En Ucrania, optimismo de que la filtración de documentos del Pentágono se traduzca en más ayuda militar

NUEVA YORK.– En los documentos de inteligencia de Estados Unidos filtrados, Ucrania parece estar en una situación desesperante.

Allí se anticipa que en mayo Ucrania agotará los misiles para sus defensas aéreas de la época soviética, que su situación en la ciudad clave de Bakhmut es “catastrófica”, y que sus fuerzas militares sufrieron más de 120.000 bajas, entre muertos y heridos, una cifra menor a las estimadas para el bando ruso, pero enorme para un país con menos de un tercio de la población de Rusia.

En Kiev, sin embargo, no se notaban señales de alarma por los documentos clasificados que salieron a la luz como parte de la filtración de secretos norteamericanos más importante de la última década. De hecho, algunos celebraron la filtración de los documentos y creen que refuerza lo que el presidente Volodimir Zelensky dice desde hace meses: que Ucrania necesita con urgencia más municiones y armas para expulsar a las fuerzas rusas.

“Desde varios puntos de vista, la filtración es útil y me atrevería a decir que positiva para Ucrania”, dice Oleksiy Honcharenko, miembro del Parlamento ucraniano por el partido opositor Solidaridad Europea. Y agrega que si los aliados occidentales de Ucrania no se apresuran a redoblar su apoyo, “todo puede irse a la basura, porque el riesgo actual es enorme”.

Las imágenes de informes y partes de inteligencia del Pentágono que fueron revelados públicamente este mes –tras ser posteadas en el chat muy popular entre los gamers por un miembro de la Guardia Aérea Nacional– ofrecen nuevos detalles sobre el estado de la guerra, pero no modifican el cuadro general que ya se conocía, dicen analistas y legisladores occidentales, para quienes los documentos revelados concuerdan mayormente con lo que sabían y no alterarán demasiado el decurso del conflicto.

“Esto no cambia nuestra posición”, dice Nils Schmid, vocero de relaciones exteriores en el Parlamento de Alemania del Partido Socialdemócrata, al cual pertenece el canciller Olaf Scholz en la coalición tripartita que gobierna el país. “Entendemos que el momento de proveer armamento a Ucrania es ahora”.

Pero mientras Ucrania se prepara para una contraofensiva largamente anticipada que podría abrir una nueva fase en esta guerra que ya lleva casi 14 meses, los documentos concentran la atención en las penurias que enfrentan las fuerzas ucranianas, las carencias de la ayuda militar de Occidente y la incertidumbre de cara al futuro.

Y la mayor incógnita es si los aliados occidentales van a suministrarle a Ucrania lo que necesita en este momento crucial. Los funcionarios europeos dicen estar trabajando para acelerar la entrega de más proyectiles de artillería, pero reconocen que podrían no llegar a cumplir el objetivo de entregar un millón de municiones durante este año.

Campo de batalla

Algunos analistas señalan que los documentos de inteligencia no dan indicios de cómo evolucionará concretamente la guerra. En el pasado, los aliados subestimaron enormemente las capacidades bélicas de Ucrania y predecían que las fuerzas rusas derrotarían a Kiev en los primeros días de guerra. Además, los documentos ofrecen un análisis del estado de la situación de hace más de seis semanas, pero la realidad en el campo de batalla cambia minuto a minuto.

Pero los documentos filtrados dejan bien en claro la enorme importancia de Estados Unidos para el esfuerzo bélico ucraniano. Las agencias de inteligencia norteamericanas han penetrado tan profundamente en las fuerzas militares rusas que pueden advertirle a Ucrania en tiempo real sobre la planificación de los ataques aéreos rusos, y hasta sobre sus blancos específicos. Varios documentos filtrados muestran imágenes satelitales tomadas luego de ataques aéreos ucranianos contra blancos descriptos como “proporcionados por Estados Unidos” en territorio ocupado por Rusia, nueva evidencia de que Estados Unidos está suministrando datos de objetivos precisos.

Una de las mayores preocupaciones en Occidente respecto de las filtraciones es que Rusia ahora pueda encontrar y aislar a las fuentes de inteligencia de Estados Unidos. Pero según dos funcionarios norteamericanos de alto rango, ese temor todavía no se hizo realidad, ya que no hay indicios de que el Kremlin haya tomado medidas para bloquear el acceso de Washington a los servicios de seguridad e inteligencia rusos.

Tampoco hay señales de que los comandantes rusos hayan cambiado sus operaciones en el terreno como consecuencia de las revelaciones. Si bien expresaron su malestar por las filtraciones, los funcionarios ucranianos les comunicaron a sus pares norteamericanos que las revelaciones no tendrán mayor impacto sobre su planificada contraofensiva, porque Rusia ya conocía los puntos vulnerables de Ucrania, como su escasez de armas y municiones. Además, según señaló un funcionario norteamericano, los documentos tampoco revelan con precisión cuándo, dónde y cómo las fuerzas ucranianas llevarán adelante su contraofensiva.

Lo que los documentos filtrados no contienen es información directa sobre el presidente Vladimir Putin, lo que podría reflejar las dificultades de la comunidad de inteligencia estadounidense para obtener información sobre un líder que mantiene una reserva extraordinaria y un hermetismo impermeable. Pero los documentos solo muestran una pequeña ventana del abanico de datos de inteligencia estadounidense.

A. Troianovski, A. Kramer, E. Solomon y E. Schmitt

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