En su imparable ofensiva, los talibanes tomaron tres nuevas capitales provinciales
Ya son cinco en total las ciudades clave que, tras feroces combates, cayeron en manos de los insurgentes; temen que el dominio territorial permita trasladar combatientes a otros frentes
- 4 minutos de lectura'
KUNDUZ.- Tres capitales provinciales de Afganistán, la gran ciudad de Kunduz, Sar-e-Pul y Taloqan, ubicadas en el norte del país, cayeron ayer con muy pocas horas de diferencia en poder de los talibanes. Con ellas, se eleva a cinco el número de capitales provinciales tomadas por los insurgentes en los últimos tres días.
La situación refleja el avance incontenible de los talibanes desde que el grupo fundamentalista decidió lanzar una nueva ofensiva en mayo último, en coincidencia con el comienzo del retiro de las fuerzas extranjeras, presentes en Afganistán desde hace veinte años.
“Tras feroces combates, los mujahidines, por la gracia de Dios, capturaron hoy la capital de la provincia de Kunduz”, ubicada a 300 kilómetros al norte de la capital Kabul y a 50 kilómetros de la frontera con Tayikistán, anunciaron la fuerza talibana en un comunicado.
“Es el caos total”, afirmó Abdul Aziz, un residente del centro de Kunduz.
En Sar-e-Pul, “los talibanes rodearon a un batallón del Ejército en las afueras de la ciudad” y “todas las demás partes de esta están bajo control talibán”, declaró Mohamad Hussein Mujahidzada, miembro del consejo de la provincia del mismo nombre.
Aziza Jalis, diputada por Sar-e-Pul, detalló que “los talibanes capturaron toda la ciudad” y ahora las fuerzas de seguridad y los funcionarios provinciales se encuentran refugiados “en una base del Ejército en un rincón” de la capital.
Más tarde, los insurgentes se apoderaron además de Taloqan, en la provincia de Tajar. Una fuente de seguridad afirmó que las fuerzas oficiales se retiraron de esta ciudad “después de que el gobierno no consiguiera enviar ayuda”.
Un habitante de la localidad, Zabihullah Hamidi, afirmó por teléfono a fuentes periodísticas que vio a las fuerzas de seguridad abandonar el lugar en un convoy de vehículos. “Los talibanes están por todas partes”, agregó con desesperación.
Durante los últimos tres meses, sacando provecho de la retirada de las tropas extranjeras, los talibanes controlaron enormes zonas rurales de Afganistán, y ahora centran su ofensiva en las grandes ciudades. Los insurgentes ya se apoderaron el sábado de la ciudad de Sibargan (noroeste), la capital de la provincia de Jawzjan, un día después de hacerse con el control de Zaranj (sudoeste), la capital de la provincia de Nimroz, cerca de la frontera con Irán.
Una zona neurálgica
A finales de junio último, los talibanes conquistaron los distritos que rodean la ciudad de Kunduz y el importante puesto fronterizo de Shir Khan Bandar, que linda con Tayikistán, un eje neurálgico para las relaciones económicas con Asia central.
El Ministerio de Defensa afgano afirmó que las tropas gubernamentales están intentando retomar zonas clave de Kunduz. “Las fuerzas comando lanzaron una operación de limpieza. Algunos lugares, como la Radio Nacional y los edificios de la televisión, fueron evacuados”, afirmó.
“La caída de Kunduz es verdaderamente importante, porque va a dejar con las manos libres a un gran número de combatientes talibanes, que podrán ser movilizados a otros lugares del norte” como combatientes, señaló Ibraheem Thurial Bahis, consultor del gabinete International Crisis Group (ICG).
En las redes sociales, se publicaron imágenes de lo que parecían ser prisioneros talibanes liberados en las ciudades que los insurgentes acababan de tomar.
Muchos afganos viven con temor el posible retorno al poder de los talibanes, que gobernaron Afganistán entre 1996 y 2001 imponiendo un severo régimen islámico, antes de ser expulsados por una coalición internacional liderada por Estados Unidos. Las tropas extranjeras permanecieron en Afganistán durante casi dos décadas, tras la invasión posterior a los ataques del 11 de septiembre de 2001.
El acuerdo firmado en febrero de 2020 en Doha por los talibanes con Estados Unidos, que previó la retirada de todos los soldados extranjeros de Afganistán, les impedía a los insurgentes –al menos en teoría– llevar a cabo ataques en las grandes ciudades afganas.
Ante los avances de los fundamentalistas, Estados Unidos, que culminará su salida de Afganistán a finales de este mes, intensificó los ataques aéreos en diversas zonas del país.
“Las fuerzas estadounidenses han desplegado estos últimos días varios ataques aéreos para defender a nuestros socios afganos”, indicó la comandante Nicole Ferrara, vocero del Mando Central del Ejército de Estados Unidos.
Esta semana, poco antes de iniciar la toma de las capitales provinciales, los talibanes habían reivindicado el asesinato del jefe de comunicación del gobierno afgano, tras haber advertido que llevarían a cabo operaciones contra altos cargos en respuesta a la intensificación de los bombardeos.
La rápida ofensiva talibán suscita gran preocupación internacional. Esta semana durante una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la emisaria de la ONU en Afganistán, Deborah Lyons, instó a los talibanes a “cesar” los “ataques contra las ciudades”.
Otras noticias de Afganistán
Más leídas de El Mundo
"Tiempos difíciles". Biden y Xi comienzan su despedida en Perú, tras la tensión por el megapuerto y el triunfo de Trump
Un bote salvavidas congelado. Cómo el iceberg más grande del mundo se convirtió en noticia y acabó transformando el océano que lo rodeaba
Marchas y un haka masivo. Los maoríes se levantan en Nueva Zelanda contra un proyecto libertario para quitarles derechos especiales
Al otro extremo de Ushuaia. Cómo es la vida en la ciudad más boreal de América, donde el lunes verán el sol por última vez hasta fines de enero