En una entrevista íntima con el semanario Chi, Meloni confesó detalles sobre su separación y su vida como madre soltera
Después de un año como madre soltera, la premier italiana contó que tiene una buena relación con su expareja, con quien incluso irá unos días de vacaciones por el bien de su hija, Ginevra; se mostró satisfecha de su gestión al frente del gobierno, pese a una “oposición feroz” a las reformas
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ROMA.― Antes de tomarse unas merecidas vacaciones de verano después de un año a todo ritmo y casi dos en el poder, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, de 47 años y cada vez más consolidada como líder política, sorprendió al conceder una larga entrevista al semanario Chi en la que, al margen de trazar un balance por supuesto positivo de su gestión al frente de una estable coalición de derecha, habló de su vida personal ―una madre soltera, muchas veces bajo ataque― y se mostró íntima, como nunca.
A casi un año del escándalo de filtración de comentarios sexistas e infidelidades por las que decidió separarse de su expareja, Andrea Gianbruno, aunque la premier confirmó que la separación “es definitiva”, contó que se lleva bien con él, sobre todo por el bien de la hija de ambos, Ginevra, de 7 años.
“Afortunadamente, Andrea y yo, que sigue siendo el mejor padre que podría desear para mi hija, hemos mantenido una buena relación. Cuando podemos pasamos tiempo juntos con Ginevra”, contó.
“Pienso que es importante hacerle entender a los chicos que una separación no tiene que desencadenar por fuerza un conflicto entre los padres y que los hijos no deben verse obligados a elegir entre mamá y papá”, agregó, al adelantar que en los próximos días incluso pasará unos días de vacaciones junto a Giambruno y algunos amigos y sus hijos, “por Ginevra”, aunque “también porque todavía somos amigos y nos queremos”.
“Los dos vemos lo feliz que está ella [Ginevra] cuando no tiene que dividirse entre los dos y si bien nuestra separación es definitiva, pasaremos siempre momentos felices juntos, como hacen muchas otras familias de padres separados”, aseguró.
Siempre hablando de Ginevra, que nació en septiembre de 2016, la premier se quejó, por otro lado, de las polémicas que se habrían dado porque recientemente, como en otras ocasiones, la llevó de viaje oficial a China. La foto de ella bajando del avión que la llevó hasta Pekín, tomando de la mano a la pequeña con trencitas, tuvo entonces gran repercusión.
Meloni: “In Cina con Ginevra? La maternità non sia un pretesto per frenare le donne sul lavoro. Faremo le vacanze con Giambruno” https://t.co/pwL34SWduL
— La Stampa (@LaStampa) August 6, 2024
“El hecho de que yo haya llegado a China con Ginevra, bajando del avión mano con mano, hizo discutir mucho, pero no entiendo por qué, francamente. Entre viajes y compromisos, estuve fuera una semana: según quien critica todo eso, debería haber dejado a mi hija en casa, ¿o quizás en casa de amigos?”, se preguntó.
“Me da gracia que ciertas personas se consideran moralmente tan superiores como para poder enseñarle a una madre cómo criar a su propia hija. Yo en cambio pienso que cada mamá sabe qué es lo mejor para su prole y que tiene que elegir en libertad”, sostuvo.
“Es más, se trata también de un desafío cultural que tiene que ver con todas las mujeres: pienso que si yo, que soy jefa de gobierno, logro demostrar que mi encargo es compatible con la maternidad, entonces no habrá más excusas para los que usan la maternidad como pretexto para no dejar avanzar a las mujeres en los puestos de trabajo. En teoría, hacer un trabajo importante y demostrar que se pueden también criar hijos no debería ser una revolución, pero en esta sociedad que a menudo usa a los hijos para impedirte alcanzar tus metas probablemente lo es”, sentenció.