Era el pirata más temido del mundo, asaltó a un emperador y se esfumó: una nueva pista reveló qué le pasó
Henry Avery, considerado en el siglo XVII como uno de los bucaneros más despiadados del planeta, desapareció hace 400 años con el enorme tesoro que le robó al regente de India
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Una moneda de plata deslustrada a la vez, la tierra está produciendo nueva evidencia de que, a finales del siglo XVII, uno de los piratas más despiadados del mundo deambulaba por las colonias americanas con total impunidad.
Documentos recién descubiertos también fortalecen los argumentos de que el bucanero británico Henry Every -objeto de la primera cacería humana mundial- se ocultó en Nueva Inglaterra antes de navegar hacia Irlanda y desaparecer de manera misteriosa.
“A estas alturas, la cantidad de evidencia es apabullante e indisputable”, relató Jim Bailey, historiador y especialista en detección de metales, que ha dedicado años a resolver el misterio. “Sin duda alguna, Every estaba prófugo en las colonias”.
En 2014, después de desenterrar una moneda peculiar grabada con una inscripción en árabe en el huerto abierto al público de Middletown, Rhode Island, Bailey comenzó a rastrear los pasos de Every.
Una investigación confirmó que la moneda exótica fue acuñada en 1693 en Yemen. Entonces Bailey descubrió que concordaba con los millones de dólares en monedas y otros objetos de valor que Every y sus hombres saquearon audazmente el 7 de septiembre de 1695 del Ganj-i-Sawai, una embarcación real armada cuyo propietario era el emperador indio Aurangzeb.
Según los recuentos históricos, la banda de Every torturó y asesinó a los pasajeros a bordo del barco indio y violó a muchas de las mujeres antes de huir a las Bahamas, un reducto para piratas. Pero pronto se corrió la voz sobre sus crímenes, y el monarca inglés William III -bajo enorme presión de una India escandalizada y la influyente East India Company, el gigante del comercio- ofreció una gran recompensa por sus cabezas.
Desde entonces, especialistas en detección de metales y arqueólogos han encontrado 26 monedas similares entre Maine y las Carolinas. Todas las monedas, a excepción de tres, aparecieron en Nueva Inglaterra, y ninguna se puede fechar después de la captura del navío indio.
“Cuando escuché por primera vez acerca de ello, pensé: ‘Hey, un momento, esto no puede ser cierto’”, dijo Steve Album, especialista en monedas raras que reside en Santa Rosa, California, y que ayudó a identificar todas las monedas árabes de plata que aparecieron en Nueva Inglaterra.
“Pero estas monedas han sido halladas legítimamente y, en algunos casos, de forma arqueológica; cada una de ella es anterior al saqueo del barco”, aseguró Album, que ha vivido en Irán y ha viajado extensamente por el Medio Oriente.
Especialistas en detección de metales también han descubierto una pepita de oro que pesa tres gramos (un décimo de onza) -ligeramente más pesada que un centavo estadounidense- en un campo de papas ubicado en la cima de una colina en el pueblo costero de Little Compton, Rhode Island.
No hay evidencia documentada que demuestre que en el estado se haya hallado oro en la naturaleza. Bailey y otros expertos creen que probablemente la pepita proviene de algún punto de la Costa del Oro de África, centro del comercio de esclavos a finales del siglo XVII y en los primeros años del XVIII. Para sumar a la intriga, se recuperaron dos monedas árabes de plata no lejos de la pepita, y se sabe que Every robó una cantidad considerable de oro en la costa de África Occidental.
La evidencia más reciente que sitúa a Every en territorio estadounidense no es solo metálica, sino que también incluye papel y pixeles.
Bailey ya había encontrado registros que muestran que el Sea Flower, un buque en el que navegaron Every y sus hombres después de abandonar la embarcación que utilizaron en su asalto mortal, llegó a Newport, Rhode Island, en 1696. Desde entonces ha hallado documentos que demuestran que el capitán pirata estaba acompañado por tres habitantes de Rhode Island que subió a bordo desde otra embarcación pirata cuando huyó de la India. Los tres desembarcaron con Every en las Bahamas el 30 de marzo de 1696, y Bailey dijo que en esencia le ayudaron a escapar a cambio de un botín.
El 27 de agosto de 1696, los piratas capturados William Phillips y Edward Savill testificaron que uno de los dos barcos que partieron de las Bahamas fue a Virginia y Nueva Inglaterra antes de llegar a Irlanda. Algo crucial, dijo Bailey, es que los registros aclaran una cronología confusa que los historiadores han malinterpretado desde hace años para sugerir que Every estuvo dos meses en la isla del Caribe, algo que nunca hubiera hecho como fugitivo.
“No hay manera de que se haya quedado en las Bahamas para sentarse en la playa y mejorar su bronceado mientras aguardaba a ser capturado”, señaló Bailey. “De hecho, Every estuvo en Nueva Inglaterra más de un mes sopesando sus alternativas para reiniciar su vida en las colonias o volver a casa a Inglaterra”.
Las hazañas de Every inspiraron el libro de Steven Johnson, Enemy of All Mankind (Enemigo de toda la humanidad), y la última entrega de la popular franquicia de videojuegos Uncharted de PlayStation. Este año, Sony Pictures estrenó una adaptación cinematográfica de su historia con Tom Holland, Mark Wahlberg y Antonio Banderas.
El próximo desafío de Bailey: dilucidar qué le pasó a Every cuando le perdieron la pista después de que llegó a Irlanda el 20 de junio de 1696. Es el elusivo último capítulo de este misterio, que espera detallar en un próximo libro sobre el caso no resuelto.
“Estamos rastreando la historia perdida de uno de los mayores crímenes del siglo XVII”, comentó.
Con información de AP
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