Enojado con Chávez, deja la CIDH el argentino que la dirige
Santiago Cantón busca con su decisión que Venezuela se deje auditar
WASHINGTON.- El argentino Santiago Cantón anunció ayer su decisión de dejar la titularidad de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), tras casi 10 años de ejercicio en su secretaría ejecutiva y pese a contar con el pleno respaldo de la entidad.
Al anunciarlo, confió en que ese paso sirva para que de una vez por todas el organismo "pueda entrar en Venezuela e informar sobre la situación de los derechos humanos, algo que ahora no puede hacer", ante la negativa del gobierno de Hugo Chávez a abrirle la puerta.
Con el argumento de que no quiere "avalar la presencia de golpistas" en el seno del organismo, Chávez niega desde hace ya ocho años el ingreso de la comisión. El organismo recibe en forma creciente denuncias por la existencia de atropellos a las libertades individuales, hostigamiento, tortura y cárcel para quienes discrepan de la voz oficial en Venezuela.
La renuncia de Cantón será operativa a partir de diciembre del año próximo. "Todavía me quedan dos años de trabajo", dijo ayer. "Me retiraré en diciembre de 2012 por motivos personales e institucionales", añadió.
La CIDH, que depende de la Organización de Estados Americanos (OEA), le expresó su plena confianza hasta que deje el cargo. "A pesar de la escasez de recursos, la entidad, con la conducción de Cantón, logró un desempeño óptimo para el sistema interamericano de derechos humanos", dijo el comisionado mexicano José de Jesús Orozco.
El anuncio se produce apenas dos días después de que Caracas embistiera una vez más contra Cantón, a quien acusa de haber reconocido al breve gobierno de facto instaurado en Caracas durante el golpe de Estado de abril de 2002.
"No los vamos a dejar entrar mientras haya golpistas en su seno", reiteró el diputado venezolano Carlos Escarra. En ese momento, más de 30 testigos daban fe de violaciones a los derechos humanos en la Venezuela chavista, pero el enviado de Caracas las descartó con el argumento de que eran todas mentiras.
Cantón aceptó ayer: "Es de conocimiento público que el gobierno de Venezuela ha expresado en reiteradas ocasiones su interés en que yo salga de la CIDH [pero el organismo] ha sabido mostrar su independencia y eso ha sido algo histórico en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos".
"Esta es la mejor garantía para otros 10 años de excelencia", añadió, mientras que la presidenta de turno de la CIDH, Dinah Shelton, le reiteró su confianza. De hecho, la norteamericana tuvo que frenar en persona una vez más los ataques de los enviados de Chávez contra el titular saliente del organismo.
Meses atrás, la CIDH había sido homenajeada por el gobierno de Cristina Kirchner por su coraje en la lucha contra las violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura militar.
La nueva ofensiva de Chávez contra el organismo se produjo al mismo tiempo en que el venezolano era recibido y premiado en la Argentina.
Chávez acusa de golpista a Cantón porque, cuando ocurrió el golpe de Estado de 2002, el argentino se interesó por su situación mediante una carta que envió al entonces ministro de Relaciones Exteriores de facto, José Iturbe Rodríguez, a quien se dirigió con el enunciado de "Excelentísimo Canciller".
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