En su primera aparición pública después de la internación, el papa Francisco agradeció las muestras de afecto
El Sumo Pontífice de 86 años y que el 7 de junio se sometió a una operación abdominal, como estaba previsto presidió la tradicional oración mariana del Angelus del mediodía romano desde la ventana de su de su despacho del Palacio Apostólico
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ROMA.- En su primera aparición pública desde su alta del hospital Gemelli del viernes pasado, el papa Francisco agradeció hoy todas las muestras de afecto y cercanía recibidas durante los nueve días de internación, deploró el trágico naufragio ocurrido recientemente frente a las costas griegas y volvió a hacer un llamado de paz y a no olvidar la “martirizada” Ucrania.
Francisco, de 86 años y que el 7 de junio se sometió a una operación abdominal, como estaba previsto presidió la tradicional oración mariana del Angelus del mediodía romano desde la ventana de su de su despacho del Palacio Apostólico.
“Deseo expresar mi gratitud a todos aquellos que, en los días de mi internación en el policlínico Gemelli, me han manifestado afecto, cercanía y amistad y me han asegurado su apoyo en la oración”, dijo Francisco, con buena voz y buen semblante, antes los 15.000 fieles que llenaban la Plaza de San Pedro. “Esta cercanía humana y espiritual para mí fue una gran ayuda y consuelo. ¡Gracias a todos, gracias a ustedes, gracias de corazón!”, agregó.
El Pontífice recordó luego que el martes 20 de junio se celebra la Jornada Mundial del Refugiado, promovida por las Naciones Unidas y evocó “con tristeza y dolor”, las víctimas del “gravísimo” naufragio ocurrido días atrás ante las costas de Grecia, en el que se teme que hayan muerto 600 personas.
Es más, aludió a las polémicas en cuanto a malas maniobras de la guardia costera: “parece que el mar estaba tranquilo”, comentó.
“Renuevo mi oración por todos los que perdieron la vida e imploro que se haga todo lo posible para prevenir tragedias similares”, exhortó Francisco, que ya había enviado un telegrama de pésame y había también expresado dolor por esta nueva catástrofe en el Mediterráneo al salir del hospital, el viernes pasado por la mañana.
Francisco también rezó por los jóvenes estudiantes que fueron víctimas de “un brutal” ataque ocurrido en una escuela del oeste de Uganda, en el continente africano. “Estas luchas, estas guerras en todos lados”, lamentó. “¡Recemos por la paz!”, clamó, al pedir, como siempre suele hacer, “perseverar en la oración por la población de la martirizada Ucrania, que sufre tanto”. “¡No nos olvidemos!”.
Ante una multitud, que lo aclamó con banderas y pancartas, en una jornada soleada, el Papa se refirió antes al Evangelio del día, sobre el anuncio que Jesús les dio a los doce apóstoles, en cuanto a la cercanía de Dios. “Esto es lo primero que hay que decir a la gente: Dios no es distante, sino que es Padre, te conoce y te ama; quiere tomarte de la mano, también cuando vas por senderos empinados y difíciles, también cuando caes y te cuesta levantarte y retomar el camino”, dijo. “Es más, a menudo en los momentos en los que eres más débil puedes sentir más fuerte su presencia. ¡Él conoce el camino, Él está contigo, ¡Él es tu Padre!”, agregó.
También recordó que es mejor anunciar la buena nueva con gestos, antes que con palabras.
“En el Evangelio Jesús aconseja no decir muchas palabras, sino realizar muchos gestos de amor y de esperanza en el nombre del Señor”, subrayó.
Destacó que el corazón del anuncio es el testimonio gratuito y el servicio. “Les digo algo, a mí siempre me dejan muy perplejos los charlatanes, que hablan mucho y no hacen nada”, comentó, al recordar, finalmente, la importancia de una fe “concreta”, en la que uno sepa estar cerca de quienes sufren y están solos.
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