El papa Francisco habló del lobby gay, de la corrupción en la Iglesia y también de la Argentina
El sumo pontífice contestó las preguntas de 71 periodistas durante el vuelo de regreso a Roma; respondió sobre aborto, matrimonio igualitario, Vatileaks y su visita al país
A BORDO DEL VUELO PAPAL.- "Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para criticarlo? El catecismo de la Iglesia católica lo explica de forma muy linda esto. Dice que no se deben marginar a estas personas por eso. Hay que integrarlas en la sociedad. El problema no es tener esta tendencia. Debemos ser hermanos. El problema es hacer un lobby".
Papa Francisco volvió ayer a sorprender: durante el vuelo que lo llevaba de vuelta a Roma, contestó 20 preguntas de todo tipo , incluso de las más delicadas, sin rodeos ni formalismos. Después de su triunfal y agotador viaje de 7 días a Brasil, el primero de su pontificado, para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), al cumplir la promesa hecha a la ida a los 71 periodistas del vuelo papal de que a la vuelta volvería y respondería preguntas, superó con creces cualquier expectativa. Media hora después de despegar de Río de Janeiro, apareció en la parte trasera del avión, donde se quedó, de pie, 1 hora y 20 minutos. Respondió a todo tipo de preguntas -desde el Vatileaks hasta la posición de la mujer en la Iglesia-, sin ningún problema, con humor, transparencia, inteligencia y sinceridad absoluta.
Corrupción en el Vaticano
Durante la charla con los periodistas, el Papa respaldó a Battista Ricca, el monseñor que designó en un cargo clave del Instituto para las Obras de Religión (IOR) y que fue acusado por el semanario L’Espresso de turbias relaciones homosexuales.
Francisco aseguró que no había encontrado nada de lo que publicó L’Espresso en la investigación previa que mandó a hacer antes de designarlo, según establece el derecho canónico. Y recordó que "el Señor es misericordioso y perdona todo". Habló de los gays, a quienes distinguió del supuesto lobby gay que habría dentro del Vaticano.
También habló de los monseñores de la Curia que "dan escándalo" y mencionó a Nunzio Scarano, quien fue arrestado recientemente acusado por corrupción y estafa, por usar el IOR para traer de forma ilegal a Italia 20 millones de euros de unos amigos desde Suiza. "Hay algunos que dan escándalo. Tenemos a este monseñor en prisión, creo que aún sigue, y no es que fue a la cárcel porque se pareciera precisamente a la beata Imelda… No era un santo. Son escándalos y hacen daño", sentenció. Al ser consultado sobre si había encontrado resistencia en la curia romana, Francisco puso cara de póker y dijo: "Si hay, aún no la he visto, pero tampoco hice muchas cosas. Lo que si he encontrado es ayuda y gente leal. Por ejemplo, a mí me gusta cuando una persona me dice: ‘Yo no estoy de acuerdo’, y esto lo he encontrado. ‘Yo esto no lo veo, no estoy de acuerdo, yo se lo digo y luego haga lo que quiera’: alguien que te dice eso es un verdadero colaborador, y eso lo he encontrado. Pero esos que te dicen: 'Ay, qué lindo, qué bueno, qué bueno', y luego dicen lo contrario en otra parte, todavía no me he dado cuenta. Quizás hay alguno, pero no me he dado cuenta de estas resistencias. En cuatro meses no se pueden encontrar muchas", aseguró.
Asimismo, destacó que en la Curia -bajo un manto de sospecha desde las intrigas y venenos sacados a luz por el Vatileaks, la filtración que golpeó como nunca a Benedicto XVI el año pasado-, hay cardenales, sacerdotes, obispos, monjas, laicos que rezan y trabajan mucho, que también van al encuentro de los pobres, a escondidas. "Yo sé de algunos que dan de comer a los pobres o que en su tiempo libre acuden a hacer ministerio en una iglesia o en otra. Hay santos en la curia", indicó el ex arzobispo de Buenos Aires.
"Aunque también hay alguno que no es tan santo. Y esos son los que hacen más ruido. Ya saben, hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece", advirtió.
Además, Francisco admitió que todavía no sabe cómo terminará otra fuente de escándalo en la santa sede: el IOR -el banco del Vaticano-, acusado de lavado de dinero. El sumo pontífice reconoció que hay quienes quieren cerrarlo, quienes quieren transformarlo en un "fondo de ayuda", pero que seguramente debe volver a ser "transparente".
El Papa, que creó una comisión referente para investigar el IOR, aseguró que su actual presidente, el aristócrata alemán, Ernst Von Freyberg, seguirá estando al frente de la entidad, recordando que su director y vicedirector -Paolo Cipriani y Massimo Tulli-, hace muy poco presentaron su renuncia, porque estaban al tanto de las irregularidades cometidas por un monseñor que terminó en la cárcel.
"No sé cómo terminará el IOR. Algunos dicen que tal vez es mejor que sea un banco, otro que es mejor que sea un fondo de ayuda, otros dicen que hay que cerrarlo. Se escuchan estas voces. Yo no sé, confío en el trabajo de las personas del IOR, que están trabajando con esto. También de la comisión. El presidente del IOR continúa, el que había antes, mientras que el director y el vicedirector han presentado su dimisión. No sé decir cómo terminará esta historia. Esto es también lindo. Se busca, se encuentra. Somos humanos. Debemos encontrar lo mejor, pero las características del IOR sea un banco, un fondo o lo que sea, sus características deben ser transparencia y honestidad. Debe ser así", aseveró Francisco.
En medio del vuelo a Roma, el Papa habló sin vueltas de las reformas que ha puesto en marcha en la curia romana y en la economía del Vaticano a través de diversas comisiones.
El viaje a la Argentina
En tanto, confirmó que no tiene en sus planes un viaje a la Argentina en el corto plazo, ya que recientemente estuvo en América latina. "No creo que no haya posibilidad de volver, porque el Papa latinoamericano, que acaba de hacer el primer viaje a Latinoamérica… Arrivederci! Debemos esperar un poco", dijo. También reveló que desea viajar a Jerusalén y a Asia, a Sri Lanka y a Filipinas, el próximo año. "Creo que se puede esperar un poco para ir a la Argentina, todos estos viajes de los que le he hablado tienen una cierta prioridad", apuntó.
En tanto, el Papa aseguró que la comunión a los divorciados que se vuelven a casar es un tema complejo que debe ser analizado por la pastoral matrimonial. Y confirmó que Juan XXIII y Juan Pablo II serán canonizados juntos , no el 8 de diciembre, como se esperaba, sino que probablemente el año que viene.
Francisco, que siendo arzobispo de Buenos Aires era reacio a dar entrevistas, se quedó incluso en la "jaula de los leones" cuando el avión, que en ese momento ya estaba sobrevolando el Atlántico, atravesó una fuerte turbulencia.
Brasil y la polémica por la seguridad
Al llegar, tomó el micrófono y habló de su primer viaje internacional. Admitió estar muy cansado "pero con el corazón alegre" porque finalmente había vuelto a estar en contacto con la gente. Luego, felicitó a los organizadores de la maratón: "Me parecía estar en una computadora, todo funcionaba perfecto", reveló. Y consciente de que hubo polémica en torno a su seguridad, destacó que "no hubo ni un incidente en todo Río de Janeiro en estos días". "Todo era espontáneo. Con menos seguridad yo pude ir con la gente, abrazarla, saludarla, sin coches blindados. La seguridad es confiar en un pueblo", aseguró. "Siempre hay peligro de que haya un loco que haga algo. Pero también está el Señor. Hacer un espacio blindado entre el obispo y el pueblo es una locura. Prefiero esta locura, tener el riesgo de la otra locura. La cercanía nos hace bien a todos", señaló.
Su relación con Benedicto XVI
Por otro lado, Jorge Bergoglio habló sobre su relación con su antecesor, Benedicto XVI, papa emérito, que renunció el 11 de febrero pasado y que ahora cohabita con él en el Vaticano.
Francisco no dudó en definir a Benedicto XVI, papa emérito, que renunció el 11 de febrero pasado y que ahora cohabita con él en el Vaticano, como "un grande". "La última vez que hubo dos papas o tres papas no se hablaban entre ellos, se estaban peleando a ver quién era el verdadero. Tres llegaron a haber durante el Cisma de Occidente. Hay algo que califica mi relación con Benedicto: yo lo quiero mucho. Siempre lo quise mucho, para mí es un hombre de Dios, es un hombre humilde, que reza. Yo fui muy feliz cuando fue electo Papa. También cuando él renunció para mí fue un ejemplo de un grande, un hombre de Dios, un hombre de oración", describió.
Para Bergoglio, la cohabitación con el papa emérito es algo natural: "Es como tener a un abuelo en casa", indicó. "Él ahora vive en el Vaticano y algunos me dicen ‘pero cómo se puede hacer esto, dos papas en el Vaticano, pero no te molesta, ¿él no te hace la revolución en contra?’. Todas las cosas que dicen ¿no? Pero yo encontré una frase para esto: es como tener al abuelo en casa, pero el abuelo sabio, en una familia el abuelo está en casa, es venerado, es amado, es escuchado. Él es un hombre de una prudencia, no se mete. Yo lo dije muchas veces ‘santidad, haga su vida, venga con nosotros’. El vino para la inauguración de la estatua de San Miguel… Para mí, esa frase dice todo: es como tener el abuelo en casa, es mi papá. Si yo tuviera una dificultad o tengo algo que no he entendido, puedo llamarlo. Y cuando fui para hablar de ese problema grande de Vatileaks, él me dijo todo con una simplicidad", señaló.
Y continuó con los elogios hacia su antecesor: "No sé si saben, cuando nos habló en el discurso de despedida, el 28 de febrero, él dijo ‘entre ustedes está el próximo Papa y yo prometo obediencia´. Esto es grande, es un grande", concluyó Francisco.
No al sacerdocio femenino
Al ser consultado sobre el sacerdocio femenino, Francisco fue categórico: "En cuanto a la ordenación de las mujeres la Iglesia ha hablado y dice no. Lo ha dicho Juan Pablo II, pero con una formulación definitiva. Esa puerta está cerrada", sostuvo.
Por otra parte, en un ejemplo que, según destacó, "no tiene que ver con la Iglesia", reveló que para él "la mujer del Paraguay es la mujer más gloriosa de América latina".
"Se quedaron después de la guerra 8 mujeres por hombre. Y estas mujeres hicieron una elección difícil: la de tener hijos para salvar la patria, la cultura, la fe y la lengua", explicó.
Francisco aseguró que "una Iglesia sin mujeres es como el Colegio Apostólico sin María". "El rol de la mujer en la Iglesia no es sólo la maternidad, la madre de familia, sino que es más fuerte, es el ícono de la Virgen, de la Madonna, esa que ayuda a crecer a la Iglesia. Piensen que la Virgen es más importante que los apóstoles. La Iglesia es femenina, es esposa, es madre. El rol de la mujer en la Iglesia no es sólo el de mamá, que trabaja, que me da… es otra cosa. Los papas, Pablo VI escribió una cosa lindísima sobre las mujeres, pero creo que debemos ir más adelante en la explicitación de este rol y carisma de la mujer en la Iglesia. No se puede entender una Iglesia sin mujeres, pero mujeres activas en la Iglesia, con su perfil, que llevan adelante", indicó.
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