea el próximo año. Y son varios los expertos que coinciden en que el viento puede estar cambiando a favor de Ucrania.
“La contraofensiva del ejército ucraniano avanza más rápido y recupera más terreno de lo esperado”, dice Mick Mulroy, exfuncionario del Pentágono y actual agente de la CIA. “Es el momento para que el ejército ucraniano aproveche todas las oportunidades que se le presentan para degradar y destruir la capacidad bélica de los rusos”.
Funcionarios norteamericanos actuales y de administraciones pasadas elogiaron por igual la sofisticación de los preparativos ucranianos para la contraofensiva. La decisión de Ucrania de anunciar su contraofensiva en el sur antes de atacar en el noreste es una técnica estándar para desviar la atención utilizada por las tropas de Operaciones Especiales de Estados Unidos, que vienen entrenando a los ucranianos desde la anexión de Crimea en 2014.
“Los está entrenando Operaciones Especiales desde hace 8 años”, dice Evelyn Farkas, que durante el gobierno de Obama fue la máxima funcionaria del Pentágono para temas de Ucrania y Rusia. “Nuestros agentes de inteligencia les han enseñado sobre lo que se conoce como guerra irregular, sobre formas de engaño y operaciones psicológicas”.
Aunque los mensajes sobre el embate ucraniano en el sur pueden haber sido una especie de engaño distractivo, los funcionarios dicen que ese ataque también tiene importancia. Gracias a esos avances en el sur, por modestos que sean, a las fuerzas rusas se les hará mucho más difícil capturar la ciudad portuaria de Odesa, uno de los objetivos de guerra del presidente Vladimir Putin.
Sin embargo, los actuales funcionarios de Estados Unidos son cautos y señalan que es demasiado pronto para determinar si el ejército ucraniano podrá mantener el impulso de esta última semana.
La ofensiva pondrá a prueba a los ucranianos, que viene sufriendo escasez de pertrechos, sobre todo munición de artillería. Su ejército también ha sufrido cuantiosas bajas. Salir a la ofensiva es más difícil de sostener que una defensa. Algunos funcionarios norteamericanos creen que cuanto más éxito tenga Ucrania en los próximos días, más fuerte será el contrataque de Rusia.
Pero la nueva ofensiva ha demostrado que las fuerzas rusas no han solucionado los problemas de fondo que quedaron al desnudo en los primeros días del conflicto.
El ejército ruso sigue sin poder resolver sus problemas logísticos ni garantizar líneas de comunicación seguras, y según los funcionarios norteamericanos, tampoco pudo escalar su producción industrial para satisfacer las demandas de la guerra. Las defensas antiaéreas ucranianas siguen siendo una amenaza para los aviones rusos, y eso impide que el Kremlin pueda desatar todo el potencial de sus fuerzas armadas.
El Kremlin podría revisar su decisión de no realizar una leva masiva para reforzar sus filas y hacer una suerte de relanzamiento de su guerra en Ucrania. Putin también podría recurrir a tácticas diferentes y dar inicio a una nueva fase de la guerra, especialmente si cree que la moral de Ucrania mejora tras su exitosa contraofensiva. Los funcionarios de Kiev creen que los rusos podrían recurrir a ataques cibernéticos contra una amplia franja de Ucrania.
Georgii Dubynskyi, viceministro de transformación digital de Ucrania, pronosticó que en los próximos meses, con la llegada del invierno boreal, Rusia intentará atacar la red eléctrica de Ucrania o cortar los oleoductos.
“En la próxima fase intentarán atentar contra nuestro sector energético y financiero”, dijo Dubynskyi. “Ya hemos visto este escenario anteriormente.”
En 2015, Rusia atacó la infraestructura eléctrica de Ucrania. Pero esta vez los ucranianos creen que Rusia usará ataques de phishing más específicos para acabar con partes de la red de energía, o recurrir a una combinación de ataques cibernéticos con una campaña de bombardeo cinético.
Por Julian E. Barnes y Helene Cooper
Traducción de Jaime Arrambide
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