En un abrupto giro, Zelensky ahora parece abierto a negociar el fin de la guerra
La inminente asunción de Trump en Estados Unidos y la realidad del campo de batalla parecen estar empujando a la mesa de negociación al mandatario ucraniano, que hasta ahora venía insistiendo en luchar hasta recuperar hasta el último metro de territorio ocupado
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KIEV.– Con las fuerzas ucranianas asediadas por el Ejército ruso en el campo de batalla y el presidente electo norteamericano tanteando la posibilidad de mediar un acuerdo de paz, en las últimas semanas el presidente Volodimir Zelensky ha dado señales de una mayor predisposición a negociar el final de la guerra, un verdadero giro del líder ucraniano, que siempre prometió combatir hasta recuperar hasta el último metro de territorio ocupado.
Las señales de Zelensky han sido cautas: no dijo explícitamente que su gobierno estaría dispuesto a hacer concesiones –territoriales o de otro tipo–, por más que Rusia actualmente ocupa más del 20% de Ucrania y probablemente retendría el control de esos territorios después de cualquier alto el fuego que se acuerde. Pero después de haber asegurado que las negociaciones solo arrancarían cuando Moscú hubiese retirado del país a todas sus tropas, ahora Zelensky empezó a recalcar la necesidad de tener seguridad a largo plazo, y no tanto la devolución inmediata del territorio.
El cambio de discurso de Zelensky –algo que han notado tanto funcionarios occidentales como del propio gobierno ucraniano–, probablemente deba atribuirse al agravamiento de la situación en el campo de batalla y a la inminente asunción de un nuevo gobierno en Estados Unidos, que ya ha anticipado sus dudas sobre seguir asistiendo financiera y militarmente a Ucrania. Durante el primer año de la guerra, el gobierno de Kiev enfatizaba la importancia de recuperar todo el territorio ucraniano, incluidas Crimea y otras áreas que en los hechos Rusia gobierna desde 2014, como precondición para cualquier acuerdo.
Pero en sus recientes encuentros con Trump y los líderes europeos Zelensky ha puesto más el foco en lograr “una paz duradera” para Ucrania, según sus propias palabras. Su principal prioridad es asegurarse una invitación para sumarse a la alianza militar de la OTAN y otras garantías de seguridad para su país, como la posible presencia de fuerzas occidentales de mantenimiento de la paz, y así prevenir futuros ataques de Rusia.
Los funcionarios y analistas dicen que el cambio de tono de Zelensky probablemente sea un intento de alinearse con el énfasis de Trump en detener el conflicto. Pero el líder ucraniano también está tratando de asegurarse de que su país no salga de la negociación con las manos vacías.
El gobierno de Zelensky “sabe que con Trump las cosas van a cambiar”, apunta Michael McFaul, exembajador de Estados Unidos en Rusia, que actualmente copreside con funcionarios ucranianos el Grupo de Trabajo Internacional sobre Sanciones contra Rusia.
“A Zelensky esto también lo libera de su postura empecinada de luchar a cualquier costo hasta recuperar las fronteras de 1991″, agrega McFaul. “Ahora puede decir: bueno, me hubiera encantado que así fuera, pero llegó Trump y las cosas cambiaron”.
En una entrevista reciente con Sky News, Zelensky dijo que la “fase caliente de la guerra” podría detenerse si Ucrania fuera aceptada como miembro de la OTAN, y agregó que el territorio controlado por los rusos luego podría ser devuelto “por la vía diplomática”. Esos comentarios son la admisión más sorprendente hasta el momento de que Kiev estaría dispuesto a ceder territorio, al menos temporalmente.
Pero los diplomáticos de la OTAN dicen que la incorporación de Ucrania a la alianza militar transatlántica sigue siendo una perspectiva remota, debido a los recelos y la incertidumbre política con Ucrania que sienten algunos países miembros, incluidos Estados Unidos y Alemania, además de las objeciones de otros integrantes, como Hungría, muy cercana al Kremlin.
Un alto funcionario de la OTAN dice que a pesar del recelo de algunos miembros de la alianza, Zelensky no puede retirar su exigencia de mayores garantías de seguridad para su país.
“Desde la perspectiva de Ucrania, es totalmente lógico que presionen sobre ese punto, porque para un ucraniano la única garantía de seguridad que realmente tiene valor es la pertenencia a la OTAN”, dice el diplomático, que al igual que otros citados en este artículo, optó por el anonimato para poder referirse temas sensibles. “Zelensky va a presionar todo lo que pueda en ese sentido, y no lo culpo para nada”.
La realidad es que nadie cree que Vladimir Putin esté dispuesto a negociar ahora que sus tropas están avanzando en la línea del frente, a pesar de las numerosas bajas. Algunos funcionarios especulan que al mostrarse más receptivo, Zelensky está manejando sabiamente las cosas con la esperanza de congraciarse con Casa Blanca de Trump para que brinde más apoyo militar a Ucrania si Putin rechaza las conversaciones.
Pero hasta ahora Putin se ha mantenido fiel a su postura de máxima: la capitulación efectiva de Ucrania. En junio, expuso sus condiciones para las conversaciones de paz, exigiendo que Ucrania ceda la soberanía permanente de cuatro regiones que en 2022 Rusia declaró como propias: el Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Kherson, además de Crimea. Eso implicaría que Kiev ceda aún más territorio, ya que las fuerzas rusas no controlan totalmente esas regiones.
Putin también reclama que Ucrania abandone para siempre su pretensión de integrarse a la OTAN. En una maratónica conferencia de prensa del jueves, Putin también se refirió a la exigencia de que Ucrania reduzca significativamente su Ejército, un reclamo que ya había hecho en las conversaciones que se celebraron en Estambul al principio de la guerra.
El énfasis de Zelensky en las garantías de seguridad responde a su profunda desconfianza hacia Rusia: teme que si ahora los combates se detienen, en un par de años Putin los invada de nuevo, como lo hizo en 2022, ocho años después de anexarse ilegalmente Crimea. Según los funcionarios de Kiev, sin un objetivo claro a largo plazo, un alto el fuego solo le daría a Rusia la oportunidad de reponer sus tropas y sus arsenales.
Con la membresía de Ucrania en la OTAN en el limbo, los aliados europeos han propuesto soluciones alternativas, como una fuerza de mantenimiento de la paz, una idea que Zelensky se ha mostrado dispuesto a aceptar. Pero los funcionarios ucranianos sostienen que como premio consuelo es muy poco.
Después de las conversaciones del jueves en Bruselas, Zelensky dijo que las garantías europeas por sí solas no alcanzan si no existe “una decisión común” y sin un rol claro de Estados Unidos. “Para nosotros ss muy importante tenerlos a ambos en el mismo barco, tanto a Estados Unidos como a los europeos”, dijo el mandatario ucraniano.
Un alto funcionario ucraniano dice que están “empezando a creer” que la guerra podría terminar el año próximo, ya que desde la elección de Trump se han reavivado las conversaciones sobre un acuerdo de paz. Pero agrega que si no fuera por el repentino debate que se desató sobre el tema en la opinión pública, “no creería que estemos ni siquiera cerca de sentarnos a negociar”, dijo el funcionario.
“Lo que realmente siento es que con Putin no es posible llegar a ningún tipo de acuerdo”, agregó.
Por Isabelle Khurshudyan y Ellen Francis
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