Atentado en España: la policía tuvo una alerta de Estados Unidos
Tras las revelaciones de un diario catalán, los Mossos reconocieron que recibieron en mayo una advertencia de un eventual ataque de Estado Islámico en La Rambla
MADRID.- Todavía no se entiende por qué mintió. Pero lo cierto es que, tras haberlo negado en repetidas ocasiones, el gobierno regional de Cataluña se vio forzado a admitir que sí había recibido alertas del exterior sobre un posible atentado.
Con eso, no sólo empañó buena parte de su gestión en el penoso atentado que el 17 del mes pasado costó 16 vidas y más de 120 heridos, sino que además se abrió un frente político y varios reclamos de informes, impulsados, incluso, por sus aliados políticos.
"Sí hubo una alerta el 25 de mayo. La evaluamos y no le dimos credibilidad", dijo el jefe de los Mossos d'Esquadra -la policía regional catalana-, Josep Lluis Trapero. La alerta en cuestión provino de Estados Unidos y advertía expresamente sobre un ataque "en La Rambla", tal como se conoce al popular paseo donde, efectivamente, ocurrió el atropello masivo con el que comenzó el doble ataque.
Tanto el policía como el secretario de Interior, Joaquín Forn, se vieron forzados a comparecer en conferencia de prensa luego de que El Periódico de Cataluña difundiera ayer la existencia de esa alerta tantas veces negada. Los Mossos, las fuerzas de seguridad del Estado y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) recibieron a finales de mayo un aviso de la CIA alertando de los planes de Estado Islámico (EI) para atentar en verano en Cataluña, "específicamente en La Rambla".
Forn parecía fuera de sí. No vio otra cosa que intención política en contra del llamado "proceso independentista" catalán y denunció todo tipo de maniobra en su contra.
"Intoxicación informativa, campaña de desprestigio, oscuros intereses políticos." Todas esas expresiones estuvieron en su comparecencia. Trapero, que hasta ahora había ceñido todos sus informes a un perfil técnico, entró también en el juego político. "Quiero saber quién le dicta al director de este diario lo que tiene que escribir", dijo. Con esas palabras así como con el reconocimiento de que la advertencia tantas veces negada sí había existido, fueron los Mossos y el gobierno catalán los que se infligieron daño y cubrieron de sospecha su comportamiento.
El lunes está previsto que Forn se presente en la Legislatura catalana y no parece que vaya a pasar un día fácil. Hasta sus socios en la prédica independentista están molestos con la mentira. El problema no es tanto si esa alerta hubiese podido evitar los atentados, sino que se haya mentido al respecto. "No es atacando al periodismo como se defiende la democracia", era ayer el mensaje generalizado. Hasta Podemos, la formación antisistema de Pablo Iglesias, se sumó al pedido de informes.
De todos modos fueron el Partido Popular, el Partido Socialista Catalán y Ciudadanos los que pidieron que el gobierno dé explicaciones en el Parlamento regional. Tanto el gobierno de Carles Puigdemont como la coalición Junts pel Si, en la que se apoya, se alinearon con los Mossos y advirtieron que "lo tiene muy difícil quien pretenda ensuciarlos".
La controversia abierta ayer volvió a poner bajo la lupa todo lo ocurrido luego de la desactivación del comando terrorista, incluida la marcha del sábado pasado en Barcelona, en la que el rey Felipe VI y el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, fueron recibidos con abucheos y carteles en su contra.