En shock, EE.UU. busca recuperarse de la fuerza devastadora de Sandy
Al menos 39 personas murieron, ocho millones de casas quedaron sin luz y el transporte público de Nueva York colapsó; Obama: "Esta tormenta aún no terminó"
NUEVA YORK.– Estados Unidos comenzó ayer a desplegar esfuerzos hercúleos para recuperar a la costa este del doloroso y arrasador paso de Sandy, la tormenta más devastadora que vivió el país desde el huracán Katrina, en 2005. Por lo menos 39 personas perdieron la vida.
Desde que golpeó anteanoche Atlantic City, la icónica ciudad del juego de Nueva Jersey, y en las pocas horas que le tomó recorrer el país de Sur a Norte, hasta Canadá, Sandy apabulló a una de las regiones más pobladas, ricas y activas del país. En su paso dejó a más de ocho millones de personas sin luz y causó daños que se estimaban en al menos 20.000 millones de dólares. Nueva Jersey y Nueva York fueron los estados más vapuleados.
La mayoría de las víctimas murieron por la caída de árboles o de cables eléctricos cuando se aventuraron a la calle a pesar de las insistentes advertencias de las autoridades locales y nacionales, que ya habían comenzado a preparar a los norteamericanos para Sandy el viernes pasado.
Visiblemente cansado, pero decidido a mostrar su liderazgo ante una catástrofe que llegó días antes de las elecciones, el presidente Barack Obama prometió una rápida respuesta para aliviar y reparar el golpe que Sandy les asestó a millones (ver pág. 4).
"Mi mensaje al gobierno federal es nada de atrasos. Lleven los recursos donde se necesiten tan pronto como sea posible. No hay excusas para la inacción. Esta tormenta aún no terminó", dijo Obama, al visitar los cuarteles de la Cruz Roja.
Obama recorrerá hoy comunidades de Nueva Jersey, el estado donde, por lejos, Sandy causó más daño: más del 80% de la gente quedó sin luz. El mandatario se reunirá con el gobernador Chris Christie, uno de sus más grandes críticos y una de las figuras más destacadas del Partido Republicano, que ayer elogió la respuesta del mandatario al desastre.
Famoso por su retórica franca y directa, Christie fue uno de los primeros funcionarios en hablar, ayer por la mañana, cuando la tormenta comenzaba a amainar y empezaron a conocerse las primeras estimaciones de los daños. El gobernador no intentó maquillar la situación. "La devastación es inimaginable", dijo Christie. "Es peor que cualquier cosa que esperaba ver", agregó.
El viento y el agua tumbaron árboles, destrozaron casas, negocios, barcos, muelles, rutas y calles, en especial cerca de la costa. Hubo barrios, como uno pegado al mar, en Tuckerton, Nueva Jersey, que quedaron totalmente inundados. En Hoboken, un estacionamiento lleno de taxis quedó bajo el agua. Ayer se vieron imágenes de gente que era evacuada en botes inflables o helicóptero.
En Nueva York, la huella que dejó Sandy fue dispar, pero visible (ver pág. 3). Algunos barrios quedaron casi intactos, aunque en casi toda la ciudad era habitual ver árboles caídos. Queens se llevó lo peor: un incendio dejó en cenizas entre 80 y 100 viviendas. Un hospital de la Universidad de Nueva York debió ser evacuado, y las excavaciones del World Trade Center ofrecieron un terreno único para que el agua transformara las obras en cascadas. Un gran buque cisterna encalló en Staten Island.
"Ésta fue una tormenta devastadora, quizá la peor que hayamos experimentado", dijo ayer el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg.
Junto con árboles caídos, otra imagen inundó las redes sociales: estaciones de subte inundadas. La tormenta causó los peores daños en los 108 años de historia del subterráneo de Nueva York, según Joseph Lhota, presidente de la Autoridad Metropolitana del Transporte.
Una larga fila de camiones de la distribuidora eléctrica Con Edison alteró el paisaje en Union Square, una de las plazas más concurridas de la ciudad. Todos habían sido trasladados desde uno de los centros de distribución de la eléctrica, ubicado en la calle 16 y la avenida C, que quedó inundada y sufrió un incendio, algo que dejó a cientos de miles a oscuras.
"Esto será para los libros de récords", afirmó John Miksad, vicepresidente de Operaciones Eléctricas de Con Edison, que hasta anoche tenía a más de 670.000 clientes sin servicio en la ciudad y sus alrededores.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, anunció ayer por la tarde el reinicio del servicio de ómnibus públicos. Pero reactivar el subte, el principal transporte que utilizan los neoyorquinos, podría llevar hasta cinco días, indicó Bloomberg.
Como un símbolo del golpe de Sandy a la economía, la Bolsa de Nueva York no operó ayer por segundo día consecutivo, algo que no ocurría, por condiciones climáticas, desde una intensa nevada en 1888. Wall Street había clausurado sus operaciones por más tiempo luego de los atentados del 11 de Septiembre.
Sandy, que en medio de las celebraciones de Halloween fue apodada "Frankenstorm", enterró el recuerdo de Irene, la tormenta que atravesó Nueva York el año pasado sin pena ni gloria, al punto de que muchos aquí consideraron exagerados los preparativos dictados por Bloomberg. Ayer, nadie se atrevía a decir que las precauciones hubieran sido excesivas.
Del editor: qué significa.
En 2005, Katrina marcó un antes y un después para Bush; fue el principio de su fin. Obama sabe que eso puede pasarle hoy si su gestión de la emergencia falla.
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