Escala la violencia en Medio Oriente: tres muertos en dos atentados en Tel Aviv y Cisjordania

JERUSALÉN.– La violencia se disparó esta semana a sus máximos niveles en varios meses en el marco del conflicto de israelíes y palestinos, con una escalada que comenzó con incidentes en Jerusalén y se extendió con fuego aéreo entre Israel y el grupo Hamas, y se coronó este sábado con dos atentados en la calle, uno en Cisjordania y otro en Tel Aviv, que dejaron tres civiles muertos y varios heridos.

Una treintena de cohetes fueron disparados el jueves contra Israel desde el Líbano, en la mayor escalada desde 2006 en la frontera entre estos dos países. El Ejército israelí respondió con bombardeos contra el Líbano y contra la Franja de Gaza, que se extendieron hasta este viernes.

De acuerdo con las autoridades israelíes, el ataque sobre el sur del Líbano se dirigió contra “infraestructuras terroristas pertenecientes a Hamas”. Y añadieron que el bombardeo a la Franja Gaza tuvo como objetivo dos túneles y dos lugares de producción de armamentos.

Un vocero militar dijo que los bombardeos de la aviación israelí golpearon tres objetivos en el Líbano y diez en Gaza. Según el vocero, Hamas había lanzado 44 misiles contra Israel, solo uno de los cuales alcanzó una zona poblada, sin causar víctimas. Los otros cayeron en áreas abiertas, en el mar, en la misma Gaza o fueron interceptados.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, había advertido el jueves sobre una firme reacción ante los lanzamientos de misiles. “Golpearemos a nuestros enemigos y les haremos pagar el precio de cada agresión”, aseguró el premier, con problemas también en el flanco interno tras semanas de protestas contra una reforma judicial.

“Las amenazas e intimidaciones de los dirigentes sionistas no conducirán a nada”, dijo por su parte Naim Qasem, número dos de Hezbollah, la organización islamista que controla de facto el sur de Israel. “Todo el eje de resistencia se encuentra en estado de alerta”, agregó. También Hamas condenó “en los términos más fuertes posibles la espantosa agresión israelí contra la Franja de Gaza asediada y el Líbano”, y dijo que haría a Israel “enteramente responsable de las consecuencias de una agresión tan grave”.

El detonante de esta renovada ronda de violencia fue el desalojo violento que realizó la policía israelí, el miércoles, en la mezquita Al-Aqsa de Jerusalén, un lugar sagrado para el islam, en medio de las fiestas del Ramadán musulmán y la Pascua judía. El operativo dejó 350 detenidos y 37 heridos.

Tras los bombardeos se dio una desescalada de fuego pesado, y las autoridades israelíes bajaron provisoriamente el nivel de alerta aérea. Pero la violencia facciosa persistió a nivel de calle, al conocerse la muerte de dos mujeres israelíes que fueron atacadas cuando circulaban en auto cerca de un asentamiento en Cisjordania.

El Ejército israelí dijo que el auto de las dos mujeres fue atacado en el cruce de Hamra, en el norte del valle del río Jordán, un territorio palestino ocupado por Israel desde 1967. Y agregó que estaba buscando a los que estaban detrás del ataque, estableciendo barricadas en la zona.

Terror en Tel Aviv

Horas después, un presunto militante islamista atropelló con un auto a un grupo de transeúntes en Tel Aviv. El ataque dejó un turista extranjero muerto y otros cinco heridos, en tanto que el agresor fue abatido cuando intentaba abrir fuego luego de la embestida.

Más tarde se supo que el fallecido era un hombre de nacionalidad italiana, Alessandro Parini. El gobierno de la primera ministra Giorgia Meloni expresó sus condolencias “por la muerte de uno de nuestros compatriotas” en el “atentado terrorista ocurrido en la noche en Tel Aviv”.

Netanyahu “dio la orden a la policía israelí de movilizar todas las unidades de reserva de la policía en las fronteras, y [al Ejército] de movilizar fuerzas suplementarias para enfrentar los atentados terroristas”, indicó un comunicado de la oficina del primer ministro.

Desde abril de 2022 no se lanzaban cohetes desde el Líbano hacia Israel, que entonces también efectuó ataques contra su vecino del norte. Sin embargo, se trata del incidente más grave desde la guerra de 2006 contra Hezbollah.

Israel culpó a Hamas del ataque del jueves, que tuvo lugar mientras el jefe de la agrupación, Ismail Haniyeh, visitaba el Líbano. Pero los expertos en seguridad afirmaron que Hezbollah, que ayuda a Irán, el principal enemigo de Israel, a proyectar su poder en todo Medio Oriente, debió dar su consentimiento.

Hezbollah y sus aliados enfrentaron en la última semana vastos ataques de aviones israelíes también en territorio sirio, que atacaron lo que Israel cree que son instalaciones para fabricar drones. Se cree que al menos dos miembros de la organización murieron durante ataques nocturnos que arrasaron varios hangares en bases sirias.

El grupo ha prometido devolver los golpes siempre que haya bajas entre sus miembros. Hamas y la Jihad Islámica le dijeron en tanto a Egipto –que suele actuar como mediador– que “las facciones palestinas van a seguir con los lanzamientos de cohetes, si Israel continúa con sus agresiones y bombardeos”.

El gobierno libanés afirmó que su país quiere preservar la calma en la zona sur y llamó a la comunidad internacional a “presionar a Israel para frenar la escalada” sobre la región fronteriza. El jefe de la Fuerza Interina de Naciones Unidas (Finul), Aroldo Lázaro, habló con autoridades de Israel y del Líbano y dijo que “ambos lados han dicho que no quieren la guerra”.

Agencias AFP, AP y ANSA

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