En sólo un año, los mineros pasaron de héroes a villanos
Varios de ellos fueron agredidos anteayer en Copiapó por grupos de estudiantes
COPIAPO, Chile.- Cuando 27 de los 33 mineros caminaban anteayer desde el museo hacia el ómnibus que los trasladaría hasta la gobernación de Copiapó, para participar en otro acto recordatorio del accidente que el año pasado cambió sus vidas, un grupo de manifestantes empezó a insultarlos y les lanzó pequeñas piedras y frutas.
"Mi papá quedó triste, súper triste. No entiende por qué alguna gente actúa así", dijo Omar Reygadas, hijo del minero del mismo nombre. "Cuando llegué a la casa lo encontré sentado, solo, muy triste. Le pregunté qué le pasaba y al comienzo me dijo que nada, pero de a poco me fue contando lo qué pasó", agregó.
A menos de un año de haber dejado el infierno bajo tierra, los mineros que hace un año estuvieron sepultados vivos durante 69 días por el derrumbe de una mina en el norte de Chile pasaron de héroes a villanos.
En el grupo que atacó a los mineros había estudiantes secundarios -el sector que esta semana protagonizó violentos incidentes en Santiago con los carabineros- y adultos que les gritaban que eran unos aprovechados, según relató el minero a su hijo.
De los 33 mineros, 31 demandaron al Estado chileno por 17 millones de dólares por la responsabilidad que el organismo estatal, encargado de velar por la seguridad laboral en las minas, tuvo en el accidente que les cambió la vida.
Muchos chilenos no logran entender que hayan querellado al Estado, que puso todo su empeño en rescatarlos desde el día del derrumbe, el 5 de agosto del año pasado.
La demanda incluso fue criticada por el ex ministro de Minería, Laurence Golborne, funcionario estrella del gabinete de Sebastián Piñera, quien advirtió que el gobierno defenderá el dinero que es de todos los chilenos.
El agridulce aniversario empezó con una ceremonia ecuménica en la que los mineros agradecieron a quienes hicieron posible que hoy estén vivos: rescatistas, familiares, y, en especial, a Piñera.
El minero José Fuentes dijo que si el mandatario no se hubiera involucrado desde el primer momento, él "no estaría conversando" allí.
Pero los actos estuvieron acompañados de pequeños disturbios y protestas: cuando se oficiaba la ceremonia religiosa, dos personas sacaron un cartel, cuyo contenido se desconoce, porque la policía detuvo a los manifestantes inmediatamente.
Minutos después, entraron otras personas que gritaron consignas a favor de la educación gratuita.
La agresión contra los mineros responde a un "proceso de enajenación social" desatado por las manifestaciones estudiantiles, según explicó ayer el psicólogo Alberto Iturra, que formó parte del equipo que apoyó a los trabajadores durante el rescate.
"Los mineros están recibiendo una violencia injustificada, irracional, enajenada, porque los que la realizan no tienen conciencia del dolor que están provocando'', agregó Iturra.
El hecho más emotivo del día de actos recordatorios ocurrió después de una ceremonia religiosa, en la que Piñera estuvo acompañado de su esposa, Cecilia Morel.
Los trabajadores se trasladaron hasta el Museo Regional de Atacama, donde Piñera devolvió a su autor, José Ojeda, el mensaje que le hizo saber al mundo que los mineros estaban vivos. Ojeda había solicitado su restitución varias veces. En circunstancias extremas escribió: "Estamos bien en el refugio los 33". Fue la primera señal que se tuvo del grupo, que sobrevivió 17 días con unas pocas latas de atún y leche. El blanco con letras rojas quedará en el museo.
En el museo, poco antes del acto en que se devolvió el mensaje a Ojeda, una veintena de estudiantes rompió el cerco que les impedía acercarse al museo y gritaron contra Piñera.
Los desórdenes siguieron media hora más, mientras en el interior Piñera devolvía el famoso mensaje. Allí también se expondrá la Fénix II, una cápsula de acero cilíndrica, en la que fueron transportados, uno por uno, los 33 mineros, operación que duró unas 23 horas.
El jefe de turno en el momento del derrumbe y uno de los líderes del grupo, Luis Urzúa, dijo que los seis mineros ausentes no alcanzaron a llegar a la conmemoración.
En el santuario de la Virgen de la Candelaria, al lado de la parroquia del mismo nombre, ubicada en el centro de Copiapó, 50 kilómetros al oeste de la fatídica mina San José, Urzúa agradeció en nombre de sus compañeros el haber sobrevivido 69 días atrapados a 700 metros de profundidad, en un "horno" de 33 grados y una humedad del 90%.
La mina, en medio del desierto de Atacama, hoy está clausurada. El lugar se encuentra desolado, pero aún guarda varios restos de tubos oxidados por donde se les enviaba a los mineros comida, ropa y cartas de familiares.
El evento conmemorativo más importante será el 22 de agosto, cuando se cumpla un año del día que los mineros hicieron llegar a la superficie, envuelto en un plástico atado a una sonda, el mensaje.
Un duro presente
El rescate de los mineros, entre el 12 y el 13 de octubre, fue seguido por unos 1200 millones de personas en el mundo. El grupo total de tarea alcanzó 1077 personas, mientras que 2354 periodistas de todo el mundo se acreditaron para reportar desde la mina San José.
Pero la fama, los viajes al extranjero y las invitaciones a los mineros, luego del rescate, quedaron atrás.
La mayoría gastó los 11.000 dólares que recibieron del empresario Leonardo Farkas, fuera del dinero que cobraron por las entrevistas concedidas a la televisión y a medios impresos, locales y extranjeros.
De los 33, 15 están desempleados y siete ganan dinero dictando charlas motivacionales. Tres venden frutas y verduras; dos tienen pequeños negocios y sólo cuatro volvieron a trabajar en una mina. La mayoría no soporta regresar al fondo de un pique.
LOS ESTUDIANTES ANUNCIAN OTRO PARO
SANTIAGO, Chile (EFE).- Los estudiantes y profesores chilenos, que mantienen desde hace más de dos meses un conflicto con el gobierno en demanda de una mejor educación pública, ratificaron ayer la convocatoria a otro paro nacional pasado mañana. Según la dirigente universitaria Camila Vallejo, el nuevo paro responde a la falta de una respuesta concreta del gobierno a las demandas estudiantiles. El gobierno autorizó una "marcha familiar", convocada por los estudiantes y asociaciones de padres para hoy en el sector céntrico de Santiago, pero en un recorrido que excluye plazas y avenidas principales.