Escala el conflicto entre la Unión Europea y Polonia, que denunció un “chantaje”
Varsovia y Bruselas están enfrentadas desde hace algunos años y la UE amenaza con recorte de fondos
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PARÍS.– La pulseada continúa entre la Unión Europea (UE) y Polonia. El último episodio se produjo este martes, en el hemiciclo del Parlamento Europeo de Estrasburgo, donde el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, denunció un “chantaje” contra su país, mientras Bruselas advirtió que hará lo necesario para defender “los valores comunes” del bloque.
“No permitiremos que nuestros valores comunes sean puestos en peligro. La Comisión Europea actuará”, advirtió ante el Parlamento Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión, después que la semana pasada el tribunal constitucional polaco rechazó la primacía del derecho europeo sobre el nacional.
En su intervención, Morawiecki afirmó “rehusar ese discurso de amenazas y coerción”, librándose a un alegato sobre la soberanía de los Estados ante Bruselas.
“El chantaje se vuelve un método habitual de ciertos Estados miembros. Esa no es la base de la democracia”, dijo durante un discurso de media hora, aclamado por sus simpatizantes de extrema derecha.
El chantaje al cual se refiere Morawiecki gira sobre todo en torno de la posibilidad de que Bruselas bloquee la suma que le corresponde a Polonia en el plan de reactivación. Interrogado sobre la cuestión, el comisario europeo de Justicia, Didier Rynders, indicó este martes que el ejecutivo europeo esperaba “un mensaje claro” de Varsovia sobre las reformas judiciales que decidió, y que violan las normas vigentes en la UE.
“Seguiremos debatiendo sobre ese plan de reactivación. Es necesario que haya, a la vez, inversiones y reformas. Y esas reformas conciernen la independencia de la justicia”, afirmó Rynders.
Una historia de conflictos
Hace años que Polonia está en conflicto con Bruselas por culpa de las reformas judiciales decididas por el gobierno ultra-nacionalista y populista del partido Derecho y Justicia (PiS). Un enfrentamiento que culminó el 7 de octubre con la decisión del tribunal constitucional polaco. Esa jurisdicción, dominada por el partido de gobierno, juzgó ciertos artículos de los tratados de la UE “incompatibles” con la Constitución nacional.
La decisión agravó aun más la tensión entre Bruselas y Polonia, dejando temer a muchos una eventual salida del país de la UE. Mayoritariamente apegados a esa pertenencia, decenas de miles de polacos salieron el 11 de octubre a las calles a manifestar en favor de la UE.
Este martes Morawiecki repitió que la idea de un “Polexit” es falsa.
“Polonia es y seguirá siendo miembro de la UE”, insistió. Pero reiteró sin embargo la primacía de la Constitución polaca, que sigue siendo “la ley suprema” para el país.
“Polonia es criticada en forma parcial e injustificada”, agregó, y acusó a la UE de “paternalismo”.
Von der Leyen enumeró este martes en Estrasburgo las opciones. El organismo que ella preside puede lanzar contra Varsovia un nuevo procedimiento de infracción, que podría llegar hasta la Corte de Justicia de la UE. Desde enero pasado, también tiene a su disposición un instrumento que le permitiría suspender o reducir los fondos entregados a un Estado miembro que no respete los principios del Estado de derecho.
Esta última medida es, sin duda, la más peligrosa espada de Damocles para Polonia, que debe su confortable situación económica y social a su pertenencia al bloque.
Las controvertidas reformas de la justicia ya condujeron a la CE en diciembre de 2017 a lanzar un primer procedimiento (artículo 7 del tratado de la UE) contra ese país. Pero la medida, que puede llegar hasta la suspensión del derecho de voto de un país miembro en el Consejo Europeo -organismo que reúne a los presidentes y jefes de gobierno de los 27 países miembros-, está por el momento paralizado.
“Estoy profundamente inquieta. Esa decisión (del tribunal constitucional polaco) pone en tela de juicio los fundamentos mismos de la Unión Europea”, afirmó Von der Leyen ante los diputados europeos, que reclaman firmeza ante Varsovia.
“Poner en tela de juicio el Estado de derecho es poner en tela de juicio el proyecto europeo. Seremos extremadamente vigilantes y firmes sobre la cuestión en toda Europa”, afirmó por su parte el secretario francés para Asuntos Europeos, Clément Beaune, al llegar este martes a Luxemburgo para preparar con sus homólogos la cumbre europea de jueves y viernes.
“Si bien el diálogo prosigue con Varsovia, también es necesario utilizar instrumentos de presión. Eso no quiere decir que estemos poniendo precio al Estado de derecho”, explicó.
Fiel a su metodología, la canciller alemana Angela Merkel había aconsejado el viernes insistir en el diálogo en vez de utilizar la fuerza. No obstante, el eurodiputado alemán Manfred Weber, jefe del principal grupo político en el Parlamento (el conservador Partido Popular Europeo – PPP) afirmó por su parte que “la Constitución de los Estados miembros es fundamental. Pero el reglamento interior de nuestra Unión es importante”.
“Cuando un Estado miembro amenaza con dejar de respetar las reglas, se pone a sí mismo ante la puerta de salida. Nadie lo empuja”, declaró a su vez la española Iratxe García Pérez, líder del grupo de izquierda Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas.
En vísperas de la cumbre, el jefe del gobierno polaco escribió el lunes a los dirigentes de los otros 26 países del bloque, quejándose porque, a su juicio, la UE terminará “convirtiéndose en un organismo administrado en forma centralizada por instituciones desprovistas de todo control democrático”.
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